Paul Weitz (guionista y director de In Good Company/Algo más que un jefe, codirector y coguionista, nominado por la Academia, de Un niño grande, y codirector de American Pie) dirige la cámara hacia una nación obsesionada por la fama instantánea, la celebridad inmediata y la cultura propagandística.
Los primeros papeles de AMERICAN DREAMZ / SALTO A LA FAMA están repartidos entre una impresionante lista de talentos como Hugh Grant (Un niño grande, El diario de Bridget Jones), Dennis Quaid (In Good Company/Algo más que un jefe, The Rookie/El novato), Mandy Moore (¡Salvados!, Un paseo para recordar), Marcia Gay Harden (Mystic River, Pollock), Chris Klein (Solo amigos, American Pie), Jennifer Coolidge (Una rubia muy legal, American Pie) y Willem Dafoe (Spider-Man, Plan oculto).
Completan el reparto jóvenes cómicos de la talla de Judy Greer (El sueño de mi vida), John Cho (Dos colgaos muy fumaos), Seth Meyers ("Saturday Night Live") y Shohreh Aghdashloo, nominada a un Oscar, (Casa de arena y niebla), a los que acompañan los recién llegados Sam Golzari y Tony Yalda.
Conocido por su afectuosa aunque satírica mirada a los adolescentes en pleno desarrollo hormonal en American Pie, a la falta de madurez en Un niño grande, y a la cambiante cara de la cultura empresarial en In Good Company/Algo más que un jefe, Paul Weitz ha dirigido una comedia sacada directamente de la cultura popular actual, AMERICAN DREAMZ / SALTO A LA FAMA, en la que una nación con deficiencia de atención crónica se queda pegada al televisor.
Está escrita, producida y dirigida por Paul Weitz. Los otros dos productores son Rodney Liber (Juegos salvajes/Wild Things) y Andrew Miano (In Good Company/Algo más que un jefe). Los productores ejecutivos son Chris Weitz (las diversas entregas de American Pie) y Kerry Kohansky (In Good Company/Algo más que un jefe).
El equipo detrás de la cámara está compuesto por el director de fotografía Robert Elswit (Buenas noches y buena suerte), el diseñador de producción William Arnold (Shopgirl), la diseñadora de vestuario Molly Maginnis (Mejor... imposible), el montador Myron Kerstein (Algo en común) y el compositor Stephen Trask (The Station Agent/Vías cruzadas),
Soñando el sueño americano: Paul Weitz en busca de inspiración
Para el director Paul Weitz, la génesis de su último proyecto empezó a partir de una idea molesta: los sueños incumplidos. Recuerda: "Me interesaba hacer una película acerca de un aspecto central de la identidad estadounidense, la idea de que todos debemos tener un sueño. Debemos desear más de lo que ya tenemos".
Según el guionista y director, se sentó ante su mesa y escribió "una comedia absolutamente loca sobre la idea de que todo el mundo en Estados Unidos tiene un sueño y de cómo esta 'gran idea' puede sacar de quicio a nuestra cultura".
Para el director y su equipo en Depth of Field Productions, hacer una película satírica era andar en terreno conocido. Ya se habían enfrentado a temas sociales en películas como las varias American Pie, Un niño grande y en In Good Company/Algo más que un jefe. Pero el extraño clima social y político de estos últimos años les ofrecía un jugoso tema: la naturaleza cambiante de la "realidad" desde el punto de vista del entretenimiento, mientras que la realidad "real" amenaza con derivar hacia el caos.
"Parte de la inspiración me vino de mi fascinación por la cultura pop y del hecho de que la gente se obsesiona por el programa de televisión 'American Idol' y, mientras tanto, los acontecimientos mundiales son cada vez más espeluznantes", explica Paul Weitz.
El productor Andrew Miano, que se asoció con los hermanos Paul y Chris Weitz en 1999, dice que el director "quería hacer una película que indagara en nuestras obsesiones culturales. Quería escribir un guión con una orientación pop y política a la vez".
El reparto
Varios miembros del reparto ya habían trabajado anteriormente con los hermanos Weitz y estaban encantados de poder repetir. Paul Weitz dice, hablando de las pruebas de reparto: "Era como un sueño febril, todas aquellas personas a las que conocía interpretando a auténticos chalados".
El director recuerda: "Mandé el guión a Hugh. Creo que no le sentó muy bien, pero también le intrigó. Hugh tiene un sentido del humor muy cínico, muy ácido y lo usa en esta película".
El concepto gustó a Hugh Grant desde el principio: "Me atrajo ese lado oscuro que funciona tan bien porque está mezclado con un inesperado calor y cariño". Hablando de su trabajo con el director, el actor dice: "Paul siempre ha sabido sintonizar con mi lado más oscuro, creo que le divierte. Me dijo que había añadido una dosis de oscuridad y angustia existencial en el papel y me apeteció mucho interpretarlo".
Tampoco fue difícil convencer a Dennis Quaid para que interpretara a Joe Staton, el presidente de Estados Unidos. Bastó con una conversación telefónica entre el director y el actor.
"Me pidió que hiciera el papel de presidente", cuenta el actor, "y acepté antes de leer el guión. Es un director con mucho talento, no iba a perder la oportunidad". Y añade: "Paul puede ser muy satírico, pero sus historias siempre tienen corazón. Los personajes no son caricaturas, no son mezquinos. El presidente es un hombre con sentimientos, lo que le convierte en un personaje interesante. Me intrigaba interpretar las dos caras del personaje, la pública y la privada".
En cuanto a su creación, Dennis Quaid dice: "No quería imitar a nadie. Puse un toque de Bush, pero el presidente Staton es muy particular. También tiene algunos rasgos de Reagan, de Clinton y de otros presidentes a los que he observado".
El director esta de acuerdo: "Dennis pone mucho empeño en lo que hace, pero una parodia de Bush habría sido aburrida".
La actriz y cantante Mandy Moore interpreta a la manipuladora Sally Kendoo, que hace uso de todas sus artes para llegar a la final de "American Dreamz".
Paul Weitz dice, riendo: "Sally no está bien de la cabeza. Está dispuesta a todo con tal de ser famosa". Para ese papel, era necesario una actriz capaz de ser dulce, tierna y, a la vez, fría y calculadora. "Escogí a Mandy porque estoy convencido de que ganaría el concurso", dice el director. "Es muy dulce. Me pareció interesante darle un papel de mala".
"Mientras preparaba la película", dice la actriz Mandy Moore, "imaginé que mi personaje nunca se había perdido un programa, que lo sabía todo de Martin Tweed. Por eso, cuando consigue pasar la criba y viaja a Hollywood, ya lo tiene todo planeado".
William Klein interpreta a William Williams, el novio de Sally, un personaje que, en opinión del actor, es típicamente americano, pero muy determinado. "William es capaz de cualquier cosa para conseguir lo que quiere", dice el actor Chris Klein. "Todos los personajes de esta película son así, me encanta".
Marcia Gay Harden, premiada por la Academia, interpreta a una divertida primera dama muy sal de la tierra, y el veterano actor Willem Dafoe encarna - con sorprendente parecido a un alto funcionario de la administración Bush al manipulador jefe de gabinete empeñado en que el presidente siga sin enterarse de nada.