Nota del director
Vivo en un país que fue arrasado. Todos perdieron dinero, pero muchos también la vida mientras la angustia se llevaba los puestos de trabajo al garete. Palpar esa adrenalina en la gente, esa incertidumbre, fue un verdadero espanto. De pronto, no saber a qué atenerse, en quién creer, sólo resistir... Personas que hasta ayer tenían ilusiones, hijos, futuro ... se fueron quedando en el camino y tuvieron que salir a vender como baratijas las reliquias de la familia, y hasta su propia historia personal.
No se puede girar la vista ante eso, nada puedo hacer salvo contar la historia de algunos de esos seres humanos, clamando por atención.
Luego de la crisis volví a leer el guión (escrito un año antes) y me pareció que había imágenes potentes que podían despertar el interés ... el de todos, los que manejan los hilos y los que somos títeres.