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  Eragon  Dirigida por Stefen Fangmeier
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Eragon, una aventura fantástica para jóvenes basada en la exitosa novela de Christopher Paolini – el primer libro de la épica Trilogía del Legado compuesta por el joven autor – es un relato intemporal y a la vez, moderno.

El personaje más fantástico del libro – un dragón hembra volador llamado Saphira – llega a la pantalla gracias a la hechicería de última generación de las empresas de efectos visuales más prestigiosas del sector: Weta Digital (la trilogía de "El Señor de los Anillos", "King Kong") e Industrial Light & Magic (las películas de "Star Wars", "Parque Jurásico"). Además, Weta está creando la gigantesca escena de la batalla que constituye el clímax de Eragon, en la que las fuerzas del bien, al mando del joven Jinete de Dragones Eragon y de Saphira, se enfrentan a los ejércitos del perverso Rey Galbatorix.

A lo largo de más de dos milenios los dragones han sido – dependiendo de la cultura y la época – amados, temidos o incluso adorados. Esas míticas criaturas son un vital soporte de la cultura popular. Aunque el Saphira de Eragon se inspira en el rico legado de las criaturas aladas de los cuentos, su creación técnica guarda una relación más estrecha con los dinosaurios de "Parque Jurásico", ya que por primera vez el poder de las imágenes generadas por los ordenadores más avanzados da al mito una vida emotiva y real como las fotografías. Saphira, en efecto, avanza un paso más que los dinosaurios de "Parque Jurásico", ya que las imágenes de su rostro transmiten pensamientos y sentimientos.

Eragon presenta una mitología según la cual hubo un tiempo en que los Jinetes de los Dragones trajeron la paz y la prosperidad a la tierra de Alagaësia. Los Dragones dotaban a sus Jinetes de poderes mágicos, hasta los hacían inmortales. Ningún enemigo era capaz de derrotarlos, hasta que uno de los suyos, Galbatorix, decidió quedarse con todo el poder y aniquilar a los Jinetes de los Dragones. Pero el descubrimiento por parte de Eragon de un resplandeciente huevo de color zafiro, del que nace un dragón hembra al que llama Saphira, hace que vuelva la época de los Jinetes de los Dragones.

Habiendo descubierto su verdadero camino como Jinete de Dragones, y con la ayuda de su mentor, Brom, Eragon está decidido a restaurar la dorada era de justicia que una vez conoció la tierra entera, si puede sobrevivir a las maquinaciones del Rey Galbatorix. Eragon es arrebatado a un mundo de magia y poder, convirtiéndose en un auténtico héroe y en la última esperanza del pueblo de Alagaësia.

El papel que da título a la película es interpretado por el novel actor Ed Speleers, de 18 años de edad, que consiguió la parte después de que Twentieth Century Fox y los realizadores hubieran realizado pruebas de reparto en todo el mundo, que rivalizaron con la caza de un cinematográfico "Harry Potter" y estuvieron compuestas por centenares de pruebas en vivo y de pantalla.

La película también cuenta, entre sus papeles principales, con Jeremy Irons, ganador de un Premio de la Academia, en el personaje de Brom, un antiguo Jinete de Dragones que se convierte en el mentor de Eragon; con el candidato al Oscar John Malkovich, que da vida al poderoso y malvado Rey Galbatorix; Robert Carlyle, galardonado con el premio de la Academia Británica de Cine, Teatro y Televisión (BAFTA) encarna al poderoso brujo Durza; Djimon Hounsou, igualmente aspirante al Oscar, interpreta a Ajihad, el jefe de los rebeldes Vardenos; Sienna Guillory es la bella guerrera Arya; y Garrett Hedlund, un joven con un pasado turbio.

Como corresponde al regio porte de Saphira, una de las mejores actrices de la actualidad – la ganadora del Premio de la Academia Rachel Weisz – presta su "voz" al dragón. La actuación de Weisz da vida a la idea clave de la novela de Christopher Paolini: la forma como Saphira se comunica con Eragon. Saphira no habla; sus labios nunca se mueven, al contrario de lo que pasaría con un personaje tradicional creado por ordenador. En vez de ello, el dragón se conecta telepáticamente con su Jinete, lo que refuerza el vínculo emocional, casi espiritual, existente entre ambos personajes.

Eragon está dirigida por Stefen Fangmeier, uno de los auténticos genios de los efectos visuales con que cuenta la industria cinematográfica. Durante su estancia en Industrial Light & Magic, Fangmeier supervisó películas como "Salvar al Soldado Ryan", "Twister", "La Tormenta Perfecta" y "Master and Commander: Al Otro Lado del Mundo". Ha obtenido tres veces el Premio BAFTA y ha sido candidato al Oscar otras cuatro veces.

Para Eragon, los equipos de efectos visuales de Fangmeier emplean todas las técnicas más avanzadas para crear a Saphira y trasladar al público al mágico e intemporal mundo de Alagaësia, no a una creación futurista de ciencia ficción. Bajo su dirección, el diseño de producción de Wolf Kroeger, la fotografía de Hugh Johnson y el elegante vestuario de Kym Barrett, dan al filme un tono contemporáneo.

Para los realizadores no podía haber habido mayor apuesta que asignar el papel de su joven Jinete de Dragones, Eragon. El actor novel Ed Speleers salió de la búsqueda del reparto, que duró meses y tuvo lugar en todo el mundo. "Ed se presentó [en la sesión de prueba], y con sólo habernos mirado uno a otro dijimos: ‘Éste es Eragon; éste el tipo que sale en el libro’", afirma el director Stefen Fangmeier: "Percibí en toda su intensidad la chispa de Ed, su vitalidad. Es algo que se manifiesta cuando uno simplemente está convencido de que alguien está destinado a ser una estrella de cine".

Speleers obtuvo el papel mientras estaba tratando de aprender el que iba a representar en un montaje escolar de "Hamlet". No pudo evitar que este papel, su debut profesional, le dejara sobrecogido. "Durante la producción en Eslovaquia, nos llevaron en helicóptero a la cima de una gran montaña rodeada por un paisaje indescriptible", recuerda. "Yo estaba de pie en la cumbre de esta montaña pensando: ‘¿Qué está ocurriendo aquí? Debería estar en el colegio realizando los exámenes, y heme aquí, disfrutando como nunca en mi vida’. Si sigo haciendo películas – lo que me encantaría – no creo que vuelva a experimentar jamás una sensación igual, tan estremecedora".

Al joven actor le costó poco meterse en el papel. Efectivamente, Speleers ve paralelismos entre sus experiencias durante el rodaje de Eragon y la odisea del personaje que encarna en la pantalla. "Yo me había embarcado en una nueva aventura, al igual que había hecho Eragon", nos explica. "Yo llevaba una vida bien estructurada, haciendo cosas normales, y entonces me vi súbitamente arrojado a este mundo increíble, siendo el protagonista de una película. Ha sido una excelente ocasión para encontrarme a mí mismo (tal y como Eragon hace en el relato), conocer a nuevas personas, y pasar por nuevas experiencias".

Un punto destacado de la experiencia de Speleers en Eragon fue darle la réplica a Jeremy Irons, que encarna a Brom, el mentor de nuestro héroe. La relación de los actores fuera de la pantalla reflejaba lo que estaba sucediendo ante la cámara. "Jeremy siempre tenía a mano un consejo, y siempre me ayudaba a madurar", recuerda Speleers. "Lo hacía por pura bondad, pero al mismo tiempo había mucho de Brom en Jeremy".

Irons afirma que estaba listo para enfrentarse a una gran película de acción y aventuras. "Eragon llega a un tipo de público que hace tiempo estaba fuera de mi alcance", asegura. "Y, lo que es igual de importante, Brom me atraía; es retorcido y feroz, pero no por ello deja de ser un buen hombre".