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  El espía  (Breach)
  Dirigida por Billy Ray
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"La traición de un agente del FBI –que no sólo ha jurado proteger la ley, sino particularmente ayudar a proteger la seguridad de nuestra nación— es particularmente aborrecible.

Este tipo de conducta criminal representa el máximo exponente imaginable de traición contra un país regido por la ley. También toca el corazón de todo lo que representa el FBI: el compromiso de aproximadamente 28.000 hombres y mujeres honestos y dedicados que trabajan diligentemente todos los días para ganarse la confianza del pueblo americano"
.

—Ex director del FBI, Louis J. Freeh en el arresto de Robert Hanssen.

Está escrita y dirigida por BILLY RAY, que previamente exploró el tema del engaño y la traición con la eléctrica y aclamada El Precio de la Verdad, y el guión para El Espía está co-escrito por ADAM MAZER (Shelter From the Storm) & WILLIAM ROTKO (Freeze).

El equipo creativo de la película incluye al cinematógrafo TAK FUJIMOTO (El Mensajero del Miedo, El Sexto Sentido), el montador JEFFREY FORD (La Joya de la Familia, El Precio de la Verdad), el diseñador de producción WYNN THOMAS (Cinderella Man, Una Mente Maravillosa) y el diseñador de vestuario LUIS M. SEQUEIRA (Sin Aliento, Breaking Point).

El Espía está producida por BOBBY NEWMYER (Training Day), SCOTT STRAUSS (Training Day) y SCOTT KROOPF (El Último Samurái). Los productores ejecutivos son ADAM MERIMS (El Precio de la Verdad), SIDNEY KIMMEL (Alpha Dog) y WILLIAM HORBERG (Cold Mountain).


Luz verde a la traición: comienza El Espía
"Juro solemnemente que mantendré y defenderé la Constitución de los Estados Unidos contra cualquier enemigo interior o exterior; que obedeceré las órdenes legítimas y las directivas de aquellos que estén antes y por encima de mí, y que asumo esta obligación libremente, sin reserva mental ni propósito de evadirla. Que así me ayude Dios".

-Juramento del FBI en la graduación en Quantico

La historia de El Espía (tal y como la conoce el público general) empezó sólo meses antes del 11 de septiembre de 2001. El 18 de febrero de ese año –como resultado de una investigación en marcha llevada a cabo por un equipo comprometido de más de 500 hombres y mujeres del FBI— el agente especial Robert Hanssen fue arrestado y acusado de espionaje.

Durante sus 25 años de carrera en el FBI, Hanssen pasó los últimos 22 de servicio vendiendo miles de páginas de valiosos documentos clasificados a Rusia durante la Guerra Fría –y posteriormente a la antigua Unión Soviética. Su traición incluía la identificación de agentes del KGB que espiaban para Estados Unidos, además de la plantilla de los Estados Unidos para el traslado del presidente en caso de un ataque catastrófico.

Un miembro de su equipo de agentes federales era un joven hombre llamado Eric O'Neill. O'Neill era un agente especial de vigilancia que, sólo tres meses antes, había sido reclutado por el equipo para trabajar como asistente de Hanssen. El operativo colocó a O'Neill con la esperanza de que pudiera ganarse la confianza de Hanssen y posteriormente sacase al topo de su madriguera. Tras el arresto, O'Neill fue reasignado a su puesto original; poco después, dejó el FBI para concentrarse en sus estudios de derecho.

Cuando estuvo fuera del FBI, O'Neill contó su experiencia trabajando con Hanssen —y la relación única que se desarrolló entre ellos— a su hermano, David, que lo convenció de que la historia sería una película fascinante. O'Neill obtuvo la aprobación del FBI para seguir adelante con la idea.

Los productores Bobby Newmyer y Scott Strauss de Outlaw Productions no dejaron escapar los derechos de la historia de O'Neill y, junto con él, encargaron al equipo de guionistas Adam Mazer y William Rotko las primeras versiones del guión.

Durante el desarrollo del guión, Newmyer vio el drama de Billy Ray de 2003, El Precio de la Verdad. Newmyer sintió que el tratamiento del cineasta sobre la auténtica historia del ascenso y la caída del periodista Stephen Glass ofrecía la sensibilidad que necesitaba la historia de Eric O'Neill y Robert Hanssen. Ray se unió al equipo no sólo para escribir, sino también para dirigir la modernizada, El Espía.

Junto con Scott Kroopf de Intermedia Films, los cineastas llevaron el proyecto a Universal Pictures, que dio luz verde a la película. "Estuvimos de acuerdo en que ésta era una historia realmente interesante y un gran concepto para una película, y todo era más fascinante porque estaba basada en una historia real", comenta el productor Kroopf. "También creíamos que Billy era el chico ideal para hacer este trabajo, que tenía la visión necesaria para unirlo todo".

Sobre su decisión de empezar El Espía, el escritor y director Billy Ray reflexiona: "Tiendo a sentirme atraído por historias que tratan el engaño. O quizá simplemente me siento atraído por personajes que están partidos por la mitad –que son capaces de hacer divisiones, de vivir un tipo de vida en el exterior y tener una vida interior muy diferente. Tienen historias más interesantes".

"Hanssen era un hombre de asombrosas contradicciones que infringió un gran daño a su país", continúa Ray. "Espió con éxito para los soviéticos y los rusos durante 22 años antes de ser capturado, así que claramente era un individuo inteligente. Pero al final del día, es un tipo diabólico y un traidor a su país".

Con la aprobación del proyecto, el equipo de producción se centró en contratar a los talentos que se convertirían en los intérpretes principales de uno de los mayores desafíos del país.


Reuniendo a los Intérpretes: el casting de El Espía
"Desde el principio Billy Ray estuvo asombrado con Chris Cooper", recuerda el productor Kroopf. "Sentía que Chris era la personificación de Robert Hanssen, que podría interpretar la oscuridad del personaje, pero también encontrar la humanidad. La palabra ‘camaleón' describe a Chris. Este personaje está lleno de sombras, de capas, colores y contradicciones".

Cooper, que durante años ha elegido trabajar en papeles desde el ganador de un premio de la Academia como el coronel Frank Fitts en American Beauty hasta el jockey conflictivo Tom Smith en Seabiscuit, cita la elegancia del material y la complejidad del personaje como lo más influyente en su decisión de interpretar a Hanssen. "Es difícil encontrar buen material", comenta el actor. "Este me llamó la atención —un buen guión y un personaje inusual sonaban muy bien".

Hanssen es probablemente el personaje más contradictorio que he interpretado nunca", continúa Cooper. "Hay otro mundo completamente opuesto en el que vive, y a menudo es una completa contradicción". Sobre interpretar a un traidor comenta: "Realmente tuve que trabajar en tener algo en que pensar mientras interpretaba una escena. Cuando el público vea la película, creo que el concepto se explicará por sí mismo".

"El personaje de Hanssen es al mismo tiempo doloroso y seductor", explica Ray. "Su inteligencia queda clara inmediatamente, pero también su rareza, su extravagancia. Cuando te mira, es como si te examinara con una máquina de rayos X. Tiene la habilidad de sacudir tu autoestima. No hay muchos actores que puedan hacer eso sin convertirse en una caricatura, pero Chris hace que lo sientas simplemente estando ahí. Ha nacido para interpretar a Hanssen".

El consultor especial Eric O'Neill estaba igualmente asombrado por la interpretación de Cooper. "Chris está captándolo tan bien que casi es desquiciante sentarse a verlo", remarca en antiguo hombre del FBI. "Él está encargado de asegurarse de que realmente comprende a Hanssen —no sólo el modo de hablar con acento de Chicago, sino también la forma de moverse, cómo se metía en tu espacio personal, y todos los detalles que conformaban al hombre".

Para Ryan Phillippe, contratado por los cineastas para interpretar el papel de Eric O'Neill, la oportunidad de trabajar junto a Cooper fue un gran premio. Phillippe comenta: "Chris Cooper es, a mi juicio, uno de los mejores actores en activo de hoy en día. La idea de trabajar junto a él haciendo este material y tener la oportunidad de aprender de él, simplemente me fascinó".

Además, Phillippe reconoce que estaba enganchado al proyecto porque estaba inspirado en una historia real. "Hay que adquirir muchos conocimientos si estás haciendo algo que ha pasado realmente", dice Phillippe. "Hay que leer libros sobre los hechos y entrevistar a gente que ha vivido la historia. Para un actor es muy valioso tener acceso a este tipo de recursos".

De su personaje, Phillippe anota: "Eric O'Neill es ambicioso, inteligente, y a veces, quizá un poco chulo para su propio bien. Se toma su trabajo en serio pero mantiene el sentido del humor. La idiosincrasia de Hanssen y sus fastidiosos hábitos encajan con el nerviosismo de Eric; Me gustaba la idea de ver la frustración de Eric, y cómo hace saber al chico que le irrita".

El productor Scott Strauss estaba encantado de que Phillippe estuviera disponible para el papel. "Es raro tener el beneficio de un protagonista que sea consultor en el escenario y poder encontrar un actor que le apoye tanto. Cada vez que veía a Ryan y a Eric cerca, hacía una toma doble. Ryan clava los gestos y la idiosincrasia de Eric".

La nominada en dos ocasiones al Oscar, Laura Linney fue contratada para interpretar a la agente especial Kate Burroughs, el enlace de O'Neill en el asalto. Los cineastas admiten que fue un desafío encontrar a la actriz adecuada para el papel de Kate. "Sabíamos que necesitábamos a alguien muy especial para interpretar el papel", dice Ray. "Kate es parte integral del guión, pero su papel no es protagonista. Es complicado acercarte a una gran actriz y decirle: ‘No serás la estrella de la película, pero realmente pensamos que eres fantástica'. Estábamos alucinados cuando Laura accedió a interpretar a Kate. Aporta al papel lo mismo que Chris: autenticidad instantánea".

Al igual que Cooper y Phillippe, Linney cuenta el guión de El Espía entre las principales razones para firmar por el proyecto. "Pasabas las páginas frenéticamente", dice Linney. "Era emocionante leerlo; los personajes eran interesantes y había una gran sensación de tensión".

Linney también agradeció la oportunidad de compartir la pantalla con Cooper y Phillippe. "Chris es uno de los mejores actores que tenemos ahora", declara. "Yo estoy frustrada por que mi personaje no tenga ninguna escena con él, pero estoy feliz sólo por estar en la misma película que él. Y tengo un enorme respeto por Ryan. Me encanta verlo en el escenario; está muy centrado. Es un momento muy emocionante para él, entre la película de Clint (Banderas de Nuestros Padres) y El Espía. Siempre es divertido estar cerca de alguien que tiene una fuerza como ésta".

La adiestradora de O'Neill durante la operación, la agente Burroughs, era la persona encargada de darle órdenes y de informarle. Ella almacenaba la información que O'Neill recogía sobre Hanssen y la filtraba a la gente que analizaba todos los datos y que construían el perfil de Hanssen. Durante el transcurso del caso, se convirtió en la confidente de O'Neill. O'Neill recuerda: "Kate se convirtió en una hermana mayor, alguien en la que podía confiar cuando las cosas se pusieran realmente duras con Hanssen. Ella elevó mi espíritu y me dio las herramientas que necesitaba para sobrevivir".

La nominada al Oscar Kathleen Quinlan fue contratada para interpretar a Bonnie Hanssen, la entregada y devota mujer de Robert. "Bonnie es extraordinariamente guapa. Es muy inteligente y muy fuerte... pero también tiene una parte dulce", explica Ray. "Pensamos que Kathleen era perfecta para el papel".

Aunque no ha conocido a Bonnie, Quinlan percibe que "ella es una mujer muy dedicada a su familia y muy enamorada y emocionada con su marido. Es católica devota y todo lo hace en servicio de su dios y su familia".

"Pero", añade el actor, "a pesar de la dulzura y la ternura de Bonnie, también es el eje de la situación. Era el ancla y la piedra de toque de Hanssen. Y si no le gustaba algo de lo que estaba haciendo, no tenía miedo de decírselo. Tenía la suficiente frialdad para imponerse a Robert. Él era medio luterano cuando se conocieron. Lo llevó al Opus Dei, donde se convirtió en un orador ardiente para la Iglesia".

Contar la historia del objeto de la traición más íntima de Hanssen resultaría ser un desafío para los cineastas. "Bonnie es una parte integral de la historia de Robert Hanssen", ofrece Ray. "No vamos a hacer nada que vaya a humillarla o a avergonzarla, y no vamos a darle más luz de la que sea absolutamente necesaria. Pero ella es parte de la historia, e intentamos contar la totalidad de la vida de este hombre. El hecho de que sea un hombre de familia era una parte muy importante".

La debutante Caroline Dhavernas fue contratada para interpretar a la mujer de O'Neill, Juliana. Ray explica: "Hicimos pruebas de pantalla a cuatro actrices junto a Ryan, pero había algo en Caroline que sobresalió. Parcialmente, era la química que tiene con Ryan".

Uno de los aspectos más difíciles de la vida en el FBI para O'Neill fue esconder el oscuro secreto de su misión a su esposa. "Cuando más conocía a Juliana O'Neill", dice Ray, "más me daba cuenta de que era un componente muy dinámico de la historia. Es enormemente perceptiva. Tiene una gran perspicacia; siente que algo está pasando con su marido. No lo entiende completamente, pero sabe que tiene algo que ver con Robert Hanssen. En cuanto conoce a Robert se da cuenta de que algo va mal".

"Juliana es una esposa amante y cariñosa", explica Dhavernas. "Pero también es muy fuerte e independiente. A medida que pasa el tiempo ve a su marido cambiar drásticamente; ya no es el marido con el que se casó".

Redondeando el reparto principal de la película están los actores veteranos Dennis Haybert y Gary Cole, ambos interpretando agentes del FBI en la película. Haybert explica sobre su personaje: "El agente especial Plesac tiene que imaginarse lo que funciona con Eric. Tiene que pincharle, vigilar su espalda y asegurarse de que Eric hace lo que dice que puede hacer".

Cole interpreta a Rich Garces, el agente especial que ayudaba a supervisar la operación que metiera a Hanssen en la trampa del FBI. En la película, Garces resulta ser una espina clavada en el costado de Hanssen: el burócrata que ha conseguido el éxito del que Hanssen se mofa. "Hanssen estaba listo para retirarse", explica Cole, "pero el FBI empezó a sospechar que él era el gran espía que habían estado buscando. Le dieron el trabajo de sus sueños de modernizar el sistema informático del FBI y Garces es uno de los supervisores que le echa un ojo".