Cinemanía > Películas > Los managers > Comentario
Destacado: Paul Mescal es Lucio en 'Gladiator II' de Ridley Scott
  Los managers  Dirigida por Fernando Guillén Cuervo
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

Fernando Guillén Cuervo dirige por primera vez en solitario. La película está protagonizada por Enrique Villén (Crimen Ferpecto, Los lunes al sol), Manuel Tallafé (800 Balas, Airbag), Fran Perea (Los Serrano) y Paco León (Reinas).

Fernando Guillén Cuervo (El director)
Barcelonés, hijo de actores, su carrera artística comenzó como asistente de Dirección Teatral en el Teatro de Bellas Artes de Madrid, y desde entonces desarrolla una intensa labor profesional como actor tanto en los escenarios como en la pequeña y la gran pantalla.

Entre sus títulos como actor de cine destacan Vorvik, de Jose Antonio Vitoria, presentada en el Festival de Málaga 2005; Tiovivo c. 1950, del director José Luis Garci; Los novios búlgaros bajo la dirección del realizador Eloy de la Iglesia donde trabajó al lado de Pepón Nieto y Roger Pera, y El Caballero Don Quijote, dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón.

Año Mariano fue la película que Fernando Guillén Cuervo interpretó, co-dirigió y escribió junto a Karra Elejalde. Ha trabajado además en Nowhere, de Luis Sepúlveda; No te fallaré, con dirección de Manuel Ríos; Airbag, de Juanma Bajo Ulloa, donde también participó en la elaboración del guión; Boca a boca, dirigida por Manolo Gómez Pereira; Las edades de Lulú, de Bigas Luna; Boom Boom, dirigido por Rosa Vergès; y La ley del deseo, de Pedro Almodóvar.

Fernando Guillén Cuervo --que cursó estudios de Cinematografía en la Universidad Complutense de Madrid-- ha tenido otras importantes participaciones televisivas, en series como Tirando a dar, Javier ya no vive solo, Segunda Enseñanza o Turno de Oficio.

En teatro ha trabajado en obras como El vergonzoso en palacio, dirigida por Adolfo Marsillach, o Julio César, con dirección de Lluís Pasqual.

Notas del director
Los managers retoma la comedia transgresora, ágil, estrepitosa, cargada de acidez y malas maneras.

Cimentada básicamente sobre sus personajes principales y el hostil entorno del que son víctimas, sumerge a estos en un viaje sin rumbo en pos de un objetivo a todas luces dificultoso, donde los inconvenientes y dificultades que salen al paso prometen un destino más que lamentable, aunque como esto es un cuento, intentaremos que sea un cuento con final feliz, que para eso somos los autores, y para eso los personajes protagonistas se lo merecen:

Llenitos de humanidad, incentivados por la ilusión del éxito rápido, cuando han pasado ya el cambio de rasante y les queda poco tiempo para labrarse un futuro, influenciados por las quimeras televisivas, los ovnis, el karaoke, las coplas, los americanos, los concursos, Bisbal, los Mercedes, el Festival de Benidorm, deciden sacarle provecho a unos chavales con los que comparten barrio y cultura, pero con unos cuantos años de diferencia entre recreo y recreo.

También se merecen ese final feliz los dos chavales, Pipo y David, que son embaucados por estos dos vividores en una gira musical muy alejada de su concepto de hacer música, obligados por las circunstancias a cantar standards por bingos, terrazas y pueblos de mala muerte, alejados de su padre y su trabajo en pos de un prometido éxito y mucho más cercanos a acabar en un calabozo que en una discográfica.

Reflejo hiperrealista y paródico de la sociedad en que vivimos, la historia arrastra a los protagonistas, como le ocurriera a Alicia, rodeándolos de estrafalarios y divertidos personajes y adentrándolos en el mundo de las ferias y los feriantes, las calurosas giras, los concejales, los moteles y algún que otro contratiempo de orden más estimulante, como la abducción de uno de los personajes por una quizá soñada nave o la detención del grupo por parte de los Marines de una Base americana. Películas como “Los Blues Brothers”, “Los Productores”, “Año Mariano” casi siempre cabalgadas por grandes personajes de extracto social miserable, mucha mala suerte y encantadores a la par que desastrosos.

Películas que nos transmiten el tono mordaz y ácido, crítico con la sociedad y en el fondo, cargado de autocrítica, pero cubiertas con un manto de ingenuidad y buen humor, inteligente y sutil, aconsejable, dicho sea de paso, para todos los públicos.

En este sentido la historia es fiel heredera de la picaresca española, que también parte de un entorno social marcado por la necesidad, y siempre cargada de soterrada crítica, humor punzante y épicos viajes tragicómicos.

La banda sonora
Accede a la información sobre la banda sonora Los managers BSO.