Cuatro policías de la ciudad de Nueva York han muerto en una emboscada que tiene a todo el Departamento de Policía alerta y preocupado. Con un asesino de policías suelto, el Jefe de Detectives de Manhattan Francis Tierney, Sr. (Jon Voight) le pide a su hijo, el Detective Ray Tierney (Edward Norton), que se haga cargo de la investigación. A regañadientes, Ray se hace cargo del caso a sabiendas que los policías que murieron estuvieron bajo las órdenes de su hermano, Francis Tierney, Jr. (Noah Emmerich), y junto a su cuñado, Jimmy Egan (Colin Farrell).
A medida que Ray se adentra más y más en el caso, se da cuenta de que alguien había informado a los traficantes de drogas de que los policías les pisaban los talones. Ese alguien tenía que ser de dentro. Peor aún, la evidencia apunta hacia una dirección impensable: hacia su propio hermano y a su cuñado.
A medida que van surgiendo preguntas, el caso lleva a la familia a escoger entre ser leales a la familia o ser leales al Departamento.