Cinemanía > Películas > Io, Don Giovanni > Comentario
Destacado: Julianne Moore y Tilda Swinton en 'La habitación de al lado' de Pedro Almodóvar
  Io, Don Giovanni  Dirigida por Carlos Saura
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

Comentarios del director
Hace tiempo me llegó un guión, a través del productor español Andrés Vicente Gómez, sobre un personaje para mi desconocido. Se trataba de la vida de Lorenzo Da Ponte.

La azarosa vida de Lorenzo Da Ponte, y sobre todo su relación con Mozart y con Casanova son suficientes elementos para contar una historia fascinante. Todo en la vida de Da Ponte parece circunstancial: da la impresión de que un cúmulo de acontecimientos le llevan de aquí para allá en un viaje interminable que comienza en Venecia, continúa en Viena y Londres para culminar con su muerte en Nueva York con casi 90 años.

Este judío converso, bautizado cuando tenía 10 años y más tarde ordenando sacerdote. Amigo de Casanova, poeta panfletario que critica a la Iglesia corrupta y a la corrupta ciudad de Venecia con sus versos, disoluto, mujeriego y jugador, fue expulsado por la inquisición de Venecia, obligándole a un exilio que le permitió recalar en Viena. Allí, entre otras cosas, colaboró como letrista en óperas de Salieri, Martín y Soler, y sobre todo con Mozart en: "Las bodas de Fígaro", "Cosí fan tutte", y sobre todo "Don Giovanni".

Aquí mi intervención en el guión original porque ante la dificultad de contar en una pelicula la vida de Da Ponte en toda su extensión, me pareció más oportuno e interesante centrar la historia en la creación de la ópera "Don Giovanni", que además permitía un juego de espejos entre la vida de Lorenzo Da Ponte y el personaje de Don Giovanni.

Mucho se ha hablado de Don Giovanni y muchas han sido las adaptaciones que se han realizado tanto en el teatro como en la ópera, pero ninguna seguramente tan intensa, atractiva, divertida, e inspirada como el "Don Giovanni" fruto de la estrecha colaboración de Lorenzo Da Ponte, W. Amadeus Mozart y Casanova. Se dice, y hay motivos para creer que así fue, y nosotros lo hemos recogido en nuestra película, que Casanova, por entonces en Praga, colaboró de alguna manera en ese "Don Giovanni". Tres personajes carismáticos y extraordinarios se encuentran para realizar una de las obras más inspiradas del repertorio operístico. Estoy seguro de que tanto Da Ponte como Mozart y Casanova, disfrutaban conversando sobre la personalidad de ese Don Giovanni, que mucho tenía de uno y de otro. Eran conscientes de que en la sociedad vienesa que acostumbraba a ocultar y a idealizar el sexo, un personaje así, tan terráqueo y físico, era extremadamente delicado de tratar y hablarían, disputaría quizás, en la manera de ver al personaje y cómo establecer a través de un texto inspirado y una música prodigiosa ese juego tan delicado entre la ironía, el humor y el drama que dio lugar a la ópera "Don Giovanni".

Don Giovanni no es aquí solo un ávido semental, sino una representación, una metáfora del amor libre y del deseo liberado de convenciones. Don Giovanni es también el aventurero que ama el riesgo, el hombre amoral, sin escrúpulos, un manipulador, un maestro en las artes de la seducción obsesionado por el juego amoroso.

En nuestra historia, que se mueve libremente dentro de unas bases históricas, Lorenzo Da Ponte: pecador, libidinoso, mujeriego, y letrista, está enamorado de una mujer que un día apareció misteriosamente en Venecia y que vuelve a surgir en Viena. Y si en el Don Giovanni operístico no cabe el amor en el sentido espiritual y platónico --solo juego, riesgo y sexo--, en nuestra película, la mujer amada transforma la vida de Lorenzo Da Ponte, obligándole a recapacitar sobre el personaje que encarna Don Giovanni y que él tanto ha contribuido a crear.

Don Juan viene de España y pronto salta al mundo. Es uno de los mitos universales como: Fausto, Don Quijote, o Carmen. Personajes todos, con Don Juan al frente, en el límite de la pasión o locura, empeñados en ser consecuentes consigo mismos hasta el sacrificio y la muerte. No deja de ser curioso que los apasionados protagonistas de las operas Carmen y Don Giovanni, aún siendo tan diferentes, tienen muchas cosas en común: los dos aman libremente; los dos se niegan a sujetarse a las normas establecidas; los dos aceptan –sin renunciar a sus convicciones- al fatal destino al que están predestinados. La diferencia está en el tono, porque la ópera "Don Giovanni" es un drama resuelto con humor e ironía, quizás la manera más inteligente de enfrentarse con el "excesivo" mito de Don Giovanni, sin desdeñar los momentos dramáticos de la muerte del Comendador y el castigo infernal del final de la ópera.

¿Qué decir de mis colaboradores? Es esta una película coral en donde cada cual ha aportado generosamente su talento. Imposible haber realizado este IO, DON GIOVANNI sin Vittorio Storaro. Juntos hemos hecho ya cinco películas y lo único que puedo decir es que resulta estimulante y enriquecedor trabajar con él –no sé si trabajar es la palabra exacta- quizás sería mejor decir que por esos milagros del destino nuestra colaboración y nuestra amistad nos ha hermanado.

En IO, DON GIOVANNI, tanto Vittorio como yo hemos aprovechado las experiencias anteriores de nuestras películas musicales: FLAMENCO y TANGO, pero sobre todo GOYA EN BURDEOS. Siempre he estado fascinado por el Diorama, ese espectáculo del siglo XIX en donde se reconstruía mediante un juego habilidoso de telones con pinturas muy realistas, escenas que configuraban ciudades, panoramas lejanos y pintorescos, acontecimientos históricos, etc., todo ello en grandes dimensiones y en naves espaciosas dedicadas a ese menester. Nosotros hemos hecho en IO, DON GIOVANNI, algo semejante utilizando los adelantos técnicos que poseemos. Toda la escenografita del film es aparente, artificial, compuesta por fotografías ampliadas en grandes dimensiones y colgadas como telones en el estudio, que conforman calles y plazas, casas y palacios de Venecia y de Viena. Un trabajo en donde hemos contado con calificados expertos capaces de llevar adelante nuestras ideas. A eso se añade una escrupulosa selección –muy creativa- en el vestuario, maquillaje y peluquería.

Los actores, la mayoría jóvenes y no demasiado conocidos, y los excelentes cantantes que cantan y también interpretan en la película, han hecho que nuestro trabajo fuera placentero y divertido.

Nuestros músicos Noccola Tescari y Roque Baños han supervisado in situ las escenas en donde aparecían los cantantes. Merece especial agradecimiento Niccola Tescari que ha grabado para nuestra película las músicas de Vivaldi y la ópera Don Giovanni de Mozart y que con tanta sabiduría nos ha acompañado durante el rodaje de la película.

Por último, expresar mi agradecimiento a los productores: Andrés Vicente Gómez para el rodaje de la parte de Venecia en España; y sobre todo a Andrea Ochipinti, en la parte de Viena, rodada íntegramente en los estudios de Laurentis en Roma. Son ellos los que han hecho que IO, DON GIOVANNI haya llegado al puerto designado.

Gracias a cuantos han hecho que IO, DON GIOVANNI sea una realidad.




Don Giovanni
Por encargo del emperador José II, Don Giovanni es una ópera lírica compuesta en dos actos por Wolfgang Amadeus Mozart.

Es la segunda de las tres óperas italianas que el compositor italiano escribió sobre un libreto de Lorenzo Da Ponte (la primera fue "Cosi fan futte" y la tercera, "Las bodas de Fígaro").

Compuesta entre Marzo y Octubre de 1787, cuando Mozart tenía 31 años, Don Giovanni, es considerada como una obra maestra en la historia de la música y es una de las mayores obras de Mozart. Se estrenó por primera vez en el Teatro Nacional de Praga el 29 de Octubre de 1787. Después de su gran éxito en Praga, la ópera fue presentada de nuevo al año siguiente en el Burgtheater de Viena, representación que, según un gran número de estudiosos, parece que el autor haya aportado muchas modificaciones debido al público tan conservador de Viena.

Lorenzo Da Ponte recurrió a numerosas fuentes literarias de la época. Con la colaboración de Mozart, se inspiró en un libreto previo de Giovanni Bertati (Don Juan Tenorio, o sea, El Convidado de Piedra), que, a su vez, probablemente se había inspirado en el drama en verso de 1630 de Tirso de Molina (El Burlador de Sevilla y El Convidado de Piedra). Por otra parte, un punto de referencia importante para Da Ponte y Mozart fue un juego de Moliere (Don Juan o el Festín de Pierre), de la que tomaron la parte más lúdica de la ópera.

Como declaró el subtítulo de la opera ("Drama Giocoso"), Don Giovanni estilísticamente oscila entre ser una ópera seria y a la vez cómica.

Los personajes de la ópera son:

- Don Giovanni: Un joven noble en un búsqueda continua de aventuras amorosas
- Leporello: Sirviente de Don Giovanni
- Commendatore: El Conde de Sevilla, padre de Doña Ana
- Donna Anna: La hija del Comendador y la prometida de Don Ottavio
- Don Ottavio: Novio de Anna
- Donna Elvira: Una mujer noble de Burgos, seducida y abandonada por Don Giovanni
- Zerlina: Una campesina cortejada por Don Giovanni
- Masetto: El novio celoso de Zerlina

Acto I
Don Giovanni dedica su vida a seducir a las mujeres, tanto es así, que Leporello, su servidor, siempre entre la ironía y sumisión a su patrón, apunta en su libro la lista actualizada de sus conquistas.

Don Giovanni en un duelo mata al Comendador, después de haber intentado seducir a su hija, Doña Ana.

Don Octavio, el prometido de Doña Anna, promete vengarse.

Durante sus nuevas conquistas, don Giovanni conoce a Doña Elvira, dándose cuenta demasiado tarde que ya la había seducido y abandonado en el pasado. Leporello tiene que contarle la verdad a Don Giovanni y este tiene huir.

Poco después, un grupo de campesinos está ocupado celebrando la unión de Zerlina y Masetto. Don Giovanni se embarca a la conquista de la joven novia Zerlina pero justo cuando está a punto de ceder a sus palabras e intenciones, Doña Elvira llega enfurecida y advierte a la joven de las verdaderas intenciones de su seductor. Doña Ana y Don Octavio se unen a ellos en busca de Don Giovanni, asesino de El Comendador.

Por instrucciones de Don Giovanni, Leporello organiza una fiesta para los recién casados.
Todos los personajes asisten a la celebración, pero Doña Anna, Doña Elvira y Don Octavio están disfrazados. Después de intentar seducir a la novia una vez más, Don Giovanni huye con Leporello.

Acto II
Don Giovanni y Leporello se intercambian la ropa para que Leporello pueda distraer a Doña Elvira y así Don Giovanni pueda dedicarse a la joven camarera.

Todo el mundo está buscando a Don Giovanni: Massetto con un grupo de campesinos para vengar a Zerlina, Doña Anna con Don Octavio para vengar al Comendador, Doña Elvira para rogarle que se redima. Después de una serie de equivocaciones y malentendidos, los papeles se restablecen.

Refugiándose en el cementerio, Don Giovanni encuentra la estatua fúnebre del Comendador y desafiante, invita al fantasma del comendador a cenar.
En la residencia de Don Giovanni, todo está listo para la cena. Delante de la estatua del Comendador, Don Giovanni se niega a arrepentirse y redimirse, y por este motivo se hará justicia, el corazón de Anna está todavía demasiado conmocionado como para considerar el matrimonio, Masetto y Zerlina irán a cenar con sus amigos. Doña Elvira se retira a un convento y Leporello se pone en marcha para buscar un mejor maestro.


La película como proyecto musical
Para este proyecto era necesario considerar cómo podíamos reproducir lo más fielmente posible el sonido de la orquesta y los cantantes en el momento de los ensayos y en la primera representación de Don Giovanni en Praga en 1787.

Para llegar a algunas ideas, además de las memorias de Da Ponte, Mozart y una veintena de ensayos, conté con el conocimiento y la ayuda de algunos amigos musicólogos como Marco Posthingel, Giovanni Antonini o Loreanzo Della Cha.

Afortunadamente para nosotros pronto se hizo evidente que no se sabe mucho sobre el periodo de gestación de la ópera. Por ejemplo, nadie sabe con certeza si probó su aria (anotando, antes el ensayo propiamente dicho) en el clavecín o en el piano, con o sin ayuda de un quinteto de cuerda o de viento.


La orquesta
Por lo tanto, decidí dirigir y grabar alguna de las piezas que se interpretaron durante los ensayos en el teatro (escena I, Acto I, "Ah, chi, mi dice mai", el aria "El Catálogo", "Mi tradi quell'alma ingrata") con un grupo variable de músicos desde el bajo continuo simple al doble quinteto en los ensayos generales. El clavicordio, interpretado en la ficción por Mozart, toca las partes que faltan de la orquestación original. El tono de esta lectura debería ser el de un emocionante primer acercamiento a una obra que se convertiría en un hito en el melodrama moderno. Todos los instrumentos son de la época y están ajustados a 430 hz. Para esta primera etapa, se hizo una grabación en una pequeña iglesia gótica de la Madonna de la Vittoria en Fábrica, Roma.

Para los otros extractos ("Obertura", "la Ci darme la mano", "Finale y Vuoi Che sapete che cos'e l'amor", de "Las bodas de Fígaro") trabajé con el Colegio Mariano de Praga, un conjunto barroco con sede en la misma ciudad donde "Don Giovanni" tuvo su primera actuación. Elegí para llevar a cabo a un grupo bastante reducido de instrumentos antiguos cuerda y que fuera lo más cercano posible al que formó parte de la primera representación.


El reparto
El desafío inicial fijado por Carlos Saura es que no hubiera dobles. Los cantantes por lo tanto tendrían que interpretar ellos mismos incluso en la película, un trabajo que no fue nada fácil para alguien como Ketevan Kemoklidze, que tenía que desempeñar el papel de la diva italiana Adriana Ferrarese y llevar a cabo las nuevas numerosas escenas no musicales.

Así, contando con la ayuda de Cristina Arcari (Cherubino en "Voi che sapete che cos'e l'amor"), lanzamos audiciones de canto e interpretación, buscando cantantes que fueran capaces de embarcarse en esta difícil pero apasionante aventura con nosotros.

Como consecuencia, conseguimos reunir un maravilloso reparto: Borja Quiza (Don Giovanni), Sergio Foresti que (Leporello), Ketevan Kemoklidze (Doña Elvira), Cristina Gianelli (Doña Anna) Alessandra Marinelli (Zerlina) y Carlo Lepore (Il Comendatore).


El conjunto
Después de la grabación pasamos al set de rodaje, donde, además de prestar mucha atención a la verosimilitud de cada escena musical, era necesario ayudar a Carlos a escenificar la ópera desde el punto de vista de un músico, desempeñando mis habituales funciones como director con el reparto y la orquesta. Aunque siempre fuera de pantalla, ya que un talentoso nuevo maestro estaba tomando mi lugar en la película: Mozart (Lino Guanciale). El trabajo con él fue fascinante, porque, en solo cuatro semanas, integró los gestos de un director hasta tal punto que parecía que había estado haciéndolo toda la vida.