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  Noche en el museo  (Night at the Museum)
  Dirigida por Shawn Levy
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En el cogollo de Noche en el museo se encuentra un sueño de los que halagan a la imaginación, y que cualquiera que alguna vez haya vagado por un museo con ojos como platos de admiración, ha albergado en secreto: la extravagante fantasía de que los animales disecados y las estatuas labradas de la antigüedad se desenfrenen repentinamente, salten de sus vitrinas para cobrar vida en ese momento y en ese lugar.

"Creo que la mayoría de nosotros ha tenido alguna experiencia en la que, pasando al lado de una estatua en un museo, podría jurar que le seguía con la mirada", dice Shawn Levy, director de la película. "Es ligeramente espantoso, pero también de los más guay, imaginar lo que verdaderamente ocurriría si eso se hiciera realidad; y, como realizador, representa exactamente la clase de hipótesis desbocada e increíble que es del todo imposible de resistir".

Desde el mismo principio, la idea en que se apoya Noche en el museo se reveló irresistible. Todo empezó cuando el ilustrador croata Milan Trenc creó por primera vez un libro de cuentos para niños en el que un guarda nocturno recién incorporado al Museo de Historia Natural de Nueva York, da una cabezada y descubre que uno de los enormes esqueletos de dinosaurios que él debería estar protegiendo ha desaparecido misteriosamente. De repente, el guarda descubre que está rodeado de estatuas que hablan, rugen y acechan, lo que pone el museo patas arriba. Gracias a su vigoroso humor, el encantador relato de un hombre normal que se enfrenta a una pelea con las más grandes leyendas del pasado, se convirtió en uno de los cuentos familiares preferidos.

También parecía destinado a la pantalla y Fox no tardó en disponer de una opción sobre el libro, con Chris Columbus y Michael Barnathan, de 1492 Pictures, incorporados al proyecto como productores, y Mark Radcliffe, de la misma productora, en calidad de productor ejecutivo. El trío de realizadores, que posteriormente mezclaría un humor muy actual con los efectos más avanzados creando clásicos modernos del cine de aventuras con la serie de películas de Harry Potter, concibió un argumento ampliado para Noche en el museo.

Cuando los ejecutivos de Fox mostraron el libro a los guionistas Thomas Lennon y Robert Ben Garant, que habían logrado fama como socios del enorme éxito televisivo "Reno 911" (y de la próxima versión cinematográfica Reno 911!: Miami), éstos apenas pudieron contenerse. "Dimos literalmente un brinco en nuestros asientos", afirma Lennon. "Lo que quiero decir es que ambos somos de Nueva York y habíamos pasado una parte muy importante de nuestra adolescencia vagando por el Museo de Historia Natural. Podríamos dibujar un mapa de memoria, tanto nos había gustado pasar el tiempo allí. Era, lisa y llanamente, un sitio sin rival en la Tierra".

Garant añade que "lo que realmente nos ganó fue que los dos habíamos tenido de niños el mismo sueño de escondernos en el museo y tener la oportunidad de ver lo que sucede cuando cierran. Creo que muchos niños, por no hablar de los adultos, han tenido idéntico sueño. Estar allí solo, en la oscuridad, junto a todas esas leyendas históricas y todas esas gigantescas criaturas, sería la aventura definitiva".

Desde el mismo principio, los realizadores sabían que Ben Stiller tenía que interpretar el papel protagonista del desafortunado, aunque heroico al fin de la jornada, nuevo guarda nocturno Larry Daley. No sólo es Stiller una de las estrellas cómicas más populares de la actualidad, sino que en películas que van desde Algo pasa con Mary a Los padres de ella, Stiller se ha ganado justa reputación por encarnar a personajes que se enfrentan a circunstancias que les son rematadamente hostiles. Su habilidad para personificar tanto el humor como la angustia del hombre normal por excelencia que tiene que romper moldes, hacían que encajara perfectamente en el de Larry Daley.

"Larry es un tipo que nunca hizo las cosas como Dios manda, al que una y otra vez se le ocurren ideas para hacerse de oro de la noche a la mañana pero que nunca funcionan," explica Stiller. "También está preocupado por la posibilidad de perder toda relación con su hijo ya que su esposa está a punto de casarse otra vez. Todo parece estar madurando y ahora, justo antes de la Navidad, tiene que intentar hallar un trabajo. Naturalmente, sólo hay un empleo que este libre: guarda nocturno en el Museo de Historia Natural. Él cree que va a ser el peor puesto pero resulta lo más increíble que jamás le haya sucedido".

Desde el mismo momento en que hubo leído el guión, Stiller supo que quería formar parte de la gran aventura de Larry. "Simplemente me encantaban las ideas en que se basaba", afirma. "Yo me crié a unas cinco manzanas del Museo de Historia Natural y, siendo niño, me parecía verdaderamente rodeado de un halo mágico. No se compone sólo de pinturas colgadas en las paredes sino que es allí donde pueden admirarse las cosas más llamativas que jamás han existido – leones y ballenas; egipcios y dinosaurios – en un solo lugar. Por todo ello, la idea de que todo cobrara vida de noche dentro del edificio no podría haber resultado más atractiva ni más emocionante. Era algo que sentía dentro de mí que querría ver".

Cuando Larry Daley toma posesión de su nuevo empleo como guarda nocturno del Museo de Historia Natural, sustituye a un trío de guardas que parecen ser ellos mismos reliquias de la antigüedad, pero que demuestran tener su propio plan diabólico. Para dar vida al pintoresco trío formado por Cecil, Gus y Reginald, los realizadores acabaron decidiéndose por tres actores cómicos que por derecho propio han alcanzado la categoría de leyendas: el inimitable Dick Van Dyke, el adorado Mickey Rooney y la prolífica estrella de la escena, la televisión y el cine Bill Cobbs.

Una vez que los viejos guardas de noche le dan la alternativa a Larry Daley, éste pasa su primera noche en el museo, una noche que resulta locamente inolvidable cuando las piezas de cera, las de piedra y las disecadas que le rodean en la oscuridad vuelven a la vida dando rugidos. En medio del volar de pieles y el caos, Larry descubre a algunos personajes asombrosos cuya ayuda le será preciosa para sobrevivir hasta el amanecer.

La guía más importante le viene a Larry nada menos que de uno de los norteamericanos más alabados de la historia, de un hombre que verdaderamente creía en el asombroso poder inherente al "hombre de la calle": el 26º presidente de los Estados Unidos, Teddy Roosevelt.

Para encarnar a Roosevelt, los realizadores sabían que necesitarían a alguien que pudiera dar todas las notas cómicas de la situación y que al tiempo sacara a la luz la pintoresca e inspiradora personalidad del verdadero hombre. La persona que inmediatamente se les vino a la cabeza fue el ganador del Premio de la Academia® y cuatro veces candidato al Oscar® Robin Williams, cuya carrera ha discurrido entre la comedia desenfrenada e intensas interpretaciones dramáticas. Cuando se le brindó la oportunidad de interpretar a Roosevelt – quien, al igual que Williams, presumía de una amplia gama de intereses que abarcaban la historia, la política, la ciencia y la naturaleza – no pudo dejarla pasar.

"En la vida real era una figura de enorme talla", dice Williams, "un hombre extraordinario y una persona fantásticamente independiente que básicamente luchó a favor de lo que él denominaba ‘el hombre pequeño’. Leyendo acerca de él, se me quedó la idea de que era a la vez una persona muy ética y muy carismática. Meterme en ese tipo de personaje era algo enorme".