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  ¡Porque lo digo yo!  (Because I said so)
  Dirigida por Michael Lehmann
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Comedia que explora el momento de salir de debajo de las faldas de mamá, del director Michael Lehmann (La verdad sobre perros y gatos, 40 días y 40 noches, Heathers).

Tras la cámara de Porque lo digo yo, Lehmann ha contado con un equipo técnico curtido en mil comedias, entre los que figuran el director de fotografía Julio Macat (De boda en boda, Se montó la gorda), la diseñadora de vestuario Shay Cunliffe (Un sueño para ella, La joya de la familia), la diseñadora de producción Sharon Seymour (Duetos, Friday Night Lights), además de los montadores Paul Seydor (Adivina quién, Tin Cup) y Troy Takaki (Hitch, Stick It). El sonido de la película es obra del supervisor musical Dana Sano (La madre del novio, Magnolia), con música de David Kitay (Bad Santa, Date Movie).

Paul Brooks (Mi gran boda griega, El día de la boda) y Jessie Nelson (Yo soy Sam, Quédate a mi lado) producen la película, de la que Nelson es asimismo una de las guionistas, junto a Karen Leigh Hopkins (Aquí te pillo aquí te mato, Quédate a mi lado). Entre los productores ejecutivos de Porque lo digo yo están Scott Niemeyer, Norm Waitt y Michael Flynn.

La idea de Porque lo digo yo surgió de una revisión dental rutinaria. La coguionista Karen Leigh Hopkins estaba haciendo tiempo en la sala de espera, cuando no pudo evitar escuchar la historia de una madre que estaba orgullosa de concertar para su hija citas con aquellos hombres a los que consideraba un buen partido.

"Me pareció un concepto fascinante", recuerda Hopkins. "Delante de mí tenía a una madre que quería desesperadamente ver a su hija casada pero que veía que su pequeña tomaba siempre decisiones erróneas en lo que a los hombres se refiere. En nombre del amor, había decidido ocuparse personalmente del asunto y perseguir descaradamente a pretendientes para su hija a través de Internet… sin conocimiento de ésta. Recuerdo que pensé: «esto tendría posibilidades ilimitadas en una película»".

Al igual que a Paul Brooks, a Michael Lehmann le intrigaba el enfoque del guión en torno a la dinámica de los lazos madre/hija. "Evidentemente, nunca he experimentado esta clase de relación de primera mano", explica, "pero tengo dos hermanas y mujer e hija, de manera que me he visto expuesto a ella durante toda mi vida. Sé que es una relación riquísima y me pareció que la historia la ilustraba de un modo muy realista".

La coguionista y productora de la película, Jessie Nelson, conoció a Diane Keaton en la escuela primaria de Los Ángeles a la que asistían sus hijas. "Nos hicimos bastantes amigas porque nuestro nexo era la maternidad", recuerda Nelson. "Fueron nuestras hijas quienes nos reunieron… un caso en el que es el arte el que imita a la realidad. En el fondo de mi amistad con Diane subyace ese cimiento común del intenso amor que sentimos por nuestros hijos. Así pues, me ha resultado especialmente grato que podamos explorar ese terreno juntas en una película".

Nelson comentó con Keaton el guión que había coescrito y la actriz le pidió una copia. Tras leer el guión, Keaton aceptó protagonizar el proyecto en el papel de la super-madre de todas las madres, Daphne Wilder.

Con Keaton a bordo, buscaron a un trío de mujeres jóvenes que encarnara a las hijas de Daphne: Milly, Maggie y Mae. "A la primera a la que elegimos fue a Mandy", explica Nelson. "No queríamos tener a las demás hermanas hasta que supiéramos quién iba a ser Milly. Mandy vino, hizo una prueba fantástica y reinventó a Milly. Tiene ese aire de hermosa pureza y vulnerabilidad, y creímos que resultaría interesante darle a su personaje ese matiz".

Moore admite que sus deseos de interpretar el papel tuvieron mucho que ver con Keaton. "Poder trabajar con ella haciendo lo que sea es sencillamente increíble", afirma. "No es sólo que trabajando con Diane quieras mejorar tu nivel; sucede de manera automática. Haría de chica de los recados o de peluquera o maquilladora con tal de estar en una película con ella".

La actriz también valoró la honestidad con la que el guión aborda el vínculo madre/hija. "La relación de Daphne y Milly me recuerda mucho a la mía con mi madre", reflexiona Moore. "A veces me pone de los nervios, pero al final… somos muy amigas y nos queremos un montón".

Una vez que tuvieron a Moore para interpretar a Milly, la producción buscó a la actriz perfecta para el papel de la hija mayor de la familia Wilder, Maggie. Nelson apunta que "cuando vimos a Lauren Graham, supimos que sería el complemento perfecto para el personaje de Mandy, alguien que nunca oculta sus sentimientos. Maggie, en cambio, es una bromista: una mujer que lo ha visto todo y lo ha probado todo, perfectamente capaz de abrirse camino. Y Lauren expresaba eso maravillosamente".

Graham, que se ha pasado la mayor parte de la pasado década encarnando a Lorelai Gilmore en Las chicas Gilmore, la serie de televisión favorita de la crítica, pisaba suelo firme en una situación de dinámica familiar compleja. Al igual que Moore, tenía muchísimas ganas de trabajar con Keaton. En sus propias palabras, "una querría ser una hija de mentirijillas digna de una agudeza y un talento tan increíbles. Diane es muy sensible y consciente, un ser humano sumamente amable".

La siguiente de la lista, para el papel de la hija mediana –la asilvestrada Mae– sería la versátil Piper Perabo. "Piper aportaba unas cualidades muy singulares a este grupo de mujeres; sabíamos que sería perfecta", explica Nelson. "Con ella redondeábamos una familia maravillosa y muy interesante que sin duda se iba a trasladar a la pantalla".

Lo que más sorprendió a Perabo fue el compañerismo que encontró en el set con las coprotagonistas Moore y Graham. "Nos reíamos y parloteábamos hasta un segundo antes de que la claqueta", recuerda. "Cuando Michael gritaba «acción», seguíamos riéndonos de nuestros chistes y comportándonos como cualquiera haría con sus hermanas".