En 1971, Clifford Irving se aupó a la cima del periodismo Americano al confeccionar una serie de entrevistas inéditas con el hombre más famoso del mundo – el inaccesible e inmensamente poderoso multimillonario Howard Hughes – que revelaban sus recuerdos más íntimos y sus secretos más controvertidos.

Pero en realidad, todo era mentira.

En 1971, el escritor Clifford Irving soltó una trola increíble, que pasaría a convertirse en una de las patrañas más audaces y escandalosas que jamás se hayan perpetrado sobre los medios y las audiencias americanas. Anunciando haber conseguido las largamente buscadas memorias de Howard Hughes, Irving consiguió engañar a toda la industria litararia y casi consiguió salirse con la suya y con un buen montón de dinero y fama mundial, hasta que el ovillo de su elaborada mentira se deshizo y se convirtió en un delito.

El director Lasse Hallström (Las normas de la casa de la sidra, Chocolat), presenta La gran estafa, una travesura inspirada por la falsa historia de Irving. Partiendo de los hechos aún controvertidos que rodean a la artimaña ideada por Iriving, e internándose en el terreno de la ficción especulativa, la película explora con imaginación, y cierta picaresca, cómo un hombre, una industria y una nación entera pueden resultar intoxicados por una buena historia…a pesar del hecho de que realmente los hechos nunca tuvieron lugar.

Richard Gere interpreta al astuto Clifford Irving, un escritor ambicioso que aún no se ha hecho un hueco en el mundo periodístico, y que ha estado buscando la gran historia durante mucho tiempo; una búsqueda a la que decide poner fin con el atrevido plan de inventarla él mismo. En un principio la idea no pasa de ser simplemente una broma artística para entendidos, pero Irving cree que si eso es lo que el mundo quiere, él puede llevarlo más lejos. Envolviéndose a sí mismo en un halo de misterio, Irving anuncia a una de las editorials más importantes del mundo la noticia de que uno de los hombres que más interés despierta en el público – el aviador, magnate del cine, seductor y multimillonario Howard Hughes – le ha contactado para que dé forma a una biografía de incalculable valor.

Sólo hay un pequeño problema: no hay un solo atisbo de verdad en nada de lo que asegura Clifford. Ni siquiera ha llegado a ver de refilón al verdadero Howard Hughes. Pero Irving cuenta con que el retiro de la realidad de Hughes hará posible que su estratagema resulte. Al fin y al cabo no se ha visto en público a Howard Hughes durante más de una decada. Es un auténtico recluso. Irving basa sus perspectivas de éxito en este hecho, confiando en que de esta forma su falsa historia nunca saldrá a la luz, ya que el propio Hughes nunca confirmará o negará nada, dada su recurrente fobia a aparecer en público. Contando con la ayuda de su amigo Dick Suskind (Alfred Molina), leal aunque propenso a la ansiedad, y a su mujer, una artista europea (la ganadora de un Oscar® Marcia Gay Harden), Clifford pronto se ve envuelto en un traicionero embrollo, conforme tiene que ir evitando que su historia se desplome con cada cambio. Lo que comenzó como una mera travesura, pronto se convierte en un laberinto sin salida de falsificaciones, robos, patrañas, engaños y suplantaciones de identidad.

No obstante el plan de Clifford funciona perfectamente a la hora de engañar a los editores, que, deslumbrados por el brillo de la historia de Clifford, buscan desesperadamente una historia con potencial de para convertirse en un éxito de ventas a cualquier precio. Cuando Clifford asegura haber encontrado indicios de una possible relacion entre Hughes y la corrupta administración del gobierno de Nixon, el interés por el libro crece aún más. Clifford está en la cima del mundo… hasta que, para sorpresa de todos, el Howard Hughes real aparece para tirar de la manta y reventar la historia confeccionada por Irving. Ahora es cuando el propio Clifford se encuentra atrapado en la estratagema, perdiendo la noción de dónde termina su increíble historia, y dónde comienza la realidad.