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  There will be blood  (Pozos de ambición)
  Dirigida por Paul Thomas Anderson
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"There will be blood. Pozos de ambición" es la quinta película del director y guionista Paul Thomas Anderson (PUNCH-DRUNK LOVE [EMBRIAGADO DE AMOR], MAGNOLIA, BOOGIE NIGHTS, HARD EIGHT [HARD EIGHT, SIDNEY]). El guión de Anderson es una adaptación libre de la novela clásica, Oil! de Upton Sinclair. Daniel Day-Lewis, ganador de un Premio de la Academia® encabeza un reparto que incluye a Paul Dano (LITTLE MISS SUNSHINE [PEQUEÑA MISS SUNSHINE]), Ciaràn Hinds (ROME, MARGOT AT THE WEDDING), Kevin J. O'Connor (VAN HELSING, THE MUMMY [LA MOMIA]) y la presentación de Dillon Freasier.

Anderson y sus colaboradores habituales JoAnne Sellar y Daniel Lupi son los productores de "There will be blood. Pozos de ambición". Los productores ejecutivos son Scott Rudin, Eric Schlosser y David Williams. Robert Elswit, nominado a los Premios de la Academia® por la película GOOD NIGHT AND GOOD LUCK (BUENAS NOCHES Y BUENA SUERTE), y socio de Anderson desde hace mucho tiempo, es el director de fotografía de la película; el diseño de producción corre a cargo de Jack Fisk (THE NEW WORLD [EL NUEVO MUNDO], MULHOLLAND DRIVE, THE THIN RED LINE [LA DELGADA LÍNEA ROJA]); Mark Bridges (MAGNOLIA, BOOGIE NIGHTS), que ya había trabajado con Anderson en cuatro ocasiones, se ha encargado del diseño de vestuario; el montaje es de Dylan Tichenor (THE ASSASINATION OF JESSE JAMES BY THE COWARD ROBERT FORD [EL ASESINATO DE JESSE JAMES POR EL COBARDE ROBERT FORD], BROKEBACK MOUNTAIN [BROKEBACK MOUNTAIN. EN TERRENO VEDADO], THE ROYAL TENENBAUMS [LOS TENENBAUMS, UNA FAMILIA DE GENIOS]), que también se encargó del montaje de MAGNOLIA y BOOGIE NIGHTS; y la impactante banda musical de Jonny Greenwood, guitarrista de Radiohead.


"Hay un mar de petróleo debajo de nuestros pies. Y sólo yo puedo llegar hasta él" -- Daniel Plainview

"There will be blood. Pozos de ambición" mezcla diferentes temas propios de la cinematografía americana para explorar la poderosa confluencia de la ambición, la riqueza, la familia y el atractivo magnético del Oeste. La quinta película de Paul Thomas Anderson sumerge al público con realismo y crudeza en la California de principios del siglo XX cuyo protagonista es un personaje inolvidable. Daniel Plainview, un brusco visionario que, gracias al petróleo, se transforma a sí mismo y a todo un pueblo. En su ascenso de minero pobre a magnate poderoso, a imagen y semejanza de otros históricos pioneros del petróleo como Edward Doheny o John Rockefeller, Plainview traerá progreso y riqueza a una tierra que nunca había conocido tales privilegios, pero lo hará a costa de pervertir su alma.

Tal y como lo interpreta Daniel Day-Lewis, ganador de un Premio de la Academia®, Daniel Plainview es un hombre cuyo encanto, aspiraciones y obsesión por seguir siendo él mismo, harán temblar los pilares de Little Boston, una pequeña ciudad del centro de California. Mientras el petróleo mana a raudales de la tierra, Plainview cambiará la forma de vida de este pequeño mundo – contraponiendo la fe, la esperanza, el amor y el trabajo al cinismo, la avaricia, la seducción y la corrupción más monstruosa.

La película se filmó en Marfa, Texas, donde se rodó hace décadas GIANT (GIGANTE) la legendaria película sobre el petróleo. Anderson y su entregado equipo y reparto, han creado un armonioso abanico de imágenes que parecen asombrosamente auténticas, como sacadas de una fotografía color sepia. Pero no dejan de ser imágenes completamente originales y centradas en el meteórico ascenso de Daniel Plainview y su espeluznante caída.


La historia
Paul Thomas Anderson, dos veces nominado a los Premios de la Academia®, ya había dirigido cuatro películas ambientadas en el Oeste, aunque cada una de ellas explora de forma totalmente diferente este territorio. Su primera película, HARD EIGHT, era una cinta de suspense sobre un crimen ambientada en los casinos de Las Vegas. La siguiente fue BOOGIE NIGHTS, una visión caleidoscópica de la industria de cine para adultos; MAGNOLIA es un complejo relato sobre una noche mágica y devastadora en el Valle de San Fernando; y PUNCH-DRUNK LOVE (EMBRIAGADO DE AMOR), un enfoque poco habitual de la comedia romántica. "There will be blood. Pozos de ambición" es la primera incursión de Anderson en los comienzos del emergente poderío y riqueza de California, antes de la industria del cine, antes de la tecnología, cuando el petróleo era la fuerza motriz de la tierra que atraía al Oeste a hombres ambiciosos y ávidos de poder en busca de fortuna y una nueva vida.

"There will be blood. Pozos de ambición" empezó con Oil!, la novela escrita en 1927 por Upton Sinclair, aunque la película sólo está basada en el libro. Mientras estaba en una librería londinense, Anderson, que echaba de menos su país, encontró la novela y su portada con un paisaje de California le atrajo inmediatamente. Cuando empezó a leerla, le convenció la visión de Sinclair de este estado, en un tiempo en que los tenaces y audaces buscadores de petróleo transformaban el paisaje rural sembrando torres de perforación y yacimientos petrolíferos. "La novela está ambientada en una zona que conozco muy bien, Signal Hill, y esa parte de la historia de California siempre me ha parecido muy interesante", afirma Anderson. "Leer la novela me resultó apasionante".

Indudablemente, Upton Sinclair es más conocido por otra novela mucho más popular que publicó en 1907, The Jungle (La Jungla). Ambientada en los mataderos de Chicago, destapó un gran escándalo y cambió para siempre la industria americana de la alimentación. Dos décadas después escribió otra novela que también pretendía denunciar la corrupción y la explotación en el corazón de la entonces emergente industria americana del petróleo. Ambientada en California, Oil! relata la relación de un millonario magnate del petróleo llamado J. Arnold Ross - inspirado en los magnates del petróleo de la época más ricos del país, incluido Edward Doheny - con su hijo, al que aspira a dejar el negocio familiar.

Pero su hijo se rebela contra él y empieza a organizar a los trabajadores de su padre contando con la complicidad de una familia de fundamentalistas pentecostalistas extremadamente pobre, incluido un pastor carismático y ávido de poder llamado Eli Watkins.

Al principio, Paul Thomas Anderson se inspiró en las primeras 150 páginas de las 500 que componen la novela de Sinclair, en las que explora en profundidad las precarias y duras vidas de los buscadores y los trabajadores del petróleo. También se sintió atraído por el enfrentamiento que relata Sinclair entre la avaricia desenfrenada y un idealismo espiritual fuera de todo control. Ambas situaciones entrañan insidiosas consecuencias. Inspirándose en esa fuente, dibujó sus propios personajes de Daniel Plainview y Eli Sunday cuyos destinos se entrelazan.

Anderson realizó más investigaciones (merodeando por los museos del petróleo de toda California), empapándose de las fotografías que reflejan el ambiente de aquella época. "Puedes llegar a marearte al ver esas increíbles fotografías", señala Anderson, "y llegas a comprender la forma de vida de toda aquella gente. Las zonas petrolíferas del área de Bakersfield esconden multitud de historias interesantes. En ellas viven muchos nietos de trabajadores del petróleo y están repletas de cultura popular. Investigamos muchísimo. Volví a mis tiempos de estudiante y me resultó muy emocionante".

Además, Anderson leyó numerosos libros y le impactó mucho The Dark Side of Fortune (El lado oscuro de la fortuna), una aclamada biografía de Edward Doheny escrita por Margaret Leslie Davis, que cuenta cómo Doheny creció como hijo de inmigrantes en una mina de plata de Silver City, Nuevo México y acabó convirtiéndose en un icono de la fama y el poder, el primer petrolero de California al que caracterizaba su corrupta avaricia. Para seguir el rastro de Doheny, Anderson realizó un viaje a Silver City, sumergiéndose en las antiguas fotografías y en los amarillentos periódicos que llenan las bibliotecas y los museos de la ciudad. Una mezcla de historias, paisajes forjada con la naturaleza más íntima de esa pegajosa y preciosa sustancia que se convirtió en la fuerza motriz del guión de Anderson. Incorporó un diálogo cargado de poesía e impactantes secuencias visuales de enorme suspense.

La investigación finalizó y, como dice Anderson: "Había llegado el momento de levantar la cabeza de los libros y echarnos a la carretera". Y así lo hizo, con sus viejos socios de producción JoAnne Sellar y Daniel Lupi. Sellar sabía que Anderson quería "hacer algo totalmente diferente" desde PUNCH-DRUNK LOVE, y se sintió atraída por el mundo que esperaba crear en "There will be blood. Pozos de ambición", aunque era consciente del enorme desafío que planteaba la película.
"Paul había enviado el guión a Daniel Day-Lewis cuando ya había realizado tres cuartas partes del trabajo, y Daniel se comprometió de inmediato. Fue genial, porque no estoy segura de que Paul hubiese hecho la película sin Daniel", comenta Sellar. "Ya teníamos el guión y teníamos a Daniel, así que sólo nos quedaba pensar en un modo creativo de hacerlo".


Daniel Plainview
Inspirado por su investigación exhaustiva sobre la época y la geografía, Paul Thomas Anderson creó a Daniel Plainview como un hombre callado que confía en sus fuerzas y hecho a sí mismo debido a una dura lucha individual por la supervivencia. Y cuando encuentra petróleo, se ve inmerso de repente en el caos que produce el poder.

Cuando Daniel Day-Lewis se embarcó en este proyecto para interpretar el papel, Daniel Plainview adquirió inmediatamente un perfil mucho más humano, pasando del humor negro a la locura más aterradora, de momentos de sorprendente ternura a arrebatos repletos de crueles amenazas. Day-Lewis, ganador de un Premio de la Academia® y nominado a varios Oscar, está considerado el actor con más talento de su generación. El director Jim Sheridan, que ha trabajado en diversas ocasiones con Day-Lewis (y le ha dirigido en la película que le valió un Oscar®, MY LEFT FOOT [MI PIE IZQUIERDIO]), declaró en el New York Times: "Si no da el 100 por 100 siente como si se estuviese traicionando a sí mismo. La anulación de uno mismo es imposible, pero él siempre está muy cerca de conseguirlo".

Pasaron dos años desde que Day-Lewis aceptó el papel hasta que comenzó el rodaje. De esta forma, el actor tuvo tiempo para estudiar tanto la vida de un petrolero de principios de siglo como las grietas del alma de Plainview. Se quedó fascinado con la naturaleza primitiva que tiene la extracción de petróleo, así como los febriles sueños que inspiró en mucha gente. Pero sólo unos pocos conseguían el poder y la fortuna. Estudió exhaustivamente a Doheny y a otro petroleros de la época. Luego, en el plató, se transformó por completo en el personaje, hasta el punto en que llegaba a dar miedo. Tal y como Paul Thomas Anderson sabía que haría.

Anderson comenta: "Trabajar con Daniel Day-Lewis es un gran privilegio que han tenido pocos directores. Tuve que armarme de valor para pedírselo, pero siempre supe que sólo él podría interpretar este papel".

El coprotagonista, Paul Dano (Eli Sunday), se ve repetidamente implicado en los líos de Plainview (Day-Lewis) al erigirse como su rival y antagonista. A este respecto, Dano añade: "Me dejaba anonado. Podría decirse que me maravillaba todos los días. 'No sé donde viene todo eso que lleva dentro, sólo sé que es increíble'".

Su interpretación ejerce una enorme influencia en todos los aspectos de la película y sigue siendo un misterio para todos los que trabajaron en el rodaje. "Cada vez que veo la película veo algo nuevo en la interpretación de Daniel. Es algo asombroso", comenta JoAnne Sellar.

Sería demasiado sencillo decir que el peso de "There will be blood. Pozos de ambición" recae en las espaldas de Day-Lewis y Dano, pero Anderson está convencido que también recae en el reparto de papeles secundarios y extras, muchos de los cuales son gentes de West Texas, lo que aporta una crudeza y una autenticidad que acentúa y potencia la fusión de Day-Lewis con el papel.

"No exagero al decir que los extras son la parte fundamental de la película" afirma el guionista y director. "Las gentes de West Texas que aparecen en la película aportan un aroma especial que sólo tienen los que viven allí. Sin olvidar lo generosos que fueron con nosotros. Estoy muy orgulloso del trabajo que hicieron. Puedes contar con un gran actor como Daniel Day-Lewis, pero si los que están a su alrededor son malos o son una distracción, no te sirve de nada".


Eli Sunday
Cuando Daniel Plainview llega a Little Boston, no tarda en darse cuenta de que su máximo rival en la ciudad va ser Eli Sunday, que parece un niño pero que es un pastor lenguaraz y apasionado cuya ambición es construir una poderosa congregación. Alguien como él sabe la amenaza que supone la llegada del petróleo, de la riqueza y de nueva sangre a la ciudad. Paul Dano encarna a Sunday, un actor aclamado por su interpretación de un angustiado adolescente en LITTLE MISS SUNSHINE (PEQUEÑA MISS SUNSHINE). En esta ocasión, dar un giro de 180 grados para interpretar un personaje diametralmente diferente que se debate entre el deseo de amor y adulación que caracteriza a cualquier joven y su aspiración a convertirse en un hombre de Dios.

Para Dano, el atractivo de Eli reside en sus diálogos en "los fervientes y floridos monólogos que Anderson ha escrito para él en el guión. "El personaje de Eli da mucho juego porque le gusta servirse del lenguaje y es muy pomposo", explica Dano. "En mi opinión había muchos paralelismos entre lo que Paul había escrito y las investigaciones que yo hice leyendo la Biblia y viendo fotografías. Creo que todo eso estaba también en su subconsciente cuando creó el personaje".

A Dano le fascinó el poder y el peligro que entrañan los pastores evangélicos y estudió a fondo sus vidas y sus diferentes formas. "Suelen ser gente que habla suavemente, pero se crecen en el púlpito o en la iglesia y eso encandila a la gente. Ejercen una seducción muy particular y ver como reacciona la gente les da mucho poder", añade. "Pero creo que una vez que tienes este tipo de poder y de control, puedes caer en la tentación de la manipulación y perder la sinceridad. Al igual que a Daniel, al que le enloquece el poder, a Eli le gusta sobre todo ser el centro de atención. Y por es razón están destinados a enfrentarse".

A medida que Daniel Plainview se va haciendo más poderoso, Eli también se hace más popular. Además le enfurece el desprecio que Daniel muestra por él y por su papel en la comunidad. Su rencor alcanza el clímax en la espeluznante secuencia del sermón durante le cual su venganza personal se confunde con el fervor religioso. "Esa escena marca un giro en la vida de mi personaje, al igual que para Plainview lo sepa o no", afirma Dano. "Plainview ha puesto en ridículo a Eli, le ha hecho daño, no lo respeta ni a él ni a su iglesia. Las tornas van a cambiar y eso es muy importante para él".

Paul Thomas Anderson estaba encantado con la magnífica relación de trabajo que se estableció entre Dano y Daniel Day-Lewis. Ambos habían trabajado juntos en THE BALLAD OF JACK & ROSE de Rebecca Miller. "Paul conocía el trabajo de Daniel y sabía cómo estar a su altura", dice Anderson. "No se sentía acomplejado ante Daniel. A pesar de la tensísima relación que mantienen los personajes, lograron encontrarle una parte divertida y compartieron la alegría de sumergirse en personajes tan radicales. Tenían que confiar plenamente el uno en el otro porque las cosas podían descontrolarse. Y de hecho lo hicieron en algún momento".

JoAnne Sellar añade: "Supieron mantener la distancia y llevaron esa rivalidad tan extrema al plató".

A Dano le entusiasmaba la idea de trabajar con Daniel Day-Lewis y crear una pareja de personajes de alto voltaje, pero también le gustó la decisión de Anderson de poblar "There will be blood. Pozos de ambición" con personas reales de la zona, muchas de las cuales pertenecen a la congregación de Eli. "Era un riesgo, pero también era muy auténtico y funcionó muy bien", dice. "Todo el mundo estuvo genial".

Al final, la apasionada batalla entre Eli y Plainview se dirime en el incendiario clímax que alcanza la película. Dano recuerda que incluso en la escena que se rodó en la bolera de la mansión de Plainview las chispas saltaban de forma impredecible. "Todo empezó en un tono de diversión pero se fue volviendo cada vez más oscuro y emocional y al final daba mucho miedo", recuerda. "Actuamos sin ningún tipo de límites y de repente estaba lanzando bolos y Daniel me devolvía los golpes con bastante furia. Fue muy intenso y agotador y llegó a ser bastante terrorífico".


Henry y Fletcher
Uno de los personajes más fascinantes y misteriosos de la película entra de repente escena. Se trata de Henry, interpretado por Kevin J. O'Connor, que dice ser el hermano perdido de Plainview. Se convierte en la persona más próxima de Plainview y le arranca las confesiones más atroces.

Para darle vida, O'Connor –conocido por su trabajo en películas de terror de Stephen Sommer como The Mummy (La Momia) y Van Helsing- se inspiró en multitud de fotografías, entre las que se encontraba una que le mostró Paul Thomas Anderson. "Era la foto de un tipo que había sido arrestado y que tenía un bigote muy poblado", recuerda. "Después un amigo me enseñó una fotografía de un hombre en un retrato de familia. El traje le quedaba un poco estrecho y parecía fuera de lugar, como si quisiera largarse lo antes posible y precipitarse sobre la comida. Así que cuando vi esas fotografías, decidí perder algo de peso y parecer más hambriento. Creo que di en el clavo".

Esta era la primera vez que O'Connor trabajaba con Paul Thomas Anderson y la experiencia, según afirma él mismo, fue bastante impactante. "Es uno de los directores más originales con los que he trabajado nunca porque se fija mucho en los detalles y eso es realmente sorprendente en un realizador", afirma O'Connor.

Ciarán Hinds da vida a Fletcher, la mano derecha de Daniel Plainview. Se trata de un actor muy solicitado que vimos este otoño en un papel cómico de MARGOT AT THE WEDDING, dirigida por Noah Baumbach. Hinds recuerda lo mucho que le chocó el guión la primera vez que lo leyó. "Era realmente original", afirma el actor. "Los temas era bíblicos y épicos: el deseo, la venganza y las pasiones que despierta la ambición. Y el estilo era tan potente que se salía literalmente del papel. Te enganchaba por su realismo y su fuerza visual. Paul tiene un talento extraordinario para captar el sentido narrativo de la historia y combinarlo con las tramas emocionales que subyacen en la misma".

A Hinds también le impactó el papel que juega Fletcher en la historia. "Es un observador privilegiado", añade el actor. "No se implica demasiado pero observa atentamente la evolución de Plainview. Fletcher se da cuenta de que hay un trabajo que hacer y lo hace en silencio y con modestia".

Hinds disfrutó mucho trabajando con actores no profesionales. "A veces, la naturalidad con la que mostraban lo que eran y su capacidad para escuchar nos avergonzaba", afirma. "Además conocían la zona y comprendían perfectamente el poder que esconde la tierra. Algo que la gente de ciudad no podrá jamás entender".


H.W.
Uno de los habitantes de West Texas que se convierte en protagonista de "There will be blood. Pozos de ambición" es Dillon Freasier, en el papel de H.W., el niño que Daniel Plainview cría como si fuera su hijo y que desemboca en una relación que pone en juego los sentimientos y en algunos momentos la integridad física. Freasier fue descubierto por la directora de casting Cassandra Kulukundis que buscó en las escuelas locales un niño que pudiera encarnar este papel con naturalidad. Kulukundis encontró a Freasier en la diminuta localidad de Fort Davis, Texas, donde había vivido toda su vida y, antes de la producción, nunca había estado en ninguna gran ciudad americana.

"Dillon es un chico de 10 años que no tenía nada que ver con el cine. Y eso es lo que buscaba Paul", explica JoAnne Sellar. "Quería alguien que pudiera manejar un arma y montar a caballo y para el que el entorno donde se desarrolla la película fuera su segunda casa. Y Dillon era todo eso".

A Freasier le entusiasmó la idea de interpretar a H.W., cuya vida da un giro inesperado cuando pierde el oído en un accidente de trabajo en los campos petrolíferos, una desgracia que pondrá a prueba la relación entre el padre y el hijo. Ciarán Hinds habla así de Dillon, con quien trabó una profunda amistad: "Dillon se embarca en un viaje emocional bastante fuerte y para alguien que nunca se había dedicado a esto, su interpretación resulta increíblemente natural y auténtica. Se comporta como un niño de verdad".

Aunque Freasier casi siempre tenía que actuar con uno de los actores más grandes de nuestro tiempo, no se sintió intimidado por él. "Daniel es increíble", afirma Freasier con rotundidad. "Es muy simpático y conocerle ha sido genial. Me ha enseñado muchísimo. Del boxeo, me enseñó que nunca debes retroceder, siempre tienes que pegar. Yo no sabía esas cosas".

Durante la historia, Freasier aprendió el lenguaje de los signos y también tuvo que hacer algunas escenas peligrosas como cuando salta por los aires durante la explosión de una torre de perforación y cuando incendia la casa de su padre. Admite que al principio estaba un poco nervioso, sobre todo en las escenas peligrosas: "Pero cuando aprendí a hacerlas, me lo pasé genial".

A Freasier también le encantó ver a Russell Harvard interpretar a su personaje cuando se convierte en un hombre joven que quiere saber cuál es la verdad de su pasado. "Cuando vi a Russell, me dije que era exactamente como yo. Después nos hicimos muy amigos y fue genial".


La familia Sunday
Cuando Daniel Plainview se entera de que hay petróleo bajo la tierra de un rancho familiar del centro de California, se embarca en una aventura que abarcará toda su vida y que le enfrenta a la familia Sunday. El patriarca de la familia, Abel Sunday, que sella un fatídico trato con Plainview, está interpretado por David Willis, al que recientemente hemos visto en el largometraje de Steven Soderbergh THE GOOD GERMAN (EL BUEN ALEMÁN). La actriz de Marfa, Christine Olejniczak, que nunca había participado en una película, interpreta el papel de la Madre Sunday. La actriz recuerda: "Cuando vine para hacer una entrevista, Paul tenía un montón de fotografías de la época esparcidas por toda la oficina, y me explicó que quería que yo le ayudase a hacer realidad esas fotografías".

Eso es exactamente lo que sucedió cuando le dieron el papel a Oleneyczek. Los trajes, los platós y la historia comenzaron a transportarla a otra época. "Todos mis vestidos eran grises o de color tabaco, eran muy tristes. Me sumergieron en un tipo de vida muy duro que me afectó mucho. . . Empecé comprender lo que Paul quería de mí", comenta.

A Oleneyczek también le impresionó la naturalidad con la que el grupo de actores asumieron sus papeles en la familia Sunday. "Fue impresionante ver cómo todas nuestras características físicas y nuestras voces encajaban a la perfección. En cuanto estábamos juntos nos convertíamos en esa familia disfuncional y bastante siniestra", observa.

De hecho, la familia de la película se sentía tan unida que resultaba difícil separarles cuanto terminaban sus escenas. "La última noche del rodaje, recuerdo que Paul no quería reconocer que había terminado de rodar con la Familia Sunday; era como si no quisiese dejarnos marchar", cuenta Oleneyczek. "Y cuando ya habíamos terminado, recuerdo que todos los miembros de la familia empezamos a abrazarnos y a despedirnos. Todas las chicas se tapaban la cara con el delantal, llorando. Fue un momento maravilloso, muy conmovedor".

Sydney McAllister, de diez años y residente en Alpine, Texas, interpreta el papel de la joven Mary Sunday, que encuentra un insólito y amigo del alma en H.W. McAllister ha crecido rodeada de animales, así que le resultó natural interpretar a una chica de campo, y comprendió enseguida la atracción que siente Mary por H.W.

"Está muy sola y su padre no la trata muy bien, así que cuando encuentra a H.W. se convierte en su alma gemela", explica. "A él no le importa si es pobre o el aspecto que tenga. Se gustan mucho".

Más adelante, el papel de McAllister lo interpreta la prometedora y joven actriz Colleen Foy. Encarna a Mary Sunday de joven adulta y sigue siendo la mejor amiga de H.W. en Little Boston.

Otra actriz de Marfa, Kellie Hill, pasó directamente de las clases de teatro a interpretar a Ruth Sunday. "Pensé en ella como un tipo de persona tímida que siempre quiere decir algo, quiere participar, pero no puede", comenta Hill sobre su silenciosa interpretación.

El reparto se completó con numerosos extras, muchos de los cuales provenían de ranchos de los alrededores de Marfa, así como con el equipo de construcción, que interpretaban a los nuevos trabajadores del petróleo de Little Boston. El extra Barry Earwin cuenta: "Creo que al ser personas que trabajamos con las manos, apreciamos la ética del trabajo de estos personajes. Trabajar en un pozo de petróleo era un trabajo que se pagaba muy bien en aquella época, pero era muy peligroso y el trabajo en equipo era fundamental, algo que comprendemos perfectamente".

En el plató, la mezcla de actores locales y profesionales encajó a la perfección. "Parece que a Paul no le cuesta nada hacer funcionar esta mezcla, y probablemente sea por la forma tan familiar con la que trabaja", explica Sellar.

Anderson señala que algunas veces el reparto y el equipo se sentían un poco como trabajadores del petróleo. "En aquella época, los trabajadores del petróleo eran hombres que vagaban de casa en casa, que trabajaban valiéndose de sus manos y 12 horas al día, y nosotros hacíamos lo mismo", comenta. "Nos gustaba la idea de buscar petróleo".