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  Cuestión de honor  (Pride and glory)
  Dirigida por Gavin O'Connor
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Edward Norton, Colin Farrell, Jon Voight y Noah Emmerich son los protagonistas de 'Cuestión de honor' un retrato emotivo de varias generaciones de policías de una misma familia que se encuentran inmersos en un terrible escándalo de corrupción en el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York.

'Cuestión de honor' está dirigida por Gavin O'Connor (Miracle). El guión es de Joe Carnahan y Gavin O'Connor, la historia es de Gavin O'Connor, Gregory O'Connor y Robert Hopes. La película ha sido producida por Gregory O'Connor, junto a Toby Emmerich, Cale Boyter y Marcus Viscidi como productores ejecutivos. Josh Fagan es el co-productor y Robert Hopes es el productor asociado.

Dentro de los miembros principales del reparto de 'Cuestión de honor' están: Jennifer Ehle, John Ortiz, Shea Whigham, Frank Grillo, y Lake Bell.

Detrás de las cámaras, y colaborando con Gavin O'Connor estuvieron el director de fotografía Declan Quinn, el diseñador de producción Dan Leigh, los editores Lisa Zeno Churgin y John Gilroy, la diseñadora de vestuario Abigail Murray, y el compositor Mark Isham.


El muro azul
Siendo hijos de un policía de la ciudad de Nueva York, el director y guionista Gavin O'Connor y su hermano gemelo, el productor Gregory O'Connor, poseen una cualidad especial para entender los lazos familiares que unen, en lo personal y en lo profesional, a los oficiales de policía. Al crear 'Cuestión de honor', explica Gavin O'Connor, "yo quería contar una historia sobre el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York y poder examinar el mundo tan particular en el que habitan. También quería que fuera una historia sobre la familia. Como hijo de un policía que tenía un gran sentido de lealtad hacia sus compañeros policías, yo podía entender los conflictos internos a los que se enfrentó mi padre. No había término medio".

Gregory O'Connor agrega, "de alguna forma, siempre quisimos pertenecer a ese mundo porque muchos hijos de policías se convierten en policía, y obviamente, nosotros no lo hicimos. Pero crecimos con eso y es parte de quienes somos, por lo que quizás esta fue una forma de vivir la experiencia durante un tiempo".

Edward Norton protagoniza la película en el papel del Detective del Departamento de policía de Nueva York Ray Tierney, cuya investigación del homicidio de un policía en el cual se ve involucrada su propia familia, se convierte en una prueba seria de lealtad. No hay respuestas fáciles, y sea cual sea su decisión, herirá inevitablemente a las personas que Ray más ama. "Para mí, la historia tiene un fondo moral," comenta Norton. "Se trata de unas personas que se ven obligadas a decir la verdad, y de lo difícil que resulta hacerlo en algunas ocasiones. El dilema central de Ray era muy difícil: tener que decidir entre ser leal a su familia o ser leal a la institución que representa, entre la ley de todos y una ley superior. Sin prejuzgar de ninguna forma, este es definitivamente un dilema fascinante para cualquier persona. Lo más importante es decidir cuál es el punto de no retorno. ¿Hasta cuándo va a apoyar asuntos que sabe que no están bien? ¿Cuándo llegará el momento en que la escala se incline a favor de decir la verdad a pesar del costo y del dolor que esto representa para su propia familia?"

Colin Farrell protagoniza en el papel de Jimmy Egan, el cuñado de Ray, quien navega peligrosamente como policía a ambos lados de la ley y cuyas acciones son las que generan la historia. El actor nos cuenta que él puede entender la frustración de los policías que "están peleando una batalla cuesta arriba. Siempre van a existir las drogas, siempre van a existir los crímenes violentos y siempre van a existir los delincuentes. Y también, siempre existirán policías a quienes no les pagan lo suficiente para poner en peligro sus vidas todos los días. Yo me imagino que si fuera policía, me sentiría muy frustrado de atrapar a alguien un día, y que lo soltaran a la semana siguiente para volver a las mismas andanzas. En parte, esta es la razón por la que Jimmy hace lo que hace".

"Existen innumerables ejemplos de buenas personas que hacen cosas terribles en nombre de una institución", afirma Greg O'Connor. "La institución en si misma, no es terrible, pero al intentar proteger a los suyos, sus miembros pueden ser capaces de hacer cosas muy malas, aunque sea ostensiblemente por lo que parecen ser motivos buenos".

Gavin O'Connor aclara que a pesar de los personajes y del entorno de 'Cuestión de honor' la policía no es la única institución que se cierra a los que no pertenezcan a la misma, especialmente ante casos de corrupción. Continúa explicando que han sido muchos los ejemplos de instituciones de importancia que no tienen nada que ver con la aplicación de la ley, incluyendo a gobiernos y a grandes empresas. "Muchas veces, son las mismas instituciones las que definen las reglas. Yo quise utilizar el Departamento de Policía como una metáfora para explorar esa idea", explica. "En casa, siempre escuchamos hablar del `muro azul del silencioŽ. Yo quise explorar la idea del impenetrable código de honor que existe entre los policías y cómo palabras como: Cuestión de honor pueden ser utilizadas para coartar a un buen policía para participar en asuntos que sabe que no son honestos. Ellos hablan de que `los policías sangran en azulŽ, porque tienen sus propios lazos de sangre. Pero fuera de este muro azul, dentro de sus propias familias, su sangre es roja. ¿Y qué pasaría si estos dos grupos colisionaran? ¿Dónde quedarían las lealtades? Ese fue el origen de la historia".

Los hermanos OŽConnor contaron con el Sr. Robert Hopes, Detective retirado de la ciudad de Nueva York, para darle forma a la historia de 'Cuestión de honor'. Hopes colaboró también como productor asociado y consultor técnico de la película. Explica: "Gavin quería que todo fuera auténtico. Quería que la terminología y el aspecto fueran exactos".

Gavin colaboró posteriormente con su amigo Joe Carnahan, escritor y director de películas como "Narc" y "Ases calientes", en el guión de una familia de varias generaciones de policías que se ve envuelta en un escándalo de asesinato y de corrupción que hace tambalear a todo el Departamento de policía de la ciudad de Nueva York .

Detrás de la placa
El primer actor seleccionado para 'Cuestión de honor' fue Edward Norton. "Gavin y yo siempre hemos pensado que Edward es uno de los mejores actores del mundo, por lo que siempre estuvo el primero en nuestra lista de actores para el papel de Ray", comenta Greg.

Gavin agrega que Norton participó plenamente en el desarrollo de su papel. "Hicimos una gran labor de investigación para el personaje de Ray, quien representaba a una estrella naciente del Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York hasta que un incidente hizo comprometer su integridad y le envió a una especie de exilio auto-impuesto, trabajando en el Departamento de personas desaparecidas. Para un Detective en el Departamento de policía de la ciudad de Nueva York, el estar en el Departamento de personas desaparecidas es como haber sido desterrado a Siberia. Un policía en pleno auge no se va al Departamento de personas desaparecidas".

El exilio voluntario de Ray llega a su fin, cuando su padre, el Jefe de Detectives de Manhattan, lo busca para que se ocupe de una investigación muy álgida sobre un caso de homicidios y narcóticos, donde han muerto cuatro oficiales del Departamento de policía de la ciudad de Nueva York, incluyendo al antiguo compañero y mejor amigo de Ray. Sabiendo que este caso podría tener consecuencias a largo plazo para su departamento, el Jefe prácticamente le ruega a Ray que acepte el caso, y Ray accede, aunque con gran reticencia.

Norton explica, "Yo creo que tanto el padre de Ray, como sus hermanos y compañeros, todos creen que Ray quiere volver a la acción, pero el secreto de Ray es que él está más que listo para dejarlo todo atrás. No creo que nadie se percate del grado de desilusión que siente por el peso de otro incidente que ocurrió en su pasado. El dilema al que se enfrenta Ray es diferente de cualquier otro papel que yo haya interpretado hasta ahora. Existe un conflicto entre sus propios intereses y su sentido de lo que está bien y lo que está mal, entre la lealtad que siente por sus camaradas y la lealtad que le debe a su familia.

"Como actor, esto representó un reto muy interesante para mí," agrega Norton, porque al principio no dejas de preguntarte: `¿qué le pasa a este tío?Ž y luego se van deshojando las capas que te hacen llegar a la verdad".

La verdad está mucho más cerca de lo que Ray se ha imaginado alguna vez, Cuando la evidencia comienza a implicar a miembros de su propio departamento e inclusive a su propio cuñado: Jimmy Egan. Colin Farrell interpreta a Jimmy, un policía que ha permitido que la frustración y el afán por el dinero le roben las cosas que más valoraba, lo que le hace comprometer tanto a su carrera, como a su familia, y las dos están estrechamente relacionadas. Farrell comenta: "Jimmy es un policía que se casó con una familia de policías: el padre de su mujer y sus dos hermanos son todos policías. Pero en algún lugar del camino, él se salió del camino y fue a parar al lado equivocado de la ley. Al principio, sólo fue un poco, pero luego dio un paso y otro más, y antes de que pudiera darse cuenta, la línea que cruzó ya estaba totalmente fuera de su vista. De muchas formas, él es totalmente contradictorio: con su familia, muestra una gran dulzura y una gran capacidad de dar amor, pero siente también mucha rabia y miedo"
.

"Siempre he sido un gran seguidor de Colin", explica Gavin. "Me reuní con él y hablamos largamente acerca de la historia y de lo que buscábamos con el personaje de Jimmy. Nuestro objetivo fue transmitir la humanidad que tiene y ayudar al público a entender lo que lo llevó a salirse del camino. Después de tantos arrestos y de ver que los delincuentes volvían a las calles, eso terminó dejando una huella dentro de Jimmy. Cuando trabajas con delincuentes por tanto tiempo, puedes ir por un camino o por otro. Jimmy finalmente llega a una idea fantástica de cómo puede aprovechar el trabajo que tiene para sobrevivir".

"La manera en que Jimmy ha llevado su vida fuera de casa comienza a traspasar las paredes de su casa y de penetrar hasta su familia. Allí es cuando realmente llega al punto culminante", explica Farrell. "Sus actos tienen consecuencias absolutas; todos tienen tanto que perder".

Las consecuencias de los actos de Jimmy alcanzan lo más alto del Departamento de policía y al cabeza de familia. Para Jimmy, las dos cosas están representadas por una misma persona: su suegro, Francis Tierney, Sr., quien es el Jefe de Detectives de Manhattan.

Jon Voight, quien interpreta al Jefe Tierney, comenta: "él es un hombre que adora a su familia y que está tremendamente orgulloso de la herencia policial que le ha transmitido a sus dos hijos, al igual que a su hija, que se ha casado con un policía. Pero ahora se enfrenta al hecho de que su propia familia puede estar involucrada en algo que está totalmente en contra de lo que él ha defendido toda su vida: la idea de sentirse orgulloso por esta vocación que es por definición un sacrificio".

"Dependemos de la policía para que nos proteja y nos cuide, para que se aseguren de que las calles son seguras para nuestras familias", Voight agrega, "y a veces ellos tienen que adentrarse en territorios muy peligrosos para hacer que esto funcione. Es muy importante que ellos tengan ideales y de que sean lo suficientemente fuertes para que sigan defendiendo esos ideales incluso sometidos a presiones muy fuertes".

"Jon realmente sintió el espíritu y la energía de esta película y entendió lo que estábamos intentando decir", comenta Gavin. "Fue una gran dicha y un honor trabajar con él y yo creo que su interpretación es brillante".

"Todos nos sentimos muy emocionados por trabajar con él", afirma Greg. "Vamos empezar por el hecho de que Jon es una leyenda. Él aporta cierta dignidad y tiene una gran presencia cuando entra a una habitación; realmente te crees que es el patriarca de esta familia. Él representa cierto tipo de ética de lo que significa ser policía y él le enseñó esta ética a sus hijos".

Noah Emmerich interpreta al mayor de los hijos de Tierney: Francis Tierney, Jr., un inspector de policía que se enfrenta a crisis en los dos frentes. La trágica muerte de cuatro de los mejores oficiales de la policía de Nueva York está convirtiéndose en un escándalo que podría destruir su carrera y su familia, y al mismo tiempo, su amada esposa Abby, se enfrenta a las últimas etapas del cáncer. "Este hombre es un personaje muy torturado," dice Emmerich. "Su esposa está muriendo, su carrera se desmorona y él se está viendo forzado a aceptar las decisiones que tomó, y eventualmente a caer en desgracia. Hay tanto dolor en este personaje, pero también hay crecimiento; realmente va cambiando a lo largo de la película. Eso siempre resulta algo interesante de explorar siendo actor".

'Cuestión de honor' es la tercera película de Emmerich con los hermanos OŽConnor, tras "Tumbleweeds" y "Miracle". "Sentimos como que Noah forma parte de nuestro elenco de actores," comenta Greg entre risas. "Realmente es un gran actor y siempre lo tuvimos en mente para el papel de Francis Jr".

El director comenta: "de alguna manera, Francis Jr. es el personaje más difícil de la película porque se enfrenta a dos conflictos internos que tiene que intentar resolver. Por un lado libra una batalla en casa para intentar sobrellevar la enfermedad de su mujer, y por otro, el departamento está haciendo implosión. Esto hace que sea un papel muy complejo y es por eso que yo quería que Noah lo interpretara".

La enfermedad de Abby Tierney resultó ser no sólo un punto crucial, sino un catalizador para su esposo. "Una de las ironías acerca de Abby es que aún cuando ella está sufriendo con el cáncer y está en la última etapa de su vida, en mi opinión ella es el personaje más fuerte y más claro de toda la película", dice Emmerich. "De hecho, su fortaleza es tan palpable que transforma a Francis y le aporta toda la fuerza para ser un hombre mejor. Tienen una bellísima relación; es amor de verdad".

El papel de Abby lo interpreta la reconocida actriz de teatro Jennifer Ehle, quien comenta que al aceptar su propia muerte a la que se enfrenta, "Abby le recuerda a su marido que tiene un código de moral y le hace saber a su esposo que la mayor prueba de amor que le puede dar en este momento es ser el hombre con el que se casó y a quien le va a confiar la vida de sus hijos".

"Jennifer es una actriz de increíble talento", explica Gavin. "Ella estaba totalmente comprometida con el papel. Yo sólo espero volver a tener la oportunidad de trabajar con ella; ella es una de las grandes".

Al principio, Megan, la esposa de Jimmy Egan no sabe hasta qué punto está involucrado su esposo en el escándalo del Departamento de Policía que ocupa todos los noticieros y que está creando una brecha entre sus hermanos y su marido. Pero a medida que se va deteriorando la situación, ella no puede dejar de darse cuenta de lo que ocurre. Lake Bell, quien interpreta el papel de Megan, explica: "para Jimmy, ella representa la última consecuencia de sus actos. Él se enorgullece de ser un fantástico esposo y un mejor padre, pero está comenzando a darse cuenta de que lo que ha hecho le puede costar su mujer y sus hijos".

Gavin recuerda: "al instante en que Lake entró, supe que ella sería Megan. Es una actriz fantástica y se hizo cargo del personaje tal como yo me lo había imaginado. También podía verla perfectamente junto a Colin Farrell".

El elenco principal de 'Cuestión de honor' incluye igualmente a John Ortiz, Frank Grillo y a Shea Whigham en los papeles de Rubén Santiago, Eddie Carbone y Kenny Dugan, respectivamente, tres policías que junto a Jimmy Egan, han estado trabajando a ambos lados de la ley. Manny Pérez interpreta a Coco Domínguez, quien desafortunadamente para él mismo, está ocultando información que Jimmy quiere y que daría cualquier cosa por obtener. Ramón Rodríguez interpreta a Ángel Tezo, un traficante de drogas y asesino de policías que se enfrenta a una persecución por toda la ciudad, y Rick González es Eladio Casado, un traficante de drogas rival, que está utilizando a la policía tanto como lo utilizan a él.

"Cada uno de los miembros del reparto le aportó muchísimo a su personaje", confirma Gavin. "Yo siempre he sido de la opinión que aunque un actor tenga que representar solo una escena, su personaje tiene tanto valor para la historia como cualquier otro personaje. Cada pieza del rompecabezas significa mucho, porque se acumulan y juntas completan la historia. Me sentí muy orgulloso de todos los actores que intervinieron en la película porque de verdad dieron lo mejor de sí mismos para darle vida a sus personajes".


Llevándolos a las calles
Semanas antes de dar inicio a la fotografía principal, los miembros del reparto comenzaron la preparación de sus papeles, tanto a nivel emotivo como desde el punto de vista práctico. Para Gavin O'Connor, la autenticidad es vital, y la aplicó tanto a los actores que tenían que interpretar a la familia, como a los policías.

"Los personajes principales son una familia con una historia que comparten desde hace décadas", explica el director. "No se trata únicamente del diálogo; también es lo que está de manera subyacente. Tienes que poder sentirlo a través de su comportamiento y de la manera en que se relacionan con los demás. Entonces, ¿cómo haces para crear ese sentimiento de cercanía en un período de tiempo relativamente corto? Lo haces metiendo a la gente en situaciones donde tienen que estar codo a codo, día tras día. Hicimos un taller de trabajo, donde creamos las historias subyacentes de la familia y tuvimos mucho trabajo de improvisación. Lo más importante es que estábamos todos, compartiendo juntos".

Todos los actores están de acuerdo en que el taller contribuyó realmente a desarrollar la dinámica como familia. Lo confirma Edward Norton: "el tiempo que pasamos juntos se convirtió en el nivel de comodidad y de complicidad que tienen las familias de verdad. Las escenas de familia son muy difíciles porque no sólo es sobre lo que dicen, sino más bien sobre la energía que se produce y que fluye".

Emmerich recuerda: "fue una continua exploración, improvisación y discusión. Realmente nos metimos de cabeza en el guión, escena a escena, y línea a línea. Y pudimos llegar a ella desde diferentes ángulos, lo que resulta muy difícil de hacer para un escritor que se encuentre solo en una habitación. Gavin nos alentó a que lo cuestionáramos todo y cada una de las cosas y que nos sintiéramos libres de comentar cualquier problema o idea que tuviéramos. Nuestra respuesta fue de lo más entusiasta. Todos colaboramos mucho".

Guionista y director por derecho propio, Norton explica que ese tipo de colaboración representa un compromiso y una generosidad poco común de parte de Gavin O'Connor porque "no sólo se trata de dirigir; también está el tema de la autoría. El nivel de apasionamiento de Gavin con este proyecto era muy alto. Él estuvo dispuesto a dejar que cualquiera de los actores evaluara el material y lo manejó todo con una ecuanimidad impresionante. No creo que en ningún momento le pusiera frenos a alguien, pero este tipo de rigor es también realmente fantástico para una película porque generalmente sale algo realmente bueno de todo el proceso. Incluso con la mejor de las planificaciones, tienes que enfrentarte a las sorpresas y a los descubrimientos".

"A Gavin le encanta trabajar con actores, y él siempre quiere que se involucren tanto como lo hace él en la película", explica Greg O'Connor. "También quiere que cada uno de los detalles sea perfecto, tanto desde el punto de vista estético, como emocional, comenzando con que el reparto pase cierto tiempo juntos. En el caso de los actores que interpretaban a los policías, tuvieron que estar con policías de verdad, conduciendo con ellos y entrenándose con ellos. La idea era que se metieran en la piel de un policía, hablando como ellos y entiendo su manera de pensar".

"Intentamos que todos estuvieran con policías que representaran al personaje que estaban interpretando", explica Gavin. "Edward pasó cierto tiempo con detectives de homicidios. Colin, estuvo con representantes de la Unidad Especial de Narcóticos y Noah con Sub-Inspectores. Rick Tirelli, nuestro asesor técnico senior nos ayudó mucho con esto, al igual que nuestro asesor técnico Tom Pilkington, y por supuesto, Robert Hopes". Tirelli, Pilkington y Hopes fueron también esenciales a la hora de reclutar a varios veteranos del Departamento de policía de la ciudad de Nueva York para interpretar a oficiales de la policía en la película, por lo que muchos de los policías en la primera investigación de la escena del crimen, en realidad son policías retirados.

Muchos de los miembros principales del reparto se trasladaron al centro de entrenamiento del Bronx del Departamento de policía de la ciudad de Nueva York, donde, como explica Norton, "nos entrenamos en el manejo de ciertas armas y ciertos movimientos tácticos, porque quieres moverte como lo hacen estos tipos. Eso fue realmente interesante, pero en gran medida, mi preparación solo consistió en hablar con los policías, escuchar lo que hacen y cómo lo hacen y también descifrar cómo responderían emocionalmente a este tipo de situaciones. Para mí, este es un aspecto que siempre encuentro fascinante, porque de alguna manera, lo mejor de ser actor es lo que llamo `el aula de claseŽ: el aprender todo lo que puedas sobre cómo convertirte en un oficial de policía de la ciudad de Nueva York en sólo cuatro meses. Esto fue fantástico".

"Lo que más me impresionó fue el gran sentido de camaradería que existe entre los policías", comenta Colin Farrell, quien tuvo la oportunidad de estar en la posición especial de poder observar este vínculo mientras entrenaba con el equipo de futbol americano real del Departamento de policía de la ciudad de Nueva York— llamado: The Finest— para las primeras escenas de la película. "Tú escuchas hablar acerca de la camaradería que existe entre los policías, pero cuando pasas cierto tiempo con ellos, de verdad lo sientes. Filmamos durante una semana en un Coney Island congelado. Fue difícil para ellos porque además tenían sus turnos reglamentarios como oficiales de policía. A mí me la hicieron pasar mal, como era normal, ya que yo era el `extrañoŽ dentro del grupo, pero fue muy divertido. Realmente, me encantó".

'Cuestión de honor' está ambientada en el invierno y fue filmada en invierno. Pero a pesar del frío y de los retos que eso representa, Gavin decidió filmar 'Cuestión de honor' en las calles de la ciudad de Nueva York. El director afirma: "no hace falta explicar que los elementos, las texturas y los ambientes son distintos en exteriores que en un estudio. Obviamente, se ve todo más auténtico filmado en los escenarios reales, pero también resulta más auténtico para el reparto y para todo el equipo. Así, aunque representó el tener que hacer frente a muchos obstáculos, el filmar en Nueva York fue una decisión importante que tomamos al comienzo y que defendimos hasta el final".

Para capturar la atmósfera especial de las calles y traerla a la pantalla, Gavin trabajó muy estrechamente con su equipo creativo, incluyendo al director de fotografía Declan Quinn, al diseñador de producción Dan Leigh, y a la diseñadora de vestuario Abigail Murray.

"Pasé mucho tiempo con Declan incluso antes de iniciar la pre-producción", explica Gavin. "Él y yo analizamos cada parte del guión y desarrollamos un estilo visual muy particular. Una de las primeras cosas que le dije fue que quería que el público se sintiera como si estuviera dentro de la película.... como si la historia girara alrededor de ellos. A partir de allí, comenzamos a trabajar con Dan y con Abigail en el diseño de producción y en el diseño de vestuario porque teníamos que lograr una paleta de colores muy particular".

En la post-producción, la atención de Gavin estuvo centrada en la edición, trabajando especialmente con el editor John Gilroy, y colaborando con el compositor Mark Isham en la banda sonora de la película.

Gavin reflexiona: "el proceso de hacer esta película con gente de tanto talento me aportó muchísima felicidad y satisfacción. Todos los miembros del reparto y del equipo trabajaron juntos como una gran familia para llevar la historia hacia adelante y sacarle toda la emotividad y la realidad que fuera posible. Eso es lo realmente mágico: el saber que trabajaste muy duro y que aportaste lo mejor de ti. Después de todo, lo que a cualquier cineasta le queda por hacer es dejarlo ir y esperar a que ocurra lo mejor", dice con una sonrisa.