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  Una historia de Brooklyn  (The Squid and the Whale)
  Dirigida por Noah Baumbach
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Una historia de Brooklyn ha sido escrita y dirigida por Noah Baumbach, nominado al Oscar por el Mejor Guión Original. Entre otros premios, la aclamada película ha recibido nominaciones a los Globos de Oro en la categoría de Mejor Película -Musical o Comedia-, Mejor Actor -Musical o Comedia-, para Jeff Daniels, y Mejor Actriz –Musical o Comedia-, para Laura Linney. “Una historia de Brooklyn” también se proyectó en el Festival de Cine de Sundance de 2005, donde Baumbach se llevó dos grandes premios: el Waldo Salt al Mejor Guión y el premio a la Mejor Dirección Dramática.

También aparecen en la película Anna Paquin, la joven estudiante que se muda a la destartalada casa adosada de Bernard en Brooklyn, y William Baldwin, el profesor de tennis que da clases a los hijos de los Berkman, y que de paso se ve con su recién separada madre.

Wes Anderson y Peter Newman son los productores de la película, junto con Charles Corwin y Clara Markowicz. La dirección de fotografía corre a cargo de Robert Yeoman. El diseño de producción es obra de Anne Ross y Tim Streeto se encarga del montaje. Samuel Goldwyn Films y Sony Pictures Entertainment presentan la película.

Desde la primera escena, un partido de tenis entre padre e hijo y madre e hijo, queda claro que la familia Berkman tiene problemas. Amor, enfado y lealtades divididas se ponen de manifiesto, y en los siguientes meses los niños van a ir de una casa a otra como pelotas de ping pong, el único entretenimiento en la abandonada casa de su padre al otro lado del parque.

Mientras que Walt idolatra a su padre, un hombre dogmático, y el pequeño Frank se pone de parte de su madre, una persona demasiado abierta, es la olvidada imagen del diorama del calamar y la ballena en el Museo de Historia Natural lo que hace que un adolescente en apuros vuelva a sentir el calor, si bien pasajero, del hogar.

Sobre la producción
Noah Baumbach ha escrito y dirigido ”Kicking and screaming” y “Mr. Jealousy”, también ha coescrito “Life Acuatic”, así como “Fantastic Mr. Fox”, en el que ha trabajado junto al director y guionista Wes Anderson.

Para su tercer trabajo en solitario, Baumbach ha elegido una historia inspirada e influenciada por su infancia en Brooklyn, Nueva York. En un principio Baumbach pensó en escribir sobre dos hermanos de unos treinta años, que se enfrentan con carácter retroactivo al divorcio de sus padres, pero el guión tomó forma cuando empezó a pensar en la historia desde la perspectiva de una persona más joven.

"Fue un cambio significativo para mí y me sentí liberado en muchos aspectos -me permitó conectar de una forma más directa-", añade. "Luego, empecé a escribirlo desde el punto de vista de los padres. De repente, se había convertido en una película sobre la familia", comenta Baumbach.

El magnífico reparto, encabezado por Jeff Daniels y Laura Linney, explora una época memorable de los años ochenta en la que los matrimonios se resentían por un cambio de los valores, de los deseos personales y de las expectativas laborales.

"Era fabuloso trabajar con el reparto. Todos se metieron de lleno en el papel. Jeff encarnó a Bernard tan maravillosamente que empecé a experimentar una transferencia psicológica con él y comencé a admirarle como admiraba Walt a Bernard. Fue algo sobrecogedor", afirma Baumbach.

Para Baumbach una de las principales preocupaciones del reparto de una película que depende tanto de la interpretación de jóvenes actores era encontrar unos chicos que resultaran naturales y verosímiles. Los productores se afanaron en una búsqueda exhaustiva de nuevos talentos y con la ayuda del director de reparto, Douglas Aibel, hicieron castings en colegios e institutos del área metropolitana de Nueva York. Ya se había tomado la determinación de no utilizar jóvenes actores famosos, por lo que se hizo pruebas a cientos de chicos desconocidos.

"Me llevaba a casa las cintas de las audiciones, se las enseñaba a mi chica y las comentábamos", dice Baumbach. "Muchos niños eran buenos, pero no increíbles, y ella me dijo: ‘Necesitas a alguien como Owen’, que es el hijo de unos amigos nuestros. ‘Es tan listo, creativo y tan espontáneo, es supernatural.’ Así que fuimos a cenar con nuestros amigos, me armé de valor y se lo pedí a los padres de Owen, y aceptaron".

Owen llegó, leyó y se llevó el papel del niño de doce años, Frank Berkman. "Lo que es increíble de Owen es que tiene verdaderas dotes interpretativas y al mismo tiempo aporta al papel mucha de la autenticidad que hay en él", dice Baumbach. "Mi personaje pasa por momentos difíciles y se comporta de manera extrema a lo largo de la película. Creo que las escenas más dramáticas fueron realmente las más divertidas de rodar", comenta Owen.

El casting para el papel de Walt, el hermano de dicieséis años de Frank, fue igualmente difícil. "Es un personaje lleno de matices. Tuve que ver a un montón de chicos porque algunos de los actores lo hacían bien al principio, pero luego, en otras escenas que mostraban otros aspectos del personaje, no tanto", recuerda Baumbach.

Encontrar a la actriz apropiada para interpretar a Joan Berkan puede que haya sido la parte más sencilla del proceso de selección del reparto. Lauran Linney fue la primera persona seleccionada y ha seguido involucrada en el proyecto a lo largo de un eterno período de preproducción. "Le enseñé el guión muy pronto", dice Baumbach. "Costó mucho conseguir que se hiciera la película y Laura estuvo al pie del cañón todo el tiempo. Saber que contaba con Laura hizo que me sintiera mejor durante el complicado proceso de búsqueda de financiación", añade Baumbach.

"Me encantaba que la película tuviera tantas lecturas", comenta Laura. "La encontraba a la vez extremadamente emotiva y divertida. Es un estoico pero cariñoso retrato de personajes imperfectos. Le dije a Noah, ‘cuando estés listo para rodadar, allí estaré’".

En la búsqueda del actor para interpretar al atormentado patriarca, Bernard Berkman, hubo un antes y un después cuando Newman recibió una llamada del director Wayne Wang. Wang, que había dirigido “Smoke”, producida por Newman también en Brooklyn, le habló con entusiasmo de Jeff Daniels, el protagonista de su película “Mi mejor amigo”. "Noah se reunió con Jeff y fue en ese momento cuando el proceso empezó realmente a tomar forma", afirma Newman.

"Jeff era un actor que siempre me había gustado", dice el director. "Me encantó en “La rosa púrpura del Cairo” y en “Algo salvaje” y más recientemente en películas como “Las horas” y “Deuda de sangre”. Puede ser realmente divertido, pero es un actor muy sencillo y verosímil. El personaje que interpreta es gracioso, pero también transmite mucha tristeza y dolor. Parece que Jeff no hace nada, es un poco como Spencer Tracy, hace que parezca que no le cuesta ningún esfuerzo".

"Nunca vi a Bernard como alguien comprensivo o incomprensivo. Me atraía el reto de interpretarlo tal y como era; no era ni lo uno ni lo otro", comenta Daniels. "Me encantaba el desconocimiento que tenía Bernard de la opinión que tenía la gente de él. Absorto en un continuo ensimismamiento, ignoraba totalmente el efecto negativo que tenía en cuantos le rodeaban y se regocijaba en su genialidad siempre y cuando tuviera un público de una o más personas. Al ser un hombre que ha pasado la mayor parte de su vida ensimismado en sus historias, a la hora de relacionarse es un desastre. A pesar de todo, en algún resquicio dentro de todo ese ensimismamiento propio de un escritor, probablemente sabía la verdad de sí mismo, pero eso era algo que, como la mayoría de las cosas que no fomentaban su autoestima, apartaba de su mente rápidamente", añade Daniels.