Mireia Ros (Director)
Tras una amplia experiencia como actriz de cine, teatro y televisión, debuta como directora en 1996. Ha dirigido El Triunfo (2005), El Zoo d'en Pitus (2000), Junts (1998), y La Moños (1996), largometraje nominado a los Premios Goya 1998 a la Mejor Dirección Novel.
Nota de la directora
Años 80. Un barrio de supervivientes.
El Triunfo es una película de género, con "olor a mafia". Una historia en la que se fusionan el drama, el romanticismo y la acción al ritmo de la rumba.
El Triunfo es una película de claro-oscuros, de calles estrechas de paredes grises y húmedas, ropa tendida en los balcones, ruido de transistores y olor a refrito, solo iluminada por los colores chillones del vestuario sintético de la época.
La rumba es el hilo conductor y el alma de El Triunfo. La banda sonora combina clásicos de la rumba con hits populares de la época y temas originales que interpretan Nen y sus amigos, Palito, Topo y Tostao.
Porque El Triunfo es rumba en el lenguaje de las imágenes, en los planos, que siguen su ritmo, que se convierten en música y saben observar en silencio cuando hay que escuchar a los personajes.
En realidad es la historia la que impone el ritmo a las imágenes. Una historia rica en situaciones, miradas, canciones y muchos silencios, en la que la tensión se corta con papel de fumar.
Y los personajes tienen rostros reales, pómulos hundidos, ojos saltones y miradas sedientas de comprender, o quizá olvidar, la realidad que los envuelve, buscando una salida que no encuentran, a la desesperada. Y también belleza: la pueril y sexual de Susi (Marieta Orozco) y la sensual y lejana de la Chata (Ángela Molina), ya en la madurez. Y el magnetismo de Nen (Farruco), con su amor por la música y la carga del recuerdo de su padre. Y el señorío y el temple de Gandhi (Juan Diego), el jefe del barrio.
El Triunfo es la historia de una muerte anunciada, de una venganza, de la transformación de un barrio, de dos hombres... y de una mujer, de una leyenda y de una traición, de una amistad, de los buenos tiempos y de los malos.
El Triunfo es una historia que caminaba por el barrio, lentamente, despacito "visto ahora, y con el tiempo, me doy cuenta de que yo ya lo sabía".
Todo esto es lo que me atrapó de la novela de Francisco Casavella y la razón por la que decidí embarcarme en la aventura de llevarla a la gran pantalla.