Protagonizada por el oscarizado George Clooney (Syriana, Buenas noches y buena suerte), Tom Wilkinson (En la habitación, Olvídate de mí), Tilda Swinton (Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el armario, Flores rotas) y Sydney Pollack (Maridos y mujeres, La intérprete).
La película ha sido escrita y dirigida por Tony Gilroy (guionista de El caso Bourne, Pactar con el diablo, El mito de Bourne). Sydney Pollack, Jennifer Fox, Steven Samuels y Kerry Orent producen el filme, con Steven Soderbergh, George Clooney, James Holt y Anthony Minghella como productores ejecutivos.
El director ha contado con un equipo técnico compuesto, entre otros, por el director de fotografía Robert Elswit, el diseñador de producción Kevin Thompson, y el montador John Gilroy. La música ha sido compuesta por James Newton Howard. Sarah Edwards ha diseñado el vestuario.
La producción
"No hace falta analizar muy a fondo mis guiones anteriores para ver que estoy obsesionado con el entorno profesional y la vida laboral. Me interesa ver a qué se dedica la gente, cuánto ganan y cómo lo hacen; me fascinan los dilemas, los deseos y las decisiones", dice el guionista-director Tony Gilroy.
Su fuente de inspiración principal para "Michael Clayton" fueron las visitas que hizo a los bufetes de abogados de Nueva York durante la época en la que estaba preparando el guión de "Pactar con el diablo". Según Gilroy, "Mientras paseaba por esas gigantescas oficinas legales neoyorquinas, me iba dando cuenta de todo lo que pasa entre bambalinas. ¡Es sorprendente! Todos los bufetes tienen enormes departamentos administrativos que trabajan a todo trapo las veinticuatro horas al día para mantenerles a flote".
Gilroy apunta, "Oí hablar de un bufete que se vio envuelto en un gigantesco litigio que duró prácticamente una década. Finalmente parecía que el caso estaba resuelto y que el bufete se había impuesto. La suma que se debatía era de más de mil millones de dólares. Dos días antes de la firma definitiva, a las cuatro de la mañana, un asociado que todavía no era socio del bufete encontró un documento que la empresa había olvidado incluir. Era un documento muy peliagudo con el que se hubiera dado un vuelco al caso. El documento nunca vio la luz, y el asociado fue ascendido a socio del bufete en un tiempo record".
Otro caso de los años setenta, Anderson contra General Motors, surgió cuando los coches de GM empezaron a arder tras accidentes nimios. Un grupo de personas cuyos familiares habían sufrido "muertes por incineración" decidieron demandar a la empresa, y en 1999, cuando se resolvió finalmente el caso, recibieron una indemnización de 4.900 millones de dólares. En esta ocasión, el caso dio un giro tras el descubrimiento de la prueba definitiva, un documento que GM y sus abogados llevaban veinte años intentando esconder. Era un documento bien simple, un informe de dos páginas escrito por un ingeniero de GM llamado Edward Ivey titulado Análisis de daños relacionados con los incendios alimentados con gasolina. Simplemente analizaba los costes y beneficios de la producción. GM sabía que sus coches estallaban y la nota del Sr. Ivey era un cálculo directo de si era más barato cambiar la línea de montaje o indemnizar a los afectados. Decidieron que les salía más rentable indemnizar a las familias.
La fascinación que Gilroy siente por este tipo de historias le llevó a idear el personaje de Michael Clayton, un "arréglalo-todo"; es decir, la persona contratada por un bufete para encargarse rápida y silenciosamente de los aprietos y situaciones incómodas en las que se meten sus clientes y abogados más importantes.
A pesar de llevar 15 años en la empresa, Clayton sigue recibiendo el mismo trato que los administrativos, es decir, no le han hecho socio, y encima sus intentos por escapar de la vida en el bufete no se han hecho realidad debido a sus considerables deudas.
Mientras tanto, el abogado más importante de Kenner, Bach & Ledeen, Arthur Edens, sufre una crisis nerviosa tras encontrar una nota incriminatoria que revela la bajeza moral de su cliente U/North.
"Cuando uno se para a pensar en todas las cosas malas que pasan y en el alcance que tienen, y en cómo muchas de dichas acciones las realizan personas que pagan sus impuestos y quieren a sus familias, se sorprende de que no haya más individuos que acaben tirándose por la ventana", dice Gilroy.
El productor Sydney Pollack comenta, "El material me pareció interesante desde el primer momento. Creo que está muy bien escrito y trata unos temas muy actuales y atemporales".
Al trabajar con Gilroy en su debut como director, el productor Steven Samuels apunta, "Tony me ha dejado muy impresionado. Tiene mucho talento y es un gran visionario. Creo que la historia llegará a mucha gente que se ha visto en situaciones en las que el trabajo o el comportamiento que se les pide no cuadra con su integridad moral".
Refiriéndose al papel de su protagonista, Gilroy dice, "Michael es un personaje complicado. Todas las características que le han solucionado la vida hasta ahora su encanto, su carisma, su autoridad se vuelven inútiles según va avanzando la historia. Cuando estás perdido, ni todo el carisma del mundo te ayuda a encontrar el camino a casa. Muchos actores dicen que quieren interpretar a personajes de este tipo, pero hay que tener cierta valentía y ambición para arriesgar el pellejo y hacerlo".
Por aquel entonces, Gilroy estaba trabajando en otro proyecto con el director Steven Soderbergh, que organizó una reunión con George Clooney.
"George es la personificación de Nueva York", explica Gilroy. "Tiene ese morro, esa inteligencia y ese encanto. Puede ser muy convincente y es algo indeciso. Con esas características era la una opción perfecta para el papel".
La productora Jennifer Fox pensó que una colaboración entre Gilroy y Clooney funcionaría muy bien por varias razones. "Tienen las mismas referencias, ambos sienten la influencia de los grandes realizadores de los años setenta: Alan Pakula, Sydney Lumet, Mike Nichols, Sydney Pollack. Además ambos se enfrentan a su trabajo desde una perspectiva increíblemente disciplinada y preparada pero consiguen que parezca totalmente natural".
Kenner, Bach & Ledeen lleva seis años representado a U/North, una empresa agro-química a la que demandan por envenenar a la población con un producto herbicida. Cuando el caso está a punto de cerrarse con una resolución extrajudicial, ocurre lo impensable. Arthur Edens sufre una crisis de conciencia y hace una declaración. "El mejor abogado del bufete es un hombre que sufre una crisis total y absoluta, y, como resultado, acaba luchando en el bando contrario", explica Pollack. "La tensión está en ver si finalmente se difunde la información y ver si Edens logra ganar el caso para los adversarios
y si Michael Clayton puede arreglarlo esta vez".
El aclamado actor británico Tom Wilkinson interpreta a Arthur Edens. Gilroy describe a Arthur como una persona que lleva muchos años reprimido. "La vida de un abogado litigante es bastante dura", dice Gilroy. "Trabajan innumerables horas, y el trabajo es muy duro. Es un sacrificio vital enorme".
La primera opción que consideró Gilroy para interpretar a la consejera delegada de U/North, Karen Crowder, era Tilda Swinton. "Realmente necesitaba a alguien que resultara creíble tanto como abogada como en los momentos personales que son la base de casi toda su interpretación, alguien que podía ser tan competente como imperfecta".
Swinton interpreta a un personaje que, como consejera delegada de U/North, debe garantizar el resultado positivo del caso contra su empresa. Asimismo, su personaje también debe soportar la carga de demostrar lo que vale una mujer de altos vuelos en un mundo empresarial dominado por los hombres.
Gilroy subraya que el objetivo del proyecto no era convertir a una empresa anónima en un villano demasiado obvio. "Siento gran afecto por Karen. Por raro que parezca, encontré la manera de defenderla en cada escena. Tiene un empleo muy intenso que lo es todo para ella. Acaba de establecerse en la empresa cuando repentinamente tiene que enfrentarse a una crisis abrumadora de la que no logra salir porque está perdida. Fracasa porque va demasiado deprisa, porque está agobiada por la avalancha de ambición y por el miedo que siente. En última instancia, fracasa por el mismo motivo por el que el Sr. Ivey escribió ese informe, porque se siente superada por un espejismo empresarial psicopático. Cuando una persona se encuentra con tanto veneno y además está viviendo un trauma emocional, es fácil que malinterprete los límites y se convierta en una víctima".
Para dar con el personaje de Marty Bach, el socio mayoritario de Kenner, Bach & Ledeen, Gilroy se dirigió a su productor Sydney Pollack. Según Gilroy, "Necesitaba a alguien que fuera creíble como jefe de un bufete, y que pudiera intimidar a Michael. Necesitaba a alguien que tuviera autoridad real, alguien diferente. Así que eso me dejaba una lista muy, muy corta".
Pollack comenta, "Marty depende mucho de Michael Clayton. Este caso aparece en un momento crítico en el que Kenner, Bach & Ledeen está a punto de fundirse con un bufete londinense, y Marty podría sacar una buena tajada de la compra. Cuando el caso U/North empieza a ir mal, Marty está desesperado por controlar a Arthur y presiona muchísimo a Michael".
El rodaje principal de "Michael Clayton" comenzó en enero de 2006 en la ciudad de Nueva York, donde Gilroy ha vivido casi toda su vida. "No hay otro lugar que concentre tanto dinero, actividad e intensidad", explica.
Gilroy pensó filmar entre los imponentes rascacielos del centro de Manhattan, el corazón del mundo empresarial. En especial, Gilroy quería filmar en la Avenida de las Américas donde el auge constructor de los años sesenta y setenta dio lugar a filas de bloques de cristal de cincuenta plantas construidos siguiendo los cánones internacionales. Según Gilroy, "Los edificios están apilados de una manera tan bella, tan terrible, tan griega".
Los realizadores visitaron seis bufetes de abogados y acabaron eligiendo las oficinas de Dewey Ballantine, una de las empresas más importantes de Nueva York. Las escenas se rodaron en la enorme sala de conferencias de Dewey Ballantine, que ocupa todo el lateral que da a la Sexta Avenida en la 22ª planta del edificio, con vistas a tres direcciones.
La oficina de Marty Bach se filmó en el mismo edificio en el que se encuentra Dewey Ballantine, pero en otra planta, en la oficina de una financiera llamada Oaktree Capital Management. "Escogimos específicamente una oficina en una planta más alta con vistas impresionantes de Central Park para transmitir el poder de Marty Bach", explica la productora Jennifer Fox.
Las escenas exteriores del loft de Arthur se rodaron en Tribeca, mientras que los interiores se rodaron en Little Italy. "Los ventanales eran tan enormes y los alféizares tan bajos que conseguimos un efecto muy dramático y potente", dice el diseñador de producción Kevin Thompson. "Arthur tenía una especie de castillo o palacio
pero se desintegró".
Para rodar las escenas que contrastan con la atmósfera de la jungla urbana de Manhattan, el rodaje se trasladó a Cornwall en Orange County, Nueva York. Según Thompson, "Queríamos que el paisaje fuera salvaje, todo lo contrario de lo que presentamos en el otro mundo".
Resumiendo la experiencia de trabajar con Gilroy como un director debutante, Pollack dice, "Tony tiene un enfoque bastante experimentado. Hay pocos escritores-directores buenos, y yo diría que, según lo visto aquí, Tony está muy bien encaminado para convertirse en uno de los mejores".