Cinemanía > Películas > La caja Kovak > Comentario
Destacado: Paul Mescal es Lucio en 'Gladiator II' de Ridley Scott
  La caja Kovak  (The Kovak Box)
  Dirigida por Daniel Monzón
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

La película cuenta con un atractivo cartel internacional encabezado por Timothy Hutton (ganador del Oscar y el Globo de Oro al mejor actor de reparto por Gente corriente, y recientemente visto en títulos como Kinsey o La ventana secreta), Lucía Jiménez (Los dos lados de la cama, Silencio roto, La buena vida), David Kelly (Charlie and the Chocolate Factory, Despertando a Ned, El nido de Robin -TV-) y Gary Piquer (Romasanta, A los que aman).

El Laberinto de Kovak es un guión escrito por Daniel Monzón (también director) y Jorge Guerricaechevarría.

Daniel Monzón (El director)
Nacido en Palma de Mallorca en 1968, enseguida demostró que su debilidad y sus pasos profesionales se decantaban hacia el mundo del cine. A la edad de 8 años, ya dibujaba películas en el papel y las mostraba a sus vecinos proyectando las imágenes en un aparato anticuado de cine.

Daniel Monzón ha desempeñado una importantísima trayectoria en diferentes medios de comunicación, todos de primera línea. Entre sus trabajos como periodista y crítico destacamos: la revista Fotogramas, los programas de radio "Dos horas de nada" de Andrés Aberasturi, "La radio de Julia" de Julia Otero, además de ser el ayudante de director del programa de Televisión Española "Días de cine". En toda esta época, Daniel Monzón fue capaz de absorber una gran cantidad de cine.

Su paso al "otro lado" del mundo del cine llegó con Desvío al paraíso, un thriller del director y productor Gerardo Herrero. En este largometraje, Daniel Monzón desempeñó la labor de coguionista. A continuación, Monzón colaboró en el proceso del guión de películas de directores tan destacados como Álvaro Fernández Armero, Yolanda García Serrano y Santiago Segura.

Debutó como realizador de largometrajes con la película El corazón del guerrero, protagonizada por Fernando Ramallo, Joel Joan y Neus Asensi y en la que Daniel Monzón también fue el responsable del guión. El robo más grande jamás contado fue el segundo largometraje dirigido por Daniel Monzón y la película contaba con un reparto encabezado por Antonio Resines, Neus Asensi y Manuel Manquiña.

Notas del director
"Aún recuerdo la sensación que me produjo "Con la muerte en los talones" cuando la vi de niño. Era como deslizarse por un tobogán que te precipitaba al vacío, cada vez con más y más velocidad, y con la excitante incertidumbre de no saber qué tipo de caída te aguardaba al final. Afortunadamente, caías en blando. Pero no ocurría lo mismo en "Vértigo". La vi poco tiempo después y aún recuerdo su desenlace como uno de los más desgarradores de toda la historia del cine… No pude dejar de pensar en él durante meses. Creo que aún no me lo he quitado de la cabeza…

Siempre he adorado el cine de suspense. Siempre me ha gustado Alfred Hitchcock. Me encanta el thriller, las películas de género negro con un trasfondo moral y una pirueta visionaria que incluso, por qué no, incurra en la ciencia-ficción. Como "Blade runner", o "Doce monos". Dos buenos ejemplos de que las propuestas cinematográficas más modernas son siempre las que, en el fondo, o en la superficie, más se acercan a los clásicos. Mis intenciones a la hora de alumbrar mi propio thriller no eran las de "homenajear" a Hitchcock, ni a Orson Welles en "Sed de mal", ni a Terry Gilliam en "Doce monos", ni a David Fincher en "Seven", por recordar algunas películas muy diferentes que creo contienen el tipo de universo enrarecido, de romanticismo al límite, de ambigüedad moral que más me seducen de este género. Sin embargo, y es por eso que cito algunos títulos, mis intenciones sí tenían que ver con hacer disfrutar al público de un tipo de cine que siempre me ha hecho disfrutar a mí. Lo más honesto que un director de cine puede ofrecer a los espectadores es una porción de emoción que les haga sentirse vivos durante dos horas. Y no hay mejor forma de hacerlo que compartiendo las claves de un género que le ha sumergido a uno tantas veces en la emoción.
The Kovak Box nace como un tobogán por el que deslizarse con la excitación de la incertidumbre, una película de misterio, de suspense, en el sentido más clásico, pero con una inesperada curva en su descenso hacia los infiernos, una pirueta que termina por convertir esta "caja" laberíntica y claustrofóbica, en una fábula muy negra y muy próxima a nuestro removido siglo XXI. Un siglo en que la ciencia-ficción se ha convertido en la realidad cotidiana".