Samuel padece desde pequeño una rara enfermedad neurológica. Acaba de cumplir 18 años y hasta este momento ha vivido en una perfecta burbuja familiar. Sus padres, de clase media-alta, han tejido en torno a él un ambiente tan cerrado como protector.
Con la disculpa de visitar a un pariente lejano que vive en la playa, Samuel rompe el cerco y se enfrenta al mundo real. Una casualidad le hará llegar de vuelta a Madrid donde empieza una peripecia vital en la que encontrará a Consuelo, una chica de veintitantos años, tan descolocada como él. En Consuelo encontrará, a pesar de que no sabe quién es ella y casi ni quién es él, lazos intangibles que le empujarán a vivir.