Haley Graham (Missy Peregrym), de diecisiete años de edad y muy independiente, se ha vuelto muy buena desafiando a la autoridad y a las leyes de la gravedad. Al padre soltero de Haley le resulta casi imposible mantener en línea a su hija adolescente (o en todo caso, mantenerla en casa). Para ella y para sus amigos que se pasean por el vecindario en bicicletas todo terreno, no hay en los alrededores ningún salto o campo que sea demasiado intenso para que Haley lo pruebe—simplemente desafíala.

Así que cuando su más reciente escapada termina en un corto viaje al juzgado de menores, el juez emite su sentencia: la rebelde Haley tiene que inscribirse en VGA, una selecta academia de gimnasia controlada inflexiblemente al estilo militar por Burt Vickerman (Jeff Bridges), entrenador legendario y cabeza dura. Por desdicha para Graham, es el regreso a un mundo el cual conoce demasiado bien—una antigua campeona de gimnasia de las Finales de la categoría Junior, Haley en forma inexplicable durante el transcurso del prestigioso Campeonato abandonó la competencia, traicionando a sus compañeras de equipo, echando por los suelos sus propias aspiraciones al Campeonato Final y destrozando su reputación, todo en una sola tarde.

De modo que es hora de volver a las reglas, volver a la conformidad, volver al spandex—una pesadilla.

La reputación de Haley la precede en VGA, y su testaruda forma de ser y sus ingeniosas réplicas instantáneamente la ayudan a hacer amistades y enemigos... con la estrella en ascenso de la Academia (por lo menos a su parecer), Joanne Charis (Vanessa Lengies), firmemente en el segundo grupo. Pero el entrenador Vickerman reconoce el talento innato cuando lo ve, y él está comprometido a ayudar a Haley a regresar a un mundo el cual ella fácilmente podría dominar, lo quiera o no. Haley no tiene otra salida más que seguir el juego—así que, ¿qué sucedería si se jugara con sus reglas? La respuesta de Vickerman: “No te lastimes. Y que no le salpique sangre al equipo”.

Lo que comienza como una batalla de fuerza de voluntad entre entrenador y atleta muy pronto evoluciona en un gran respeto mutuo, y el talento de Haley y su singular personalidad impulsan al equipo elite, el cual encuentra una heroína en su nueva compañera de equipo y descubren que, a lo largo del camino, algunas reglas están hechas para romperse.

Después de todo, al deporte no se le llama gimnasia linda o gym-nice-stics.