Unas palabras del director
Cuando creas un personaje simpático, el público desea identificarse con éste. Nadie quiere identificarse con alguien desagradable, porque poca gente se ve a sí misma de esta forma.
Lo curioso es como el sexo, la raza, la edad, juegan un papel tan limitado a la hora de hacer que un personaje sea simpático o no. Quizás por eso un personaje de este tipo es uno que puede caer bien a todo tipo de gente. Cuando tuve que hacer Bienvenidos a la casa de muñecas, todo tipo de gente podía decir "eh, ese soy yo, yo soy justo así", (y Dawn Wiener no era ni siquiera el tipo de persona que podía caer bien a todo el mundo). Así que pensé qué pasaría si seleccionaba a diferentes tipos de gente para un solo personaje, un personaje con el que todos pudieran simpatizar. Mi temor era que podría convertirse en un ejercicio demasiado intelectual, exhibicionista, y alienar al público. Pero mi esperanza era que se produjera un efecto acumulativo que afectara más emocionalmente que si tuviera un solo actor: más mágico. La gente puede preguntarse, ¿qué es lo que dice esto sobre la naturaleza del personaje, o su personalidad o la actuación?. Mi consejo para el público antes de ver la película: incluso si no estás seguro o no entiendes el porqué de lo que ocurre (yo mismo no estoy seguro), déjate llevar.
Notas del director
Es posible que la gente salga de ver mi película hablando de ella en términos de los temas que trata y ésta no es una película de ese tipo, eso no me interesa. Las dos caras del asunto son irreconciliables y lo acepto. En cualquier caso el tema es que se nos da un telón de fondo para contar la historia de una niña suspendida entre una familia que mata de una forma y otra familia que mata de otra. O una familia que no ofrece ninguna posibilidad de elegir y otra para la que todas las elecciones ya están tomadas. Como un palíndromo, el mundo gira sobre sí mismo sin ningún cambio: es como mirarse a los dos lados del espejo. Mi película, sin embargo, es en último término una historia de amor, como lo han sido todas mis películas: historias de amor prohibido, amor por uno mismo. Porque realmente no hay historia que merezca la pena ser contada que no sea de amor. Al final de El Mago de Oz, Dorothy, el Espantapájaros, el Hombre de Hojalata y el León aprenden que lo que siempre pensaron que les faltaba, lo tenían ahí. Aprenden, en un sentido, que no han cambiado en absoluto: siempre fueron valientes, compasivos, y estaban en su hogar. Nada cambia. ¿Pero es posible cambiar?. Los optimistas tienden a creer en esa posibilidad, con la implicación de que las cosas además cambiarán a mejor. La idea de que no podemos cambiar sugiere que no podemos mejorar, y nadie quiere creer esto, aunque algunos se pueden consolar con lo que también implica esta afirmación, no podemos empeorar. La pregunta es: ¿en que medida es posible el cambio y hasta que punto no lo es?. ¿Es nuestra naturaleza como un palíndromo de alguna forma, impermeable al cambio por mucho que, paradójicamente cambiemos?. Algunos pueden encontrar la idea de que nunca cambiamos deprimente y determinista. Y aún así la incapacidad es en muchos aspectos liberalizadora, te libera entre otras cosas de la obligación de cambiar. Y aceptar esta incapacidad puede ser una manera de consolarse: nadie es inmune, todo el mundo debe ser quien es. Puede haber una sensación de estar condenado, pero también de redención. El arte, de cualquier forma que sea definido, si es que es definible, no tiene significado si no es transformador. Por supuesto, al mismo tiempo, debe hacer a cualquier persona mejor, o peor. Si no es así, no es arte. Aviva es retratada por dos mujeres, cuatro chicas de 13 a 14 años, un chico de 12 y una niña de 6 años. Es la primera película para todos ellos.
Todd Solondz
En 1996 Bienvenidos a la casa de muñecas, que Solondz escribió, dirigió y produjo, ganó el Premio del Gran Jurado en el Festival de Sundance, así como otros premios en los festivales de Toronto y Berlín. En 1998, Happiness, que también escribió y dirigió, ganó el Premio de Críticos Internacionales en el Festival de Cannes y fue nominada para el Globo de Oro al mejor Guión. Cosas que no se olvidan se estrenó en Cannes y participó también en Sundance y en el Festival de Nueva York.