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  Copying Beethoven  Dirigida por Agnieszka Holland
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Protagonizada por Ed Harris y Diane Kruger, ,a película se centra en los últimos días de la vida de Beethoven: un periodo turbulento en el que su lucha contra la sordera, la soledad y los traumas familiares le inspiraron profundamente para su Novena Sinfonía, que puede considerarse la más grandiosa jamás compuesta.

Dirigida por Agnieszka Holland (El jardín secreto, Europa, Europa), es una coproducción entre el Reino Unido y Hungría de Sidney Kimmel Entertainment (SKE) y Film & Entertainment VIP 2 Medienfonds. Los productores son Sidney Kimmel y Michael Taylor, y los productores ejecutivos Marina Grasic, Andreas Schmid y Andreas Grosch. Escrita y producida por Stephen Rivele y Christopher Wilkinson (Ali, Nixon), la película está interpretada también por Matthew Goode (Deseando libertad), Ralph Riach (The Canterbury Tales, para televisión) y Bill Stewart (Ana y el rey). Los exteriores fueron rodados en Hungría.

Entre los creadores de esta película se encuentran el productor de la SKE Victor Teran, el jefe de producción Ronaldo Vasconcellos (Lock & Stock), la directora de fotografía Ashley Rowe (Alfie), la directora artística Caroline Amies (Carrington, En el nombre del padre) y la diseñadora de vestuario Jany Termime (películas de Harry Potter).

Acerca de la historia
1824. Es la víspera del estreno de la Novena Sinfonía de Beethoven y las partes aún no están listas. El editor musical Wenzel Schlemmer (Ralph Riach) necesita encontrar urgentemente a un copista que termine el trabajo, y la joven Anna Holtz ofrece una ventaja: está libre. Aún sabiendo que Beethoven, enfermo y cascarrabias, detesta trabajar con mujeres, Schlemmer no tiene más remedio que contratarla. Anna, que considera la situación como una oportunidad que Dios le ha dado de mostrar su trabajo al famoso compositor, acepta entusiasmada.

"En aquella época muy pocas mujeres desarrollaban una profesión, así que dejar a su familia y su ciudad para estudiar composición musical es una decisión muy valiente por parte de Anna", explica Diane Kruger. "Ella no tiene miedo de lo que Beethoven piense de ella, aunque, naturalmente, se siente intimidada por lo que él representa".

En uno de sus primeros encuentros, al enterarse de las expectativas de Anna respecto a la música, Beethoven intenta intimidar a la entusiasta alumna diciendo: "Una mujer compositora es como un perro que camina con las patas traseras: nunca lo hace bien, pero uno se sorprende de que sea capaz de hacerlo".

Anna se adentra con valentía en el fascinante mundo de Beethoven, ayudándole en sus frenéticos esfuerzos por llegar a los más profundos recovecos de su talento. Esta experiencia influye enormemente en Anna y en su destino.

"Beethoven es de esos personajes extraordinarios de los que todo lo que se haya podido oír es cierto, o al menos la mayoría", explica Agnieszka Holland, directora de la película. "Él cambió el concepto mismo de música, acabó con las reglas, las convenciones (y la paciencia de algunos de los que trabajaron con él)".

Grandilocuente, brillante, generoso, implacable y a la vez bondadoso, Beethoven dominó el panorama cultural europeo del primer cuarto del siglo XIX. A diferencia de sus antecesores, como Mozart, Beethoven gozó de una gran reputación durante su vida.

"Beethoven fue el primer músico independiente de la historia", señala el guionista Christopher Wilkinson. "Componía según sus normas, no dependía de nadie, como era costumbre hasta entonces, no dependía de un trabajo a sueldo para la iglesia o la familia real. Creía que el talento debía valorarse por encima de los linajes y los títulos, un pensamiento muy radical para aquella época".

Una conocida cita del musicólogo Harold C. Shoenberg en su libro Lives of the Great Composers (Vidas de los grandes compositores) dice que mientras que Mozart orbitaba alrededor de la aristocracia, "Beethoven abría las puertas a patadas, irrumpía y se ponía cómodo".

Ed Harris dice: "Es el músico más grande que haya pisado el planeta. Una fuerza fluía a través de él, y sufría tormentos inimaginables para poder escribirla de la manera en que la sentía, de una manera abierta y franca".

La película introduce al espectador en la silenciosa soledad de la vida de Beethoven a través de los ojos de Anna Holtz, un personaje ficticio basado en personas reales de la vida de Beethoven o del panorama musical europeo de la época.

Stephen Rivele, guionista y productor, comenta: "El mayor reto de crear una historia sobre los últimos años de la vida de Beethoven ha sido que realmente no tenía a nadie con quien hablar: padecía una sordera profunda que dificultaba sus relaciones. Anna nos abre la puerta de su mundo".

Rivele explica que entre las personas reales en que está inspirado el personaje de Anna se encuentran dos estudiantes de música austriacos que trabajaron con el copista que Beethoven había tenido toda la vida. Christopher Wilkinson menciona también a otras dos personas que sirvieron de inspiración: una compositora asentada en Francia, Lorenc Ferenz, que estuvo muy influenciada por la música de Beethoven, y otra mujer que protagonizó un sencillo acto de devoción que pasó a la historia.

"Al comenzar a documentarme me llamó la atención la famosa historia de una mujer que subió al escenario y dio la vuelta a Beethoven para que viera de frente el clamoroso aplauso del público al concluir la Novena Sinfonía", nos explica Wilkinson. Algunos expertos afirman que aquella mujer fue Caroline Unger, una de las cantantes. "Eso nos dio la idea de tratar la historia desde la perspectiva imaginaria de una persona muy cercana a Beethoven".

La música de Beethoven arrastra a Anna cada vez más dentro de la mente de su creador, revelando el torbellino de ingenio que alberga. Aunque Beethoven era una persona de naturaleza gregaria y sociable, su creciente sordera y las angustias lo llevaron a aislarse cada vez más. La música que compuso durante aquella época, reflejo de su estado de ánimo, fue considerada como demasiado seria por el público vienés, que prefería la frivolidad de la ópera italiana.

"Cuando estaba a punto de estrenar su Novena Sinfonía, Beethoven ya no gozaba del favor del público de Viena", explica el asesor musical de la película, Piotr Kaminski. "Habían pasado años desde su última sinfonía, y el público ya no estaba tan interesado en la música instrumental. Beethoven tuvo la audacia de añadir voces a la sinfonía, lo que supuso un escándalo y a la vez sirvió de reclamo para el público. La Novena supuso uno de los regresos más apoteósicos que jamás haya hecho una estrella".