El invierno de 1967 toca a su fin. Laura, una niña de nueve años, aparece ahogada en un humedal cercano a un internado perdido en algún lugar de los Pirineos. Un mes más tarde, Marco llega de la ciudad y se instala en la buhardilla de una casa aislada en la montaña. Mientras, Julia, directora del internado, es testigo de los extraños sucesos relacionados con Mónica, compañera de habitación de la niña ahogada. Es un lugar que a la pequeña le asusta tanto como la atrae, porque está convencida de que Laura sigue allí