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  El arco  (Hwal)
  Dirigida por Kim Ki-duk
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Introducción
Un arco es una herramienta destructiva que permite llevar a cabo una persecución rápida, razón por la que se usa en la caza. Su imagen de fuerza y de tensión es amenazante y simboliza el poder de la autoridad. Parece un arma simple, pero su potencia y su alcance cambian enormemente según la tensión a que se someta la cuerda y sus extremos.

El director Kim Ki-duk no ve el arco según la definición que se encuentra en el diccionario, sino que reinterpreta su naturaleza y características en esta película. El director presta un significado múltiple al arco, desde una poderosa arma que mata para proteger el entorno contra amenazas foráneas, pasando por un instrumento musical para un ritual a través del que es posible la comunicación con el mundo, hasta una herramienta chamánica muy especial para leer el futuro. El arco es algo único; la duración de una vida depende de la tensión de la cuerda y del arco.

En el vasto océano sin límites, en un barco que nadie parece visitar,
vive un anciano con un arco, su otro yo, y la muchacha que ama.
El arco del anciano representa
la fuerza con la que protege a la muchacha del mundo exterior,
el consuelo con el que tranquiliza su mente,
la música con la que alegra a la muchacha que ama,
el deseo de lo que quiere poseer
y los tensos celos de algo que nunca será suyo.

Sinopsis
Un barco, semejante a un punto, flota en el mar. Una suerte de bandera blanca, sucia y manchada por el tiempo, está atada al mástil. Ondea al viento con energía, la misma energía que mueve al dueño del barco, un hombre de sesenta años. Atada al barco, hay una barca más pequeña de la que ondea una bandera de colores, tan alegre como una muchacha. Unos cuantos pescadores, sentados en un sofá de brillantes y llamativos colores instalado en el puente del barco, disfrutan con sus cañas. Hay una cara de Buda dibujada en una pared de la cabina con un columpio delante.

Hace diez años que una muchacha, ahora tiene dieciséis, vive con el hombre mayor y que le ayuda sirviendo bebidas a los pescadores. Algunos de ellos le lanzan miradas seductoras e incluso se atreven a tocarla, pero ella se limita a sonreír.

Cuando un hombre se propasa de verdad, el viejo pescador hace uso del arco para protegerla y el hombre la suelta. El viejo pescador también lee el futuro de sus clientes si ellos se lo piden. La muchacha se ata un trapo blanco a la muñeca y se sienta en el columpio delante del Buda. El viejo pescador se aleja y dispara una flecha hacia la muchacha. Lee el futuro a partir de la posición en la que cae.

La muchacha acepta con ingenuidad las atenciones del viejo pescador cuando le sirve el desayuno y la baña. El viejo pescador es testigo del cambio, la niña se hace mujer, y se despierta su deseo aletargado. Hace una marca en una fecha del calendario en la alcoba. Al lado, un corazón con la palabra "boda". Sólo faltan unos meses. Compra un nuevo par de zapatos de goma y los coloca en el armario que ya contiene varios artículos para la boda.

Un día, un grupo de pescadores llega al barco, es la primera vez que vienen. La muchacha no quita ojo a un joven universitario que ha acompañado a su padre a la partida de pesca. El joven universitario sube a bordo y ve a la muchacha, por la que siente una atracción inmediata. Al día siguiente, al despedirse con cierta tristeza, el universitario le regala un reproductor de CD. La muchacha acepta el regalo encantada, pero la mirada del viejo pescador se llena de amargura. Poco después, cuando encuentra a la muchacha escuchando música, tira el aparato al agua. Al anochecer, el viejo pescador intentar bañar a la muchacha, pero ésta no levanta la cabeza y no le mira. El viejo pescador se da cuenta de que la muchacha se aleja de él, le invade la tristeza y la angustia.

Al cabo de unos días, el joven universitario regresa al barco para visitar a la muchacha. Se miran con cariño. Durante la noche, la muchacha se cuela en la alcoba de invitados y los dos se besan. Aparece el viejo pescador que, furioso, echa al universitario del barco. Éste le dice que no debe mantener a la muchacha aislada, pero el viejo pescador no le hace caso.

El tiempo parece haberse detenido, los días no pasan. El viejo pescador arranca una hoja del calendario. Aparece la fecha de la boda. Está decidido. Sale al puente y echa a los pescadores disparándoles flechas. Luego va a la alcoba e instala la litera superior al lado de la inferior.

La muchacha ve al joven universitario acercarse en otro barco. El viejo pescador intenta impedirle que suba a bordo, pero la muchacha le aparta y ayuda al joven. Éste les enseña un informe de personas desaparecidas y les explica que los padres de la muchacha siguen buscándola. Desesperado, el viejo pescador apunta al universitario con el arco, pero la muchacha se interpone entre los dos. El chico le deja claro al pescador que se llevará a la muchacha al amanecer. El viejo pescador no contesta, se limita a tocar el arco como si fuera un instrumento de cuerda. Luego, cual sonámbulo, ata una larga cuerda a la barca de la muchacha.

Al amanecer, la muchacha y el universitario se preparan para irse. El viejo pescador aprovecha para atar la otra punta de la cuerda a su cuello. La barquita se aleja y la muchacha mira hacia el barco del pescador. La cuerda se tensa y empieza a estrangularle, arrastrándole hasta la barandilla. En la barca, el universitario aumenta la velocidad sin entender por qué la barca no se mueve. La chica se vuelve y ve la cuerda. Gira rápidamente la barca y regresa hacia el barco del pescador.

Justo cuando el viejo, asustado por la muerte, está a punto de cortar la cuerda con un cuchillo, se afloja, dejándole respirar de muevo. Llega la muchacha que le desata y le abraza, llorando. El viejo pescador se avergüenza de su miedo a la muerte y esconde la cabeza. El universitario les observa, inmóvil, consciente de que les une algo muy especial.

La muchacha desnuda al viejo pescador y le baña. Luego se pone el vestido de novia y se casan. Después de la ceremonia, los dos se alejan en la barca de la muchacha. El anciano la desnuda y se quita la ropa, pero se limita a abrazarla fraternalmente. Luego, la muchacha vuelve a vestirse y se duerme. El pescador se tira al mar, desapareciendo entre las olas.

Curiosamente, y a pesar de que la joven sigue dormida, la barca da media vuelta y regresa hacia el barco del pescador. La joven, que sigue durmiendo, está preciosa. El viento, guiado por el espíritu del viejo pescador, se mete debajo de su vestido, levantándolo, acariciándola. La joven abre las piernas, se mueve como si alguien estuviera encima de ella, alza los brazos como si abrazara a alguien. Su respiración se hace más fuerte. La barca llega al barco y el universitario baja para ver qué ocurre. Se acerca a la muchacha que le atrae hacia sí. Le abraza con fuerza y se mueve como si hiciera el amor. Alcanza el clímax y su cuerpo se relaja. El joven, sorprendido, se da cuenta de que el vestido está manchado de sangre.

Arranca el motor de la barca y pone rumbo a tierra. La chica se despierta y mira con tristeza el barco del viejo pescador. De pronto, el motor del barco se pone en marcha y sigue la estela de la barca. La alcanza y se coloca a su lado como para despedirse antes de hundirse lentamente. Lo último que queda sobre las aguas es la bandera blanca, que la joven recoge y ata a su barca.