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  Amor y otros desastres  (Love and other disasters)
  Dirigida por Alek Keshishian
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Comedia romántica en la línea de Love Actually y El Diario de Bridget Jones; protagonizada por Brittany Murphy (Recién Casados, 8 millas, Ni una palabra). Comparte cartel con Matthew Rhys, Santiago Cabrera (Heaven), Catherine Tate, Elliot Cowan (Alejandro Magno) y con Gwyneth Paltrow (Seven, Un crimen perfecto) y Orlando Bloom (El Señor de los Anillos, Piratas del Caribe).

Alek Keshishian (En la cama con Madonna) es el director. Coproducida por los realizadores David Fincher (La habitación del Pánico, The Game, Seven) y Luc Besson (Arthur y los Minimoys, El Quinto Elemento). En ella, el director nos sitúa en el corazón de Londres, donde un grupo de amigos intenta hacerse un hueco en la vida y, sobretodo, encontrar el amor verdadero.

El pequeño mundo de Alek Keshishian
En la cama con Madonna
Alek Keshishian, diplomado por la Universidad de Harvard, vio rápidamente su nombre asociado al de Madonna, a quien dedicó un documental en pleno periodo de provocación de la «ambición rubia». En la cama con Madonna (Madonna: Truth or Dare), rodada durante la famosa gira Blond Ambition, se estrenó en el Festival de Cine de Cannes de 1991, fuera de competición, lo que contribuyó a revelar una imagen más íntima de la estrella. Fue ésta una experiencia que marcó a Keshishian como realizador y que sigue influyendo en su trabajo de ficción: «ese documental me enseñó que la cámara tiene una gran capacidad para captar la realidad en lugar de imponerla. En cuanto al estilo, pienso seguir en esta línea. Puede que no sea muy atractivo, pero en realidad es mucho más complicado, ya que todo el peso recae en la calidad de la interpretación».

Londres
«He vivido en Londres durante los últimos diez años, y la historia y los personajes de AMOR Y OTROS DESASTRES han nacido de mi experiencia en esta ciudad. Cuando empecé a pensar en el guión, yo vivía en Notting Hill. Pero cuando se estrenó la película de Richard Curtis (Notting Hill) se me quitaron un poco las ganas de rodar en aquel barrio. Tenía que encontrar otro sitio en el que pudiera vivir una soltera de 28 o 29 años que trabajara para la revista Vogue. Hace ocho o nueve años, ese sitio podría haber sido Notting Hill, pero en la actualidad está habitado sobre todo por parejas casadas y con hijos. Esa fue la razón de que nos acercáramos al este de Londres, hacia la zona del mercado de Spitalfields, un rincón muy interesante de la ciudad. No era cuestión de irse aI puro este de Londres, donde se ruedan las películas de gángsteres, ni al oeste, el territorio de Richard Curtis. Quería algo diferente.»

Desayuno con diamantes
Referencia clave de Amor y otros desastres, «esta película se ha convertido en un gran clásico de la comedia romántica gracias a la interpretación de culto de Audrey Hepburn. Sin embargo, la novela original de Truman Capote se centraba en la amistad que mantenían un homosexual y Holly Golightly. Por supuesto, lo primero que hicieron los estudios fue cargarse al personaje homosexual, algo que contradecía la historia que Capote había imaginado. Ésa fue la razón por la que se indignó tanto, porque se sentía traicionado por aquella adaptación. Me pareció interesante que Peter revelara esa traición a las intenciones de Capote, ya que, al final de la película, es exactamente lo mismo que el estudio le hace a su propia película».

Sexo en Nueva York
En la película de Alek Keshishian se percibe un ligero aroma a «Sexo en Nueva York», aunque el director no reconoce esta influencia: «no lo pensé en absoluto. En cierto modo, puedo entender que algunos encuentren algunas similitudes entre la serie y mi película, pero creo que puede atribuirse más bien a la frescura y al aire franco y moderno de los diálogos. Esto se debe en parte a que, últimamente, la televisión se está volviendo más moderna e inteligente que las comedias románticas de Hollywood».

La música
Alek Keshishian, que también ha dirigido videos musicales, ha concedido siempre a la música un papel privilegiado. Sus directrices respecto a la partitura de Love and other disasters no podían ser más cinéfilas: «quería rendir homenaje a Nino Rota y en particular a la música que compuso para Fellini Ocho y medio. Alexandre Azaria, nuestro compositor, ha hecho un trabajo extraordinario al escribir una partitura completamente original pero que al mismo tiempo tiene un inconfundible aroma «retro». Aún sin reconocer la referencia exacta, la música traslada al espectador a los años 60, igual que el estilo del vestuario y el maquillaje».

Jacks
«Jacks se corresponde perfectamente a la imagen que tenía de una heroína de comedia romántica, demasiado guapa para ser verdad, atractiva, inteligente, y, cómo no, completamente ciega respecto en cuanto a sus propios defectos. Jacks encarna al personaje clave de la comedia romántica clásica, basada en el enredo.»

Peter
«Peter, al contrario que Jacks, no es un personaje típico de comedia romántica. No he querido utilizar al compañero de piso gay como el típico recurso del mejor amigo para la parte cómica de la historia, sino darle su propio peso en la historia. He utilizado a Peter como ancla a la que sujetar el elemento autocrítico de la película. Su historia tiene menos glamur, pero me parece más realista.»

Paolo
«He hecho que el personaje de Paolo sea argentino para poder desarrollar más el argumento, ya que un argentino, a diferencia de un español, por ejemplo, no puede trabajar libremente en Inglaterra, y eso me permitía introducir el elemento del matrimonio de conveniencia. Eso contribuye a reforzar el enredo principal, ligado a su vez al idioma y a la cultura de Paolo. En definitiva, tenía la sensación de que haciendo que fuera argentino reforzaría la distancia que existe entre este personaje y el mundo de la moda en el que Jacks se mueve. Paolo representa un punto de vista más natural, más auténtico, libre de toda afectación.»

El mundo de la moda
Aunque está ambientada en el mundo de la moda, la película se burla de la superficialidad de ese mundo. También trata con cierta ironía el mundillo del arte contemporáneo. «Tengo sentimientos encontrados respecto a estos dos universos. Por un lado, casi todos mis amigos trabajan en uno de estos dos campos, y su trabajo es mucho menos glamuroso de lo que la mayoría de la gente imagina. Por otro lado, y de una manera más profunda, encuentro ambos medios un poco ridículos. Y, sinceramente, creo que la mayoría de las personas que admiro, aunque trabajen en el mundo de la moda o del arte, son conscientes de la absurdidad del entorno en que se mueven.»