Dirigida por Matthew Vaughn, protagonizada por Claire Danes, Charlie Cox, Sienna Miller, Ricky Gervais, Jason Flemyng, Rupert Everett, Peter O'Toole, con Michelle Pfeiffer y Robert De Niro. Guión, Jane Goldman y Matthew Vaughn, basado en la novela de Neil Gaiman, ilustrada por Charles Vess. Productores, Matthew Vaughn, Lorenzo di Bonaventura, Michael Dreyer y Neil Gaiman. Productores ejecutivos, David Womark, Kris Thykier, Peter Morton y Stephen Marks. Director de fotografía, Ben Davis. Diseño de producción, Gavin Bocquet. Montaje, Jon Harris. Vestuario, Sammy Sheldon. Música, Ilan Eshkeri.
Una estrella ha caído del cielo en el país mágico de Stormhold, separado por un muro del pueblecito victoriano de Muro. Pero no es un meteorito cualquiera, sino una preciosa joven cuya larga caída a través del cosmos la ha puesto en grave peligro, ya que muchos quieren hacerse con sus poderes secretos. Todos se lanzan tras ella, desde un joven pueblerino que la necesita para conquistar a la chica que ama, pasando por una feroz y malvada bruja que quiere recuperar la eterna juventud, por un codicioso príncipe que quiere deshacerse de la competencia al trono, hasta una serie de seres sobrenaturales, duendes e incluso un pirata volador, todos la quieren para algo, bueno o malo, y desean una única cosa, su corazón.
La acción transcurre en un universo paralelo separado de nuestro mundo por un simple muro de piedra. Stardust muestra la asombrosa cercanía de dos mundos, uno conocido y familiar, otro mágico y fantástico. Protagonizada por un extraordinario elenco formado por actores en ciernes y auténticas leyendas de Hollywood, como Charlie Cox, Claire Danes, Robert De Niro, Sienna Miller, Michelle Pfeiffer, Jason Flemyng, Henry Cavill, Ian McKellan, Rupert Everett, Peter O'Toole, Ricky Gervais, Nathaniel Parker, Sarah Alexander, Kate Magowan, Melanie Hill y Joanna Scanlon, Stardust es una puerta abierta a un mundo mágico.
La inspiración de la película pertenece a uno de los autores más visionarios y más vendidos del momento, Neil Gaiman, cuya premiada obra abarca novelas, cómics y guiones, marcados por una imaginación intemporal y relatos memorables. En 1997 publicó Lluvia de estrellas/Stardust, un cuento de hadas repartido en cuatro cómics de la editorial DC Cómics, con magníficas ilustraciones de Charles Vess. Cuando se lanzó como libro un año después, Lluvia de estrellas/Stardust se colocó inmediatamente en la lista de los más vendidos y fue nombrada como una de las mejores novelas del año.
Los críticos y los lectores la compararon a La princesa prometida y La historia interminable gracias a su mezcla de humor y magia. La historia se convirtió en algo poco habitual, un cuento de hadas moderno. "Mi idea era contar la historia de un joven que sale en busca de lo que desea, pero descubre que en realidad desea otra cosa", dice el autor Neil Gaiman. "Empecé con esa idea y la seguí hasta el final; me sentí muy orgulloso cuando vi que la historia conseguía mostrarlo".
Cuando se publicó y empezaron a surgir seguidores de todas las edades, quedó patente que Lluvia de estrellas/Stardust estaba destinada a llegar a la gran pantalla. Desde el principio se dijo que podía convertirse en una experiencia cinematográfica épica con los medios tecnológicos disponibles actualmente. Sin embargo, fue necesaria la pasión de un director y productor de cine independiente conocido sobre todo por sus películas viscerales y crudas, el realizador Matthew Vaughn, para dar vida a este mundo de fantasía sin romper la magia del cuento.
El director se dio a conocer como productor de hilarantes comedias británicas de acción y ritmo trepidante como Lock & Stock y Snatch, cerdos y diamantes. Fue muy aclamado en su debut como director con Layer Cake/Crimen organizado, la película que ayudó a Daniel Craig a conseguir el papel de James Bond. Poco tienen que ver con el cuento de hadas de Stardust, pero se quedó enganchado desde que empezó a leer la historia. Le sedujeron la belleza meteórica y los personajes que intentan usarla para satisfacer sus deseos.
"Me pareció una de las historias más bonitas y originales que había leído", dice el realizador. "Como director, me interesa contar historias, algo que parece un arte en vías de extinción en el cine moderno. Era obvio desde el principio que esta historia debía estar en una película".
Se puso en contacto con el escritor para obtener su beneplácito. Hasta entonces, Neil Gaiman se había resistido a vender los derechos de la novela, pero la exuberancia creativa de Matthew Vaughn le hicieron cambiar de parecer. "Sobre todo, confiaba en él", dice el autor.
A continuación, el realizador y productor se ocupó del guión. Aconsejado por Neil Gaiman, reclutó a la novelista y guionista británica Jane Goldman, aclamada como una de las escritoras con más inventiva del momento por su novela Dreamland, y presentadora de la popular serie "Jane Goldman Investigates", en la que explora fenómenos paranormales.
"El objetivo de la adaptación era ser fiel a la novela, cuanto más, mejor", dice Matthew Vaughn. "Pero también debía ser más cinematográfica. Nos tomamos ciertas licencias poéticas para que el público lo pasara realmente bien".
Jane Goldman reconoce que se centraron en incluir, sin límite alguno, todo lo que el amante de cuentos de hadas desea ver, además de añadir unas cuantas observaciones realistas, como en cualquier cuento de hadas que se precie. "Esta increíble aventura habla de la identidad, de encajar en el mundo y de seguir los dictados del corazón. Todo el mundo puede identificarse con eso", dice la guionista.
Cuando Neil Gaiman leyó el primer guión, estuvo totalmente de acuerdo con el proyecto. "Me entusiasmó porque era muy bueno", recuerda. "Era divertido, daba miedo y era muy cinematográfico". Se unió al director y a la escritora para seguir desarrollando el guión. Una vez terminado, el productor Lorenzo di Bonaventura se unió al proyecto. Quizá no sorprenda saber que fue uno de los que llevó la amada novela Harry Potter del papel al celuloide. El productor se quedó impresionado con la visión del guión.
"Era un material estupendo que conseguía mezclar varios temas a la perfección", dice. "Había un romance, había mucho dramatismo y mucho humor. El hilo conductor era un chico que se hace hombre y se enamora mientras vence a piratas, brujas, príncipes megalómanos y otras maravillas".
El productor comprendió que no tenía nada que ver con las fantasías épicas de la historia reciente del cine. "Stardust puede enmarcarse dentro de la aventura épica, pero con elementos de realismo y de comedia que no suelen darse en ese género", dice. "Me encantó El señor de los anillos y Narnia, pero en esta película, los personajes no se toman tan en serio. Es especial y muy divertida".
En su opinión, aunque se convirtió en una película plagada de estrellas y en una producción internacional, encaja en un espíritu mucho más independiente. "Matthew Vaughn y Jane Goldman pertenecen al cine independiente, y la película es una combinación de tecnología punta y espíritu independiente", dice. "Con esta película, Matthew ha tenido la oportunidad de llevar su vibrante estética independiente a un lienzo de mayor tamaño".
Para resumir, el productor añade: "Se necesitó mucha alquimia para crear esta película mágica, empezando por la novela de Neil, pasando por el guión de Matthew y de Jane, y acabando con las magníficas interpretaciones".
Un héroe, una estrella y la guapa del pueblo
Stardust está llena de personajes mágicos, hechizados, hilarantes y nada comunes. Por eso todos estaban de acuerdo desde el principio en que sería necesario un reparto lleno de talentos mágicos. Una vez terminado el casting, los cineastas casi no podían creerse su buena suerte. "Reunir en una película a Robert De Niro mostrando una vertiente inaudita, a Michelle Pfeiffer actuando como si no fuera ella, a Claire Danes ofreciendo otra de sus increíbles interpretaciones, a Charlie Cox, una nueva cara camino del estrellato, al legendario Peter O'Toole y al hilarante Ricky Gervais, fue una experiencia maravillosa", dice el realizador Matthew Vaughn.
Se trataba de encontrar a un joven actor que supiera encarnar al héroe de la historia, Tristán Thorne, que empieza siendo un chico un poco paleto y acaba descubriendo que está destinado a correr aventuras más allá de lo que nunca había soñado. Para el papel, los cineastas escogieron al recién llegado Charlie Cox, al que hemos podido ver en El mercader de Venecia, con Al Pacino; Giacomo Casanova, con Heath Ledger y Sienna Miller, y en El punto sobre la i, con Gael García Bernal. El joven actor nunca había tenido un papel protagonista, ni tampoco la oportunidad de enamorarse de Sienna Miller y de Claire Danes, ni de luchar con una espada contra Robert De Niro.
"Queríamos a alguien que al principio fuera un poco patoso y acabara siendo apuesto, elegante y valiente; alguien un poco inocente, empujado por una idea ingenua", dice Lorenzo di Bonaventura. "Matthew tenía muy claro lo que quería y el nombre de Charlie surgió muy al principio del proceso de casting".
Charlie Cox recuerda hacer muchas pruebas para el papel, sin darse cuenta de que servía al cineasta para dar más cuerpo al personaje. "Normalmente, un actor hace una prueba, es elegido y empieza a trabajar el personaje", dice el joven actor. "Pero lo desarrollamos durante las pruebas, y eso tiene una enorme ventaja. En cuanto me dieron el papel, supe que Matthew y yo íbamos en la misma dirección".
Charlie Cox era consciente de que debía hacer creíble a un joven metido en una aventura totalmente inverosímil. "Para convencer al público de que existe un mundo donde una mujer es una estrella, un mundo poblado de brujas malvadas y encantamientos, hay que subir el listón por que nada de eso ocurre en el mundo real", explica. "Fue un reto conseguir equilibrar la interpretación y el realismo. Fue duro, pero disfruté cada momento".
Tristán empieza con una sola idea: hacerse amar por Victoria, la chica más bonita del pueblo. Para conseguirlo, le promete que cruzará el muro que separa Muro del reino prohibido para traerle una estrella caída del cielo. "No creo que Tristán se dé cuenta de lo que esto significa", dice el actor, riendo. "No sabe lo que le espera al otro lado del muro, pero quiere mantener su palabra".
Cuando Tristán encuentra a la estrella en un enorme cráter en el mágico país de Stormhold, no tiene nada que ver con un asteroide: es una preciosa joven, Yvaine, que se ha torcido el tobillo en la caída cósmica. Nada más verse, saltan chispas. "No se llevan nada bien al principio", reconoce Charlie Cox. "Los dos se cabrean mutuamente, pero se necesitan para seguir adelante. No paran de discutir hasta que, poco a poco, empiezan a confiar más el uno en el otro".
Tristán no sabe que se está enamorando de Yvaine. "Lo mejor es que no se da cuenta", dice el actor. "No quiere creerlo, pero no hay escapatoria. Cuando lo acepta, el personaje empieza a cambiar".
Mientras Tristán e Yvaine viajan hacia el muro, se encuentran con todo tipo de peligros y amenazas, como el Capitán Shakespeare, contra el que Tristán debe luchar. Nada había preparado al joven actor para hacer de espadachín contra el oscarizado Robert De Niro. "Fue de lo más extraño y maravilloso", dice Charlie Cox. "Robert De Niro y yo preparamos la escena con antelación y, la verdad, fue un duelo genial".
También tuvo que luchar contra Michelle Pfeiffer, tres veces nominada por la Academia. "Hace el papel de una bruja fea, malvada, terrible. Era de locos verla así, pero es una persona maravillosa y los momentos que tengo con ella en la pantalla me parecen brillantes", dice el actor.
Hablando de Claire Danes, dice: "Nos lo pasamos muy bien trabajando juntos y acabamos siendo muy buenos amigos".
Claire Danes interpreta a Yvaine, uno de los personajes más complicados de la película ya que es una criatura fantástica, una estrella caída del cielo. En opinión de los cineastas, era una de las pocas actrices capaces de andar por la delgada línea que separa la fantasía cósmica de la realidad terrenal.
"Claire es una actriz impecable", dice Lorenzo di Bonaventura, hablando de la ganadora de un Globo de Oro que llegó a la fama de la mano de la aclamada serie de televisión "Es mi vida". "Necesitábamos a alguien capaz de transformar a Yvaine de personaje mordaz a heroína de cuento de hadas, y Claire lo hace como nadie. Tiene el increíble don de desaparecer en los papeles que interpreta. El personaje de Claire representa lo que todos desean en la película: su corazón".
La actriz es una fan de Neil Gaiman y estaba encantada desde el principio. Había prestado su voz a uno de los papeles del aclamado largo de animación La princesa Mononoke, a partir de un guión del escritor, e incluso escribió el prefacio de una novela ilustrada del autor, Death. Stardust representa lo que tanto le gusta de las novelas de Neil Gaiman.
Otra cosa que le atrajo fue el personaje de Yvaine. "Es increíble", dice la actriz. "Supe enseguida que sería un reto convertir a una estrella en un ser humano, pero también sabía que sería divertido".
Reconoce que al principio Yvaine no es ni brillante ni inspiradora. "Está muy enfadada cuando se cae en el cráter", explica la actriz. "La han tirado del cielo, se ha dado contra el suelo, se ha hecho daño, y encima casi la secuestra un joven palurdo e insoportable. Es natural que esté de mal humor. Lo mejor es ver cómo se desarrolla su personalidad según avanza la historia".
Es irónico, pero Claire Danes se esforzó en que su estrella fuera bastante terrenal. "El personaje en el guión es una persona divertida, accesible. Por eso me concentré en sus circunstancias más asequibles, su deseo de volver a casa y sus inesperados sentimientos por Tristán", explica.
Hablando de su escena con un pirata poco convencional, dice: "Me gustó la idea de que hubiera piratas porque es una fantasía clásica, pero casi me pareció estar soñando cuando vi que el pirata que me arrastraba por el suelo del barco era Robert De Niro", dice, riendo.
La competencia por el amor de Tristán en Stardust es Sienna Miller, una estrella ascendente, que acaba de interpretar a Edie Sedgwick, la musa de Andy Warhol, en Factory Girl. Dice que el papel le pareció "divertido y ligero". Y añade: "Victoria actúa de catalizador en toda esta aventura".
También disfrutó con la posibilidad de volver a trabajar con Charlie Cox después de Giacomo Casanova, la comedia romántica de Lasse Hallström, en la que interpretaba a su hermano. "Hace tiempo que nos conocemos y ha sido genial trabajar con él de nuevo", dice la actriz. "Esta película cuenta con actores maravillosos, desde Robert De Niro, pasando por Michelle Pfeiffer hasta Ricky Gervais. Muchas caras familiares en papeles sorprendentes".
Piratas, brujas, mercaderes y príncipes
Para llenar el viaje de Tristán e Yvaine, era necesario encontrar una serie de estupendos actores que pudieran salpicar el camino con humor, situaciones dramáticas y muchas sorpresas. Desde el principio, los cineastas fueron conscientes de que uno de los papeles más complicados era el del Capitán Shakespeare, que surca los cielos y esconde un secreto. Siempre pensaron en ofrecer el papel a alguien totalmente inesperado.
"Decidimos buscar a un actor a quien todos conocen como un hueso duro de roer para que el personaje fuera aún más sorprendente", dice el productor. "Teníamos una lista de actores, pero siempre salía Bob porque he hecho varias películas con él y es un actor genial. Además, ya que el reino de Stormhold es tan exótico, ¿por qué no podía haber un pirata neoyorquino?"
Robert De Niro aceptó encantado. "Bob se limitó a decirme: 'Vamos a intentarlo'", recuerda Lorenzo di Bonaventura. "Matthew tenía muy claro cómo quería a Bob, desde el corte de pelo al acento neoyorquino".
Para Matthew Vaughn, Neil Gaiman y Jane Goldman, tener a Robert De Niro fue como convertir una fantasía en realidad. El novelista dice: "Siempre soñamos con dar el papel a una gran estrella, e incluso mencionamos a Robert De Niro, pero nos quedamos asombrados cuando aceptó. Se apropió del papel del Capitán Shakespeare y lo engrandeció más de lo que podíamos imaginar".
Otro golpe de suerte fue conseguir que una de las actrices más aclamadas de Hollywood, Michelle Pfeiffer, aceptara el papel de la bruja Lamia en busca del elixir de la eterna juventud. Michelle Pfeiffer ya había interpretado a una bruja moderna en Las brujas de Eastwick, con Jack Nicholson, pero este papel la llevaría mucho más allá en el país de los cuentos de hadas. "Es un auténtico placer ver de nuevo a Michelle en un papel que borda", dice Lorenzo di Bonaventura.
La guionista Jane Goldman está agradecida a la actriz por cómo dio vida al personaje de Lamia. "Estaba entusiasmada cuando me enteré de que el guión había gustado a Michelle y que estaba de acuerdo con la idea de que la búsqueda de la juventud y la belleza es lo que acaba destruyendo a las brujas", dice. "Michelle es perfecta. Es muy guapa, pero ha sabido interpretar a una vieja y terrorífica bruja a la perfección. Sólo alguien con un talento como el suyo podía evitar que el personaje se transformase en una bruja de tebeo. Aportó inteligencia y profundidad a Lamia".
Las actrices británicas Joanna Scanlon (Diario de un escándalo) y Sarah Alexander (El novio de mi madre), que interpretan a Mormo y Empusa, completan el aquelarre. En opinión del director, la clave de las brujas de Stardust era alejarlas de los típicos lugares comunes, como sombreros puntiagudos y narices aguileñas. Las tres son mujeres que fueron bellas y que ahora se lamentan por la pérdida de la juventud. Todas necesitan un corazón, figurada y literalmente.
Uno de los papeles más divertidos de la película recae en el aclamado cómico Ricky Gervais, que se dio a conocer internacionalmente en la serie cómica británica "The Office". Interpreta a Ferdy, un mercader capaz de comprar y vender lo que sea donde sea con una visión moderna de los negocios. "Ricky Gervais es muy divertido, está genial, aporta algo maravilloso a la historia", dice Neil Gaiman.
Otra estrella notable que se unió al proyecto fue Rupert Everett, el apuesto actor británico que ha demostrado su versatilidad en papeles tan diferentes como Shakespeare enamorado, La boda de mi mejor amigo y como el poco principesco Príncipe Encantador en Shrek 2 y Shrek Tercero. Aquí interpreta a Secundus, el ambicioso hijo del Rey, decidido a hacerse con el trono cueste lo que cueste. El actor resume la película en pocas palabras: "Hay maldad épica, amor épico, fantasía épica y un montón de actores buenísimos".
El reparto se completa con Melanie Hill, en el papel de la hechicera Ditchwater Sal, y Kate Magowan como la atractiva cautiva Una. Otro papel destacado es el del Rey, interpretado por el legendario Peter O'Toole. El actor, nominado ocho veces por la Academia, ofrece una interpretación maestra y totalmente convincente. Y para terminar, Ian McKellen, nominado dos veces al Oscar, es el narrador de la historia.