Denzel Washington y Russell Crowe encabezan un reparto espectacular compuesto por conocidas estrellas y otras en auge, que incluye a RUBY DEE (Un lunar en el sol), CHIWETEL EJIOFOR (Hijos de los hombres), CUBA GOODING JR (Pearl Harbor), JOSH BROLIN (No Country for Old Men), TED LEVINE (Memorias de una geisha), ARMAND ASSANTE (Gotti), JOHN ORTIZ (Corrupción en Miami), JOHN HAWKES (Deadwood), RZA (Sin control/Derailed), CARLA GUGINO (Sin City/Ciudad del pecado), COMMON (Ases calientes/Smokin Aces) y T.I. (ATL).
Para formar el equipo técnico que llevaría esta notable historia a la gran pantalla, Ridley Scott y Brian Grazer reunieron al aclamado director de fotografía HARRIS SAVIDES (Zodiac, La otra cara del crimen/The Yards); el diseñador de producción ARTHUR MAX (Gladiator/El gladiador, Black Hawk derribado), premiado por los BAFTA; la oscarizada diseñadora de vestuario JANTY YATES (Gladiator/El gladiador, De-Lovely); el montador PIETRO SCALIA, ACE, ganador de dos Oscar (JFK/Caso abierto, Black Hawk derribado) y el compositor MARC STREITENFELD.
Los productores ejecutivos son NICHOLAS PILEGGI, Steven Zaillian, BRANKO LUSTIG, JIM WHITAKER y MICHAEL COSTIGAN.
El regreso de Superfly: La creación de American Gangster
La leyenda del traficante de heroína, hombre de familia, verdugo y líder ciudadano Frank Lucas se contó por primera vez hace siete años en el New York Magazine en un artículo firmado por el periodista Mark Jacobson. En el año 2000, el productor ejecutivo Nicholas Pileggi, coguionista de Uno de los nuestros y Casino, con Martin Scorsese, presentó el periodista a Frank Lucas, momento en que empezó un viaje durante el que Lucas contó su increíble auge y caída a Jacobson. La asombrosa historia de este no menos asombroso personaje empezaba cuando vio cómo el KKK (Klu Klux Klan) asesinaba a su primo en La Grange, Carolina del Norte, seguía con los años en que ganó alucinantes sumas de dinero con la venta de drogas y acababa con una condena de por vida en prisión.
A continuación, Mark Jacobson redactó "The Return of Superfly" (El regreso de Superfly), donde profundizaba en la compleja historia de un temporero muy pobre que se mudó a Harlem y que consiguió meterse en el naciente tráfico de heroína a gran escala y gobernar el imperio neoyorquino de la droga. Vendiendo un producto más puro y más barato a los miles de adictos de la época de la guerra de Vietnam, Lucas amasó una fortuna que se estimó en decenas de millones de dólares, pero también consiguió llamar la atención de la justicia. Si no hubiera traficado con una sustancia ilegal de las más letales, no cabe duda de que habría sido aclamado como uno de los hombres de negocios más inteligentes de la década, puede que del siglo, por haber levantado una empresa familiar de tal envergadura.
Creció en la más absoluta pobreza en un pueblo sureño y llegó a Nueva York en 1946 hecho, según él, un "cabrón diferente". Trabajó durante dos décadas con Bumpy Johnson (el hombre que inspiró al padrino negro de las películas Shaft en los setenta) y actuó como su mano derecha hasta la muerte de Johnson en 1968, tomando ejemplo de gánsteres del calibre de Frank Costello y Lucky Luciano. Al morir Johnson, Lucas se hizo con las riendas del negocio, que cambió de rumbo dedicándose a la importación de heroína, y estampó su sello en la ciudad, volándole los sesos a cualquiera que osara oponerse a su voluntad.
Fascinado por el artículo de Mark Jacobson, el productor Brian Grazer, premiado por la Academia, compró los derechos del proyecto para Imagine Entertainment antes de reunirse con Nicholas Pileggi y Frank Lucas para oír de primera mano las hazañas del mafioso. Un buen número de las últimas películas producidas por Brian Grazer se inspira en historias verdaderas, desde 8 millas a Friday Night Lights pasando por Cinderella Man, el hombre que no se dejó tumbar y Una mente maravillosa, que parecen imposibles de superar. El productor ve la historia de Frank Lucas como una metáfora de la avaricia del capitalismo burocrático y reconoce que no había visto nada semejante.
Le fascinó la historia de un hombre que con "el sueño del empresario estadounidense encontró la forma de tratar con individuos en el sureste de Asia para obtener la mejor heroína del mercado". Sigue diciendo: "Después de conseguir la heroína, hizo un trato con oficiales del ejército estadounidense para importarla en las bolsas de plástico que contenían los cadáveres de los soldados repatriados a Estados Unidos (la llamada "conexión cadáver"). Me pareció una idea notable, increíble y de lo más interesante". A continuación, Brian Grazer habló con el veterano guionista Steven Zaillian para que escribiera un guión basado en la vida de Frank Lucas.
Steven Zaillian, ganador de un Oscar y autor de obras maestras como La lista de Schindler, de Steven Spielberg, y la aclamada Gangs of New York, de Martin Scorsese, habló durante meses con Frank Lucas y su ex perseguidor Richie Roberts (que ahora actúa como su defensor) para canalizar esta sorprendente historia que abarca varias décadas. El guionista también quedó fascinado por la sorprendente relación entre el multimillonario empresario mafioso y el complicado policía convertido en acusador. Estaba convencido de que podría escribir una demoledora parábola que no se limitaría a dramatizar el ascenso y caída de Frank Lucas, sino que enseñaría los caminos yuxtapuestos del perseguidor y de su bestia negra.
Richie Roberts, que fue detective en el condado de Essex, Nueva York, desde finales de los sesenta hasta principios de los setenta, acabaría por derrotar al popular héroe. El productor y el guionista estaban de acuerdo en que la fascinación de la historia no sólo surge de Lucas, que respetaba al pie de la letra un estricto código familiar mientras vendía veneno a miles de miembros de su comunidad, sino también de Richie Roberts, que no esperaba cruzarse con el del rey de la droga.
En el guión de Zaillian, el policía es un donjuán desaforado con una impecable vida profesional que intenta salvar su vida personal. Richie Roberts, uno de los contadísimos miembros de las fuerzas del orden que no se dejaban comprar (o al menos su encarnación en el guión de Steven Zaillian), era lo opuesto del gánster Frank Lucas.
En un principio, Antoine Fuqua, que había dirigido a Denzel Washington en su oscarizada interpretación de Alonzo Harris, un policía corrupto del departamento de narcóticos de Los Ángeles, en Training Day/Día de entrenamiento, iba a ser el director de American Gangster. Por otra parte, el guión cautivó a Denzel Washington que, sin embargo, no estaba decidido a interpretar a un hombre cuyo ascenso al poder se basó en numerosas muertes, pero acabó aceptando el papel protagonista. Además de creer que este hombre de negocios que tanto daño hizo, intentó redimirse a través de su encarcelamiento, se sintió intrigado por su compleja vida.
Pero el actor tendría que esperar unos cuantos años para poder llevar el papel a la gran pantalla.
Antes de que empezara el rodaje en 2004, Universal Pictures detuvo el desarrollo del proyecto. El productor Brian Grazer recuerda: "El proyecto se paró. Tardé una semana en poder reaccionar, pero seguía creyendo en la película".
Mientras otros guionistas retrabajaban el guión y había coqueteos con otros actores y directores, el productor seguía insistiendo para que Ridley Scott aceptara realizar el proyecto. El director creía en la trayectoria épica creada por Steven Zaillian, donde se retrata a un hombre que, dependiendo del punto de vista, es un mártir o un asesino. Fue necesario que los dos unieran sus fuerzas para que el proyecto resucitase y Denzel Washington volviera.
Brian Grazer dice: "Usé toda mi energía para conseguir levantarlo. Había pasado el guión a Ridley en siete u ocho ocasiones, y siempre le gustaba, pero nunca era el momento oportuno. Esta vez, no sé si era la novena o la décima, dijo que sí".
El realizador británico, conocido por cuatro décadas de creaciones, que abarcan desde películas de ciencia-ficción como Blade Runner y Alien a dramas como Black Hawk derribado, Gladiator/El gladiador, Thelma & Louise y Hannibal, se sintió atraído por la ética nada clara de ambos protagonistas, así como por su paradoja. Pero todavía pasó algún tiempo antes de que se colocara detrás de la cámara para rodar American Gangster.
De hecho, Ridley Scott le había pedido a Steven Zaillian que diera más importancia a Richie Roberts. Le interesaba la paradoja que representaba, por un lado, la vida familiar irreprochable del traficante, frente a la vida personal destrozada de Roberts que, además, "se había ganado muchos enemigos al principio de su carrera, cuando encontró un millón de dólares en el maletero de un coche. Después de entregarlo en comisaría, el departamento decidió que no se podía confiar en él".
El director estaba decidido a investigar la aparente dicotomía de los dos personajes: "Exploraría dos universos con la esperanza de hacer que ambos fueran fascinantes y de acercarlos paulatinamente. Era necesario intercalarlos con cuidado porque cada vez que se intercalan, los dos mundos se acercan un poco más". Estaba decidido a rodar la película si Russell Crowe, uno de sus actores fetiche, aceptaba el papel de Richie Roberts, y si Denzel Washington volvía a unirse al proyecto.
Cuando supo que Russell Crowe y Ridley Scott eran parte del proyecto, Denzel Washington no pudo negarse y volvió a prepararse para hacer el papel de Frank Lucas. Dice: "Brian vino a verme y me dijo: Tengo a Ridley. Ridley es uno de los grandes cineastas de la época actual, no podía decir que no". Por fin interpretaría al hombre que pasó de robar pollos a ser el rey de Harlem.
Denzel Washington explica que para prepararse para el papel "me metí en una habitación con Frank, encendí la grabadora y empezamos a hablar. No intenté imitarle, pero Frank es muy carismático, es la clave de su carácter. Cuando interpreté a Rubin "Huracán" Carter, hice lo mismo, pasé tiempo con él a solas para que me dijera la verdad, o al menos una versión de la verdad. Pero a Frank le dije: No me cuentes nada que no necesite saber, no quiero tener que testificar".
Durante la preparación, el actor neoyorquino aprendió más de lo que esperaba del mundo del tráfico de drogas, sobre todo acerca de la "Country Boys Blue Magic" (La magia azul de los pueblerinos). "Entonces, según me han contado, el kilo de heroína al 50 ó 60% valía de 50.000 a 60.000 dólares", explica el actor. "Frank consiguió encontrar heroína pura al cien por cien por 4.200 dólares el kilo; la revendía en las calles por mucho menos que la competencia. Hagan el cálculo. Ganó una fortuna. Incluso dice haber ganado un millón de dólares diarios en algunos momentos".
Denzel Washington añade: "No me interesaba glorificar a un traficante, se lo dije a Frank nada más conocerle". Es interesante saber que el actor escribió "No hay paz, dice el Señor, para los malvados" (Isaías 48:22) en su guión de rodaje para acordarse del rumbo escogido por Frank Lucas y su búsqueda de la redención.
Russell Crowe, dispuesto a colaborar por tercera vez con el director Ridley Scott y con el productor Brian Grazer, aceptó el difícil papel del impenitente policía. Le atrajo la forma en que el guión de Steven Zaillian describía cómo la corrupta ciudad de Nueva York, el barrio de Harlem y el menos complicado mundo de Nueva Jersey actuaban como satélites en la época del ascenso de la heroína. Según el periodista Mark Jacobson, autor del artículo "The Return of Superfly" (El regreso de Superfly), la corrupción había alcanzado tales proporciones dentro de la Unidad Especial de Investigación de Narcóticos (SIU), que "en el año 1977, 52 de los 70 policías que habían pasado por la unidad estaban encarcelados o acusados formalmente". Richie Roberts era la excepción que confirma la regla, y Russell Crowe le admira por lo que ha sabido de él.
Hablando de las primeras conversaciones que mantuvo con Brian Grazer, el actor dice: "Había leído cinco o seis versiones del guión, y sabía cuál era mi preferida, pero eso es cosa del capitán del barco. Brian me llamó un viernes y Ridley me llamó por otra cosa el sábado. Aproveché para preguntarle si había leído la última versión. Me dijo que sí y que le había encantado. Le pregunté: ¿Crees que nos tratarán de codiciosos si volvemos a hacer otra película juntos tan pronto? Y me contestó: ¿Qué más da?"
Pero Russell Crowe era consciente de que rodar una película sobre personajes reales no es lo mismo que hacer un documental sobre sus vidas. "El guión se centra en un periodo y el tiempo se condensa para poder contar la historia", dice. "En la película, Richie hace cosas que no hizo realmente. Todo lo que le concierne es contradictorio. Nada en él es tradicional y no es alguien al quien se pueda encasillar en una categoría. En realidad, lo nuestro sólo es una imitación".
Una vez escogidos los dos protagonistas, el equipo de producción empezó a buscar a otros actores para un reparto coral con más de 30 papeles de importancia.
Country Boys y hombres sin ley: El reparto
Para trabajar con Denzel Washington y Russell Crowe en American Gangster, Ridley Scott y Brian Grazer buscaron actores de primera. Para encarnar a la familia Lucas, compuesta por hermanos y primos que Frank llevó a Harlem para ayudarle en el negocio, el clan de los Country Boys (Pueblerinos), llamados así porque todos procedían de zonas rurales de Carolina del Norte, el departamento de casting buscó a una serie de talentosos artistas, algunos con formación clásica de teatro y otros procedentes del mundo del hip-hop.
El cabeza de los Country Boys es Huey, el hermano menor de Frank Lucas y su mano derecha, encarnado por Chiwetel Ejiofor, un actor británico con una impresionante lista de películas estadounidenses en su haber. "Trabajé con Chiwetel en Plan oculto", dice Brian Grazer. "Hacía el papel de compañero de Denzel y se llevaron muy bien entonces. A pesar de ser británico, se mete en la piel de los personajes americanos como si hubiera nacido en Estados Unidos. En esta película, su personaje es extravagante e impredecible, contrasta con la personalidad tranquila y discreta de Frank".
Otros miembros de la familia Lucas están interpretados por dos artistas que, a pesar de no haber trabajado mucho en la gran pantalla, son viejos conocedores del éxito; el rapero Common es Turner, otro hermano de Frank, y el cantante de hip-hop T.I. es Stevie, el impresionable sobrino del rey de la droga. Ridley Scott temía que los dos artistas no se acostumbraran a la lentitud de un rodaje, pero se quedó impresionado por cómo se adaptaron a los requisitos de una película. Dice: "Es como si actuar fuera el siguiente paso después de cantar. Las interpretaciones de Common y T.I. son muy buenas".
La legendaria actriz Ruby Dee da vida a Mamá Lucas, la matriarca del clan. Esta nativa de Harlem conoció de primera mano el mundo retratado por la película y ayudó a sus compañeros contándoles sus recuerdos. Dice: "La época de Frank Lucas descrita en American Gangster no me parece una película, más bien un recuerdo. Los gánsteres tenían un papel importante en nuestras vivas porque formaban parte importante de la comunidad. Lo controlaban todo".
De niña vivió en un edificio en la esquina de la Calle 137 con la Séptima Avenida. Recuerda: "Hombres como Denzel llamaban a la puerta, nos saludaban y nos daban una bolsa con un pavo para el Día de Acción de Gracias. En la época navideña, traían juguetes". Hasta más tarde no entendió que no eran simples ciudadanos bondadosos; había "una conexión política con el hampa".
El oscarizado Cuba Gooding Jr se encarga de interpretar a Nicky Barnes, el mayor rival de Frank Lucas en el tráfico de heroína. Otro personaje importante en el mundo de las drogas de Harlem fue Barnes que, como Lucas, inculpó a sus cómplices después de ser arrestado. Pero hasta entonces, quiso todo lo que tenía Lucas y mucho más. Incluso fue portada de New York Times Magazine, donde afirmó ser "El Sr. Intocable". El actor tenía curiosidad por saber más acerca del papel que estos traficantes jugaban en Nueva York a principios de los setenta. Resume la atracción de Barnes y de Lucas diciendo: "Eran considerados como auténticas celebridades. Hoy en día, los deportistas y los actores son famosos, entonces lo eran los traficantes. Sólo ellos tenían una conexión directa con los habitantes del centro degradado de la ciudad".
Armand Assante encarna a Dominic Cattano, el típico mafioso italiano de la época, una poderosa espina clavada en el costado de Lucas y que, como todos, no puede aceptar que un negro usurpe el poder e inunde las calles con una heroína más barata y de mejor calidad. El actor explica: "Cattano es un hombre poderoso convencido de que él y su negocio están por encima de la ley y de la competencia. Asombrado por lo que ve en Frank Lucas, intenta llegar a un trato beneficioso para ambos. Cuando Frank lo rechaza, Cattano pone en marcha la maquinaria de su imperio para derrotarle".
Otra espina clavada en el costado de Lucas y de Richie Roberts, es el detective Trupo, que se vende al mejor postor, interpretado por Josh Brolin. Este poli corrupto deja vender drogas en la calle a cualquiera siempre que obtenga un buen porcentaje de los beneficios. Al actor le gustó la idea de explorar la mente de un "chorizo con placa" que simboliza la corrupción de las fuerzas del orden en la época. Cuando se preparaba para hacer el personaje, habló con un veterano policía que le dijo, entre otras cosas: "Bastaba con decirle a un camello: Mira, te mato, te pongo la pistola en la mano y me darán una medalla, así de fácil. En aquella época no había muchos camellos ni gánsteres que mataban a polis, no se hacía".
Otro miembro del clan Lucas es Eva, la esposa de Frank Lucas, ex Miss Puerto Rico, a la que seduce con dulzura hacia una vida al margen de la ley. Ridley Scott quería una joven con "una agradable inocencia" para el papel y escogió a Lymari Nadal, que se licenció en Química antes de lanzarse a la interpretación. "Leí el guión y luego conocí a la auténtica Eva (cuyo nombre se cambió en la película). He intentado respetar la forma en que ve su vida. Creo que para ella, lo más importante es su historia de amor y lo que podía comprar, el dinero de que disponía".
Denzel Washington, hablando de sus compañeros de reparto, dice: "Cuando vi con quién trabajaría, pensé: La producción no se anda por las ramas. Artistas como Ruby Dee, que hace el papel de mi madre, bueno, es una leyenda. Fantásticos actores como Armand Assante, Cuba Gooding Jr, Clarence Williams III, Chiwetel... Un grupo realmente interesante".
Paralelamente al universo de Frank está el de Richie Roberts y sus compañeros. Cuando Richie entrega a las autoridades un millón de dólares del tráfico de drogas que acaba de encontrar, muy a pesar de su compañero catador de heroína Javier Rivera (John Ortiz), se convierte en un hombre marcado del que nadie se fía, ni los policías ni los chorizos.
Al tener la oportunidad de dirigir un departamento de la Unidad Especial de Investigación de Narcóticos (SIU) del condado de Essex, Roberts deberá seleccionar a un grupo de élite formado por detectives que conozcan las calles tan bien como los delincuentes a los que persiguen. Para estos papeles, Ridley Scott y Brian Grazer escogieron a veteranos actores como John Hawkes y Yul Vazquez, además de otra estrella del mundo de la música, RZA, cofundador del emblemático grupo de hip-hop Wu-Tang Clan. RZA, que trabajó en el thriller Sin control/Derailed, ya conocía al productor por haber tenido un papel en 8 millas.
Los actores se quedaron sorprendidos al enterarse de que muchos policías trabajan en Narcóticos por el subidón que les produce. Algunos incluso describen su trabajo como una droga. John Hawkes, que da vida al detective Spearman, ve el departamento como "un precursor de la DEA, uno de los primeros esfuerzos federales contra la droga". Y sigue diciendo: "Richie debe escoger a policías honrados y me encuentra a mí, con mi pinta de delincuente. Y le digo: No voy si no te llevas a mis hombres. No los conoce, son Jones y Abruzzo, interpretados por Yul Vazquez y RZA. Tenemos muy mala pinta, parecemos auténticos camellos locos, pero somos grandes policías".
La vida profesional de Richie Roberts va hacia arriba, pero su vida personal se derrumba. Carla Gugino interpreta a Laurie, la esposa que está a punto de dejarle. La actriz no tuvo problemas en identificarse con la neoyorquina harta de que su marido la engañe y que decide dejarle. "Se quieren de verdad", explica, "pero es una relación imposible porque no puede resistir a una mujer. Ella intentó convencerse de que cambiaría, pero no ha cambiado. Al final, decide llevarse a su hijo e irse a vivir a Las Vegas con su hermana". Otro duro golpe para Richie, que le empuja a obsesionarse aún más por derrocar el imperio de Lucas.
Una vez el reparto completado, quedaba el complicado proceso de recrear Harlem y Vietnam a finales de los sesenta y principios de los setenta, tarea que incumbía principalmente al diseñador de producción Arthur Max, que colabora con Ridley Scott por quinta vez.