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Destacado: Un grupo de inadaptados busca su destino en 'Mufasa: El Rey León'
  Pasado de vueltas  (Talladega nights)
  Dirigida por Adam McKay
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Ricky Bobby (Will Ferrell) siempre ha soñado con conducir rápido —muy rápido— como su padre, Reese Bobby (Gary Cole), que abandonó a su familia para perseguir su sueño en las carreras. Al principio, la madre de Ricky, Lucy Bobby (Jane Lynch) se preocupaba por que su hijo también estuviera destinado a convertirse en un temerario sobre ruedas.

Ricky Bobby se introduce por primera vez en los circuitos de carreras como "jackman" (persona responsable de levantar los coches para el cambio de neumáticos) para el descuidado piloto Terry Cheveaux (ADAM Mckay) y, accidentalmente, consigue su gran oportunidad para pilotar cuando Cheveaux hace una parada no programada en una carrera para zamparse un sándwich de pollo. Ricky salta dentro del coche y... empieza la balada de Ricky Bobby.

Ricky se convierte rápidamente en una de las grandes estrellas de NASCAR, apoyado por sus chicos de boxes —el gran jefe de equipo Lucius Washington (Michael Clarke Duncan), un trío de imbéciles adorables aunque miembros leales del equipo, Herschell (David Koechner), Kyle (Ian Roberts) y Glenn (Jack McBrayer), además de su compañero en las carreras y mejor amigo de la infancia, Cal Naughton, Jr. (John C. Reilly). Todos ellos forman parte del equipo Dennit Racing, presidido por el millonario Dennit Senior (Pat Hingle) y su pedante hijo, Dennit Junior (Greg Germann), cuyos celos hacia Ricky Bobby aumentan con cada victoria.

En poco tiempo, Ricky Bobby se ha colocado en lo más alto del mundo. Tiene todo lo que un piloto de la fórmula NASCAR podría desear —una mujer espectacular, Carley (Leslie Bibb), una mansión en la orilla de un lago, dos hijos traviesos, Walker (Houston Tumlin) y el Ranger de Texas (Grayson Russell), una gran confianza por parte de sus patrocinadores y una serie de victorias desde Daytona hasta Darlington.

Su filosofía de "ganar a cualquier precio" le ha convertido en un héroe nacional. Pero, pronto se dará cuenta de que, en las carreras, como en la vida, hay que tener mucho cuidado con las curvas.

Después de que un espeluznante accidente mande a Ricky Bobby al hospital, éste se acobarda y pasa un momento muy duro. Cuando su amigo Cal se queda con su mujer y con su carrera, Ricky Bobby le da la espalda a las carreras y se lleva a sus hijos de vuelta a su pequeño pueblo para vivir con su madre.

Pero Ricky no está hecho para la vida lenta lejos de los circuitos y pronto se desanima. A regañadientes, su madre se dirige a la única persona que cree que puede ayudar a su hijo —su padre separado Reese Bobby. Todavía tiene un par de trucos de piloto para ayudar a Ricky a superar el miedo a conducir.

Ricky Bobby hará cualquier cosa para encontrar el camino de vuelta hacia lo más alto, sean cuales sean los obstáculos que le ponga la vida.