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  El cielo gira  Dirigida por Mercedes Álvarez
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Premios
- Primer Premio en el Festival de Cine de Rotterdam
- Premio a la Mejor Película en el Festival de París Cinema du Reel
- Premio a la Mejor Película en la sección Nueva Visión del Festival Infinity de Alba

En el festival de Cine Independiente de Buenos Aires ha obtenido:
- Primer Premio a la Mejor Película de competencia oficial
- Premio FIPRESCI de la crítica internacional
- Premio del Público
- Premio Sigmis a la Mejor Película (Asociación católica)

Ficha artística
Los vecinos: Antonino Martínez, Silvano García, José Fernández, Cirilo Fernández, Josefa García, Aurea Mingo, Milagros Monje, Elías Álvarez, Crispina Lamata, Valentina García, Blanca Martínez, Román García, Salah Rafia, Hicham Chate y Alfredo Jimeno
El pintor: Pello Azketa

Aparición y desaparición
Había la posibilidad de asistir -en un lugar concreto, con personas reales- a un capítulo necesario de la experiencia y la vida humanas: el tiempo de la ruina y la decadencia, que precede a su desaparición. Se trataba de mostrar qué cosas ocurren entonces, y registrarlas mientras ocurren.

A menudo la ficción del cine ha reflejado con éxito el proceso de decadencia de un individuo; con más dificultad, el de un grupo humano, el de un clan, el de una generación. Para escalas mayores, para hablar de la caída de toda una civilización o de una cultura, lo más acostumbrado es la alusión, que el lenguaje del cine traduce en elipsis: se muestra un paisaje de ruinas, se muestra lo que era antes en cuanto que ya no es, y luego un tiempo nuevo que ha suplantado al anterior. Pero de lo que aquí se trata es de ese intervalo en el que todavía hay vida. Y durante ese trance de desaparición se dan sin embargo momentos únicos, hechos que brillan con un significado especial al tiempo que se apagan, y que tienen la capacidad de evocar toda la intensidad del trance. En su cualidad, esos hechos significativos son quizá comunes a la caída de individuos, grupos y culturas. Quise prestar especial atención a esos momentos, sin aislarlos del conjunto, sin subrayar su carga dramática.
Hay una cualidad del paisaje nada frecuente de encontrar y que sin embargo se da en la región de la Aldealseñor, en los páramos altos de Soria, de una manera inmediata: la experiencia física, en un solo golpe de mirada sobre la comarca, de tiempos históricos distintos, a veces antediluvianos. Las huellas de dinosaurios y el pueblo en su actualidad y a punto de desaparecer, los castros celtíberos, las ruinas romanas o la torre árabe del palacio convivían simultáneamente.

Ese tiempo profundo que rige las estaciones, las generaciones y los milenios, estaba milagrosamente ahí, intacto, y podía experimentarse con los sentidos. Y tuve el presentimiento de que el último capítulo en la historia de La Aldea, los días que estábamos viviendo durante el rodaje, no era más que uno de sus intervalos, antes de que llegara la nueva época, la del hotel y los molinos. Me dije que si esa experiencia conjunta de tiempo biográfico (el mío y el de los habitantes del pueblo) y de memoria colectiva pudieran proyectarse sobre un tiempo profundo, merecía la pena intentarlo. La forma que intentamos durante el montaje fue marcar con esos tres tiempos un compás, que se repite varias veces a lo largo de la película. Así, el tiempo de rodaje acabó convirtiéndose en tiempo documental y, finalmente, en tiempo argumental. El cielo gira relata los hechos seleccionados y los momentos significativos de un trance de desaparición; los que se produjeron en Aldealseñor entre otoño de 2002 y junio de 2003, quedando así anclados en el tiempo y en la memoria.



El pintor
La trayectoria artística de Pello Azketa, nacido en 1949, merecería quizás, ella sola, la atención de un relato, un relato intempestivo, que tendría el valor de una parábola. Su búsqueda pictórica es un caso especial de dedicación y tenacidad. Al final de esa búsqueda está el logro de una técnica personalísima, que sólo le sirve a él y que obliga a replantear los presupuestos de lo que es mirar y ver, de lo que es objeto y sujeto, obviados en cualquier tratado básico de pintura. Durante los años 70, Pello Azketa formó parte de una fructífera generación de pintores de vanguardia que dio en llamarse Escuela de Pamplona y que desarrolló su investigación en diferentes direcciones (desde el expresionismo abstracto, caso del desaparecido Mariano Royo, hasta la simplificación minimalista y poética de un Pedro Salaberri). Azketa, sin embargo, persiguió siempre la exploración de un hiperrealismo aplicado al paisaje urbano y a los objetos humildes de la vida cotidiana, logrando en pocos años una colección de cuadros virtuosos de una técnica acabada y una poesía extraña y verdadera.

A comienzos de esa década, el pintor empezó a sufrir una enfermedad ocular que derivó en pocos años en una ceguera "prácticamente" completa.

En 1992, tras siete años de consultas médicas, el pintor volvió a situarse frente a un lienzo. Conservaba aún un resto de visión y una enorme, casi intacta, memoria visual y pictórica. Desde 1993, que señala el comienzo de esta segunda época del pintor, Pello Azketa no ha dejado de preparar exposiciones, cada uno o dos años. Generalmente se trata de colecciones monográficas que resultan después de hacer un viaje, del material fotográfico y de los apuntes in situ hechos en su transcurso.

La directora
Mercedes Álvarez dirigió en 1997 el cortometraje "El viento africano". A partir de 1998, centrándose en el lenguaje documental, participó en el Master de Documental de Creación de la Universidad Pompeu Fabra. Montadora del largometraje "En Construcción", película dirigida por José Luis Guerín que en 2001 obtuvo el Goya al mejor documental y el Premio Internacional del Jurado en el Festival de San Sebastián, entre otros premios. Como en el caso de "En construcción", el proyecto "El cielo gira" surgió también en el ámbito del citado Master de la UPF, con el apoyo de su director Jordi Balló, la colaboración de algunos de sus alumnos y la participación del ICAA, Canal +, Gobierno de Navarra, Gobierno Vasco y la Junta de Castilla y León.

El productor
JOSÉ MARÍA LARA
Miembro de la Junta Directiva de FAPAE desde el año 2002.
Miembro de la Junta Directiva de IBAIA desde el año 1999.
Presidente de la Asociación Tambor de Hojalata
Desde 1988, año de sus inicios en la producción ha producido más de treinta cortometrajes, que han participado y obtenido premios en numerosos festivales, y más de trece largometrajes.

1991 EL ANONIMO, vaya papelón... de Alfonso Arandia
1993 LOS AÑOS OSCUROS de Arantxa Lazkano
1994 JUSTINO, un asesino de la tercera edad de La Cuadrilla
1996 LA FABULOSA HISTORIA DE DIEGO MARIN de Fidel Cordero
1997 A CIEGAS de Daniel Calparsoro
1998 ATILANO, Presidente de La Cuadrilla con Manuel Manquiña
1998 PECATA MINUTA de Ramón Barea
1999 ASFALTO de Daniel Calparsoro
2000 TIME'S UP! de Cecilia Barriga
2002 FRANCISCA (¿De qué lado estás?)
2003 EL APRENDIZ DE DIABLO de Willi Huismann
2003 EL COCHE DE PEDALES de Ramón Barea
2004 25 GRADOS EN INVIERNO de Stéphane Vuillet
2004 EL CIELO GIRA, de Mercedes Álvarez