Notas del director
"LOLA es la mirada insondable de una niña que sueña.
Es la esperanza de la puerta mágica por la que escapar de la miseria.
Es la alegría fulgurante del triunfo y el dolor de la pérdida.
Y, también, la pasión, y el miedo, y la amistad, y la nostalgia, y el amor, y la soledad, la dicha y la desdicha
LOLA es...una mujer" ( Miguel Hermoso)
Lola
Miedo me daba.
Lola Flores, la niña que, bailoteando por la calles de su Jerez natal, soñaba con las rutilantes estrellas del teatro; soñaba con sacar a sus padres de la pobreza resignada; soñaba con un triunfo en la vida que le permitiera a ella y a toda su familia escapar del humilde ámbito que la sociedad parecía, inexorablemente, haberles destinado; y soñando, soñando, se impuso a sí misma la inquebrantable obligación de conseguirlo.
Pero le tocó vivir en época y circunstancias difíciles. Aquél pobre país que después de una terrible guerra fratricida, vivió durante tantos años en un lúgubre, hambriento, mezquino, aislamiento; aquella España de los 40, los 50, regida por una clase dominante desconfiada y rencorosa, cuyo lema supremo era el de "poner las cosas en su sitio"; una sociedad que, de seguro, no estaba dispuesta a permitir que nadie se saltase las reglas, innovase comportamientos, se saliese del trayecto que le había sido marcado de antemano. Era una España de agobiantes espacios rígidamente marcados: lo afecto y lo desafecto al Régimen, lo sumiso o lo rebelde, lo decente y lo indecente.
Lola quería ser reconocida y respetada en todos los ámbitos, y para ello tuvo que aprender a trampear para moverse en aquellas aguas, y también,
inevitablemente, pagar un precio por su triunfo.
Chesterton decía, no sin humor, que hay un Robin Hood en el profundo interior de todo hombre.
Me pregunto si en el interior de toda mujer, no hay una Lola.
Lola, la decisión, y la lucha, y la rebeldía y el fuego y la pasión
¿Qué sabe la gente de Lola? ¿Y qué le gustaría saber que no conoce?
Ya digo, miedo me daba.
La película
¿Es posible contar TODO ESO en menos de dos horas?
Esa fue la inmediata pregunta que me vino a la cabeza cuando las productoras, PRODIGIUS y ENSUEÑO, me ofrecieron el proyecto.
Tardé en aceptar la tarea. Me leí todas la biografías que pude encontrar, las de Carmen Domingo, Juan Ignacio García Garzón, Jean Chalon, Tico Medina
Me documenté exhaustivamente sobre personajes, ámbitos, teatros y productoras de cine que habían incidido en su vida.
Hasta que, finalmente, encontré un motivo, un camino. Y fue en una de las páginas de la sentida y certera biografía que sobre Lola había escrito mi querido paisano Tico Medina, cuando transcribe una conmovedoramente sincera afirmación de Lola:
"Yo lo que quería era que alguien me llevara a la iglesia, me hiciera hijos y me diera una seguridad, un hogar, que me permitiera ir por ahí con la cabeza muy alta.
Pero me había prometido a mí misma que no tendría hijos hasta no haberme casado".
Ahí vi yo la clave: en esa obsesión y en la dificultad para compaginarla con el mundo del espectáculo, se condensaba, a mi parecer, toda la lucha de Lola, todo lo que aquella triunfadora del teatro y el cine había representado en la España de la posguerra; y también, seguramente, todo lo que Lola hubiera querido transmitir a las jóvenes generaciones españolas. Porque ahí estaba la mujer.
Y ésa fue la línea de trabajo que propuse al guionista, Antonio Onetti, y que, afortunadamente para mí, fue aceptada de inmediato tanto por él, como por las dos compañías productoras.
El trabajo me pareció arriesgado y difícil, narrar una historia basada en un personaje tan carismático, que, lógicamente tenía que contar con números musicales, con espectáculo, y también con acción y un poco de humor.
Y debo reconocer que, dentro de las lógicas limitaciones presupuestarias, los productores me dieron carta blanca a la hora de diseñar la película.
En primer lugar era necesario un "casting" exhaustivo, del que se hizo cargo una de las mejores especialistas del país, Elena Arnao. Ella fue, entre otros aciertos, la descubridora de ese prodigio de interpretación e inteligencia que es Gala Évora, así como de la gestión de un reparto maravilloso, en el que yo busqué un creativo balance entre actores consagrados y principiantes, que creo conseguido, y que, una vez más, fue aceptado al 100% por las compañías productoras.
En segundo lugar, yo consideré imprescindible, en un rodaje de tan larga duración (14 semanas) contar con un equipo técnico del máximo nivel, (el que hemos tenido está poblado de Goyas), al cual yo pudiera exigirle además, lo que llamaremos un "plus de entusiasmo y creatividad" hacia el proyecto.
Y no me puedo quejar del equipo. Se me permitió diseñarlo al completo, desde mis ayudantes de Dirección, hasta la fotografía de Hansi Burman; desde la dirección artística de su hermano, Chinín, hasta el fastuoso vestuario de Sonia Grande, el maquillaje de Jorge Hernández o el montaje de Koldo Idígoras; desde la música de Víctor Reyes, hasta el inolvidable regalo de la coreografía de Cristina Hoyos
Todo el perfil de la película fue diseñado por mí. Mejor dicho, no todo: lo único que, lógicamente, se me impuso fue el equipo de Producción. Y tengo que contar una cosa: el penúltimo día de rodaje hice un aparte con Nerea Orce, la Jefa de Producción, para proponerle contar con ella y con todo su equipo en mi próxima película. Con eso lo digo todo.
Así que, para lo malo, asumo las responsabilidad que me corresponde.
Para lo bueno, (que yo sé que lo hay), sinceramente, considero autores a todos los arriba mencionados.
Que disfruten la película.
La banda sonora
Accede a la información sobre la banda sonora Lola, la película.