Drama histórico de Milos Forman, protagonizado por Javier Barden (Mar Adentro), Natalie Portman (Star Wars, Closer) y Stellan Skarsgard (El indomable Will Hunting). Saul Zaentz produce a partir de un guión del propio Forman y de Jean-Claude Carriere (Birth).
Forman y Zaentz ya habían colaborado anteriormente en las oscarizadas Alguien voló sobre el nido del cuco y Amadeus. Alguien voló sobre el nido del cuco recibió nueve nominaciones a los Óscar, haciéndose con cinco estatuillas, entre las que se encuentra el Óscar a Mejor Película y Mejor Director. Amadeus estuvo nominado a 11 Óscars, de los que obtuvo ocho, incluyendo Mejor Película y Mejor Director.
La anterior película de Forman había sido Man on the Moon. También ha dirigido El escándalo Larry Flynt, Ragtime y Hair, entre muchas otras. Saul Zaentz cuenta entre sus últimas producciones con El paciente inglés, que arrasó en los Óscar de 1996 con 12 nominaciones y nueve premios.
Jean-Claude Carriere ha colaborado con Milos Forman en Valmont y Juventud sin esperanza. Es autor de más de 100 guiones, entre los que encontramos El discreto encanto de la burguesía de Buñuel o Ese oscuro objeto de deseo.
El director de fotografía, Javier Aquirresarobe, obtuvo el Goya en 2005 por Mar Adentro. La oscarizada Patrizia Von Brandenstein (Amadeus) es la diseñadora de producción. Su trabajo más reciente es All the Kings Men, que se estrenará en septiembre de 2006. El vestuario está diseñado por la oscarizada Yvonne Blake (Nicholas y Alexandra), ganadora también del Goya 2005 por El puente de San Luis Rey.
La idea de rodar una película sobre el genial Francisco de Goya y la Inquisición española se le ocurrió por primera vez a Milos Forman hace más de 50 años, mientras estudiaba en la Checoslovaquia comunista.
"La verdad es que la cosa no empezó con Goya", recuerda Forman. "Empezó mientras estudiaba en la escuela de cine. Leí un libro sobre la Inquisición española y un caso en el que habían acusado falsamente a una persona de un crimen".
"Pensé que podría ser el núcleo de una historia maravillosa. Existían numerosos paralelismos entre la sociedad comunista en la que vivía y la Inquisición. Por supuesto, sabía que jamás podría rodar una historia de ese tipo en Checoslovaquia, precisamente por las muchas similitudes. Así que me olvidé de la idea
de momento".
Pero las buenas ideas nunca mueren, aunque parezcan palidecer temporalmente. Se quedan en el subconsciente, al igual que sucedió con ésta. Treinta años después volvió a emerger, en Madrid, donde Forman y el productor independiente Saul Zaentz promocionaban Amadeus, su segunda colaboración ganadora de un Óscar, casi 10 años después de su primer triunfo, Alguien voló sobre el nido del cuco.
"Milos y yo estábamos en la calle, junto al Museo del Prado, y me dijo que nunca había visto el famoso Jardín de las delicias de El Bosco, uno de los tesoros más preciados de El Prado", recuerda Zaentz.
"Pero El Prado aloja también muchas otras obras maestras, incluyendo la más grande colección de obras de Goya, y las estuvimos mirando. Yo ya las conocía, pero no las había tenido delante nunca. Eran increíbles. Hubo una que nos dejó sin palabras. Era un cuadro de un perro. Si se ve en un libro, se piensa que debe ser del tamaño de una pantalla de cine, por lo maravillosamente bien que está hecha. En la realidad, descubres que no es nada grande, quizás de metro y medio, pero la verdad es que no te defrauda. El perro te toca la fibra, y te llevas su imagen en la retina".
Forman se quedó fascinado con Goya. "Me sobrecogieron las pinturas, ya no podía dejar de pensar en ellas", nos cuenta. "Estaba convencido de que Goya fue el primer pintor moderno. Y ahora, más que nunca, deseaba rodar una película sobre él".
Durante la visita al Prado, Forman le relató a Zaentz el incidente sobre la Inquisición que había leído tantos años atrás, y debatieron la idea de hacer una película que hablara de la Inquisición y Goya. A Zaentz le pareció que el resultado podría ser maravilloso.
Desde el principio, Forman y Zaentz quisieron contar con Javier Bardem, pensando que sería perfecto como Goya. "Javier es, sin duda, uno de los mejores actores en activo", señala Zaentz. "Al principio lo veíamos como Goya, y planificamos una reunión con él en el Hotel Ritz, junto a El Prado. Nos encantó verle en recepción, y mucho más que nos dijera '¡Me muero por hacer una película con vosotros!'".
Sin que Bardem lo supiera, la concepción del personaje de Goya iba cambiando en el guión. Ahora era el personaje de ficción de Lorenzo, no el de Goya, quien emergía como protagonista.
"Todos entendimos, tras numerosas discusiones, que nuestra historia no funcionaría con Goya como persona principal", cuenta Zaentz. "Era esencial para la historia, pero no era el protagonista principal".
El Hermano Lorenzo sí lo era, y Forman quiso que Bardem lo interpretara. "Cuando Javier nos preguntó varios días después que cómo iba la película, le contamos que había pasado algo que iba a afectar a su papel, pero que no incidiría en el impacto que tendría en la película", dice Zaentz. "Estaba intrigado. Pero, en lugar de deshacernos en explicaciones sobre lo que queríamos, le dijimos que le enviaríamos el guión completo para que viera él mismo los cambios y comprendiera la lógica de por qué pensamos que debería interpretar al Hermano Lorenzo".
A las pocas horas de leer el guión, Bardem telefoneó a Forman y a Zaentz para comentarles sus impresiones. "Me encanta Lorenzo", dijo, y accedió a interpretar ese papel.
El casting para el papel de Goya enfrentó entonces a los cineastas con un desafío en particular: Forman pensaba que el actor que interpretara Goya tenía que tener un atributo ante todo: "No quería que el actor que interpretara a Goya fuera alguien conocido", nos cuenta el director. "No me importaba que los personajes ficticios, Lorenzo o Inés, los interpretara alguien famoso. Pero Goya... Goya tenía que salir de la nada. Ser algo inesperado. No nos tenía que sonar de nada".
"Recuerdo que Milos y yo volvíamos a América en avión", dice Zaentz. Milos estaba viendo una película, una mala, una secuela de El exorcista, y se giró y me dijo: "Ahí está Goya". Y yo le contesté: "¿Dónde?". Milos señaló la pantalla y a Stellan Skarsgard, uno de los protagonistas.
A Skarsgard le encantó que le propusieran el papel. "Físicamente, soy muy diferente a Goya", dice Skarsgard. "Pero, por supuesto, no intentamos mostrar al Goya de la vida real, es una película de ficción".
"Cuando fui a París a conocer a Milos y a Jean-Claude (el guionista) me sorprendió descubrir que querían que participara no porque hubieran visto mi trabajo, sino porque habían visto una foto mía y decían que me parecía a una de las chicas de los cuadros", cuenta Natalie Portman. "Me interesaba e intrigaba conocerles, aunque también me intimidaba, claro, porque me encantan las películas de Milos. Estaba preparada para leer o hacer una prueba para el papel, lo que ellos quisieran. Y cuando me ofrecieron el papel me volví loca. Inés vive una época histórica de la que no conocía nada. Era totalmente distinto a todo lo que había hecho antes".