Cuatro hermanos comparten, de maneras muy diferentes, la infelicidad de una familia fragmentada. Todos son distintos pero todos ellos pertenecen al mismo clan con parecidas carencias y frustraciones. La madre y el padre son inexistentes en la realidad objetiva y sólo aparecen en el mundo fantasmal de las palabras. La comunicación es imposible y las relaciones están bloqueadas por la insensibilidad, el egoísmo y el desamor.