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  Muertos del pasado  (Long Time Dead)
  Dirigida por Marcus Adams
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Marruecos, 1979. Alguien a quien no vemos contempla a un grupo de occidentales entregados a la práctica de la magia negra. El resultado es que convocan a un poder mucho más peligroso de lo que podían imaginar.

Londres, 2001. Un grupo de estudiantes en una fiesta se desafían mutuamente a jugar con una güija. Lo que empieza como una broma se convierte enseguida en una experiencia inquietante: el vaso deletrea el mensaje TODOS MUEREN. Liam (Alec Newman) es el que peor se lo toma; sale huyendo de la habitación y se refugia en el tejado. Su novia Annie (Melanie Gutteridge) consigue calmarle un poco y luego le deja para ir a buscar su inhalador. Un momento después Liam ve el cuerpo achicharrado de Annie que rompe el techo de cristal y va a estrellarse contra el suelo del salón donde estaban celebrando la fiesta.

Destrozados por lo sucedido, Liam y sus amigos se retiran para descansar. A media noche los despierta Webster (Lukas Haas). Ha descubierto algo en el video que grabaron en la fiesta: una visión aterradora de Annie huyendo de algo, perseguida por una sombra de la que apenas se distingue nada. Muy nervioso, Liam se va pues necesita estar solo. Después se va la luz y Webster y Spence (James Hillier) se ven obligados a bajar al sótano de Becker (Tom Bell), su siniestro casero. Allí descubren abundante material sobre ciencias ocultas y satanismo pero, sobre todo, descubren un dossier sobre el padre de Liam y su supuesta participación, que según él fue obra del demonio, en una masacre acaecida en Marruecos en la década de los años 70. Todas las sospechas sobre la muerte de Annie recaen sobre el casero Becker.

Cuando Liam regresa, sus amigos le cuentan lo que han descubierto sobre Becker y sobre su padre. Se cruzan diferentes acusaciones pero Stella (Lara Belmont) y Lucy (Marsha Thomason) tienen una teoría diferente: creen que la muerte de Annie está relacionada con el tablero de la güija. Liam se muestra reticente ante la idea de un suceso sobrenatural. Tiene que habituarse a la idea de que su padre es un asesino sanguinario y de que Annie ha sido asesinada por un psicópata. Stella deja a sus amigos y es violentamente asesinada en el servicio.

Inquieto por el paralelismo entre la muerte de Annie y las imágenes retrospectivas que invaden su mente de su padre matando a alguien en Marruecos en 1979, Liam toma la traumática decisión de ir a visitarle por primera vez desde que fue encerrado en un hospital psiquiátrico. Su padre sigue declarándose inocente de todo y, ante la incredulidad de Liam, sugiere que Becker sí pudo tener algo que ver con la muerte de Annie. Confuso y asustado, Liam abandona el hospital convencido de que Becker y su padre tienen algo que ver con estos crímenes.

Dos miembros más del grupo son asesinados mientras vuelven a examinar la cinta de video en busca de pistas. El ominoso mensaje de la sesión espiritista, TODOS MUEREN, va cumpliéndose de forma gradual. Rob (Joe Absolom) les cuenta a Lucy y a Spence la noticia de la horrible muerte de Stella. Deciden esconderse en la casa en la que mataron a Annie. Liam va a reunirse con ellos un poco después; encuentra a Spence muerto y a Rob vagando en estado de shock. Rob le dice a Liam que Becker sigue suelto.

Rob y Liam consiguen vencer a Becker pero cuando encuentran a Lucy ya está muerta. En ese momento Liam se da cuenta de que Rob es el asesino y de que su padre era inocente, después de todo. El mismo demonio que poseyó al amigo de su padre, que por tanto debía morir, está ahora en el interior de Rob. Liam comprende que la única forma de vencerle es hacer lo mismo que su padre tuvo que hacer veinte años atrás.