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  La sombra del cazador  (The hunting party)
  Dirigida por Richard Shepard
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Escrita y dirigida por Richard Shepard (Matador), la película está basada en un artículo de la revista Esquire, "What I Did On My Summer Vacation", de Scott Anderson. La producción corre a cargo de Mark Johnson (Las crónicas de Narnia, Rainman), Scott Kroopf (El último samurai, Novia a la fuga), Bill Block (Vanilla Sky, Smart People), y la producción ejecutiva es de Paul Hanson (Smart People, Solstice) y Adam Merims (Matador, Casanova).

El equipo también incluye al Director de Fotografía David Tattersall (La milla verde, Matador), al Diseñador de producción Jan Roelfs (Alejandro Magno, World Trade Center), y a la Diseñadora de vestuario Beatrix Pasztor (Vanity Fair, El indomable Will Hunting).

"Únicamente las partes más ridículas de esta historia son verdad".

A veces la verdad es más extraña que la ficción. Mark Johnson pudo aseverar esta afirmación de primera mano cuando conoció a su amigo Scott Anderson en Octubre del 2000. Anderson, un conocido periodista, acababa de volver de Bosnia y condensó sus experiencias en un artículo para la revista Esquire. "What I Did On My Summer Vacation" se convirtió en un atípico clásico de las historias de corresponsales de guerra: un arriesgado viaje que era a la vez un thriller político, comedia negra y algo de fábula.

El artículo contaba la historia de Anderson y de otros cuatro periodistas que viajaron a Bosnia a principios de año. Los cinco tenían experiencia previa como reporteros en los Balcanes durante la guerra. Cinco años después del cese de las hostilidades, en el verano del 2000, regresaron a Sarajevo. Tras una noche de cervezas, intercambiando historias, acabaron alumbrando una idea un poco alocada. ¿Por qué no seguir el rastro del criminal de guerra Radovan Karadicz y capturarle? Con la ayuda de un oficial de policía Serbio, que pensaba que los periodistas eran un escuadrón de mercenarios de la CIA, el grupo se pone a la tarea de encontrar al hombre más buscado de Europa. Entonces es cuando la verdadera CIA aparece.

Tras leer el artículo de Esquire —y de darse cuenta del potencial para una película que había en él—Johnson se reunión con Anderson y con los otros dos periodistas americanos, John Falk y Sebastian Junger (Philippe Deprez y Harald Doornbos completaban el quitento) en Los Angeles. "Me contaron una historia basada en el tiempo que pasaron en Bosnia", comenta Johnson. "Me encantó la historia. Tenía mucho humor y al mismo tiempo tenía elementos que eran parecidos a El Tercer Hombre. Johnson fue dando forma a la película con Scott Kroopf de Intermedia, con la esperanza de llevar el proyecto a la gran pantalla".

"Mi estrategia era la de buscar películas independientes más orientadas a la historia", comenta el productor Scott Kroopf. "Así que cuando vi el artículo pensé que ésa era una gran historia y que solamente se trataba de encontrar el tono adecuado y el director indicado. Mark y yo decidimos buscar a alguien para dar forma al proyecto".

Alex Litvack, un ejecutivo de Intermedia, sugirió al guionista y director Richard Shepard. Shepard acababa de terminar el rodaje de Matador, una oscura comedia en la que Pierce Brosnan es un mercenario que se hace demasiado mayor para su trabajo. La película fue un éxito de crítica y taquilla, una hábil mezcla de drama, comedia y estudio de personajes. "Había visto Matador, que Richard había escrito y dirigido, y estaba seguro de que él podía hacerlo", comenta Mark Johnson. "No deja de ser interesante que además en ese tiempo también había dirigido dos pilotos de televisión muy diferente—Mentes criminales y Ugly Betty— y que ambos acabaron siendo series de éxito". "Todos vimos Matador mucho antes de que saliera a los cines y pensamos que era una obra perfecta", concurre Kroopf. "Richard no solamente es un gran guionista, sino que también hizo un gran trabajo dirigiéndola y haciendo un gran uso de las habilidades de Pierce Brosnan".

Tras el éxito de Matador, el guionista y director Richard Shepard ya estaba barajando nuevas ideas. "Estaba muy interesado en hacer una película ambientada en una ciudad de posguerra", comenta. "Era interesante ver cómo se desarrollaban los acontecimientos en Irak y pensé que quizás podría rodar algo en Bagdad. Aunque mi esposa me decía que no. Andaba buscando algo como El Tercer Hombre, que es una de mis películas favoritas. Ambientada en la Viena de después de la Segunda Guerra Mundial. Incluso moví esta idea con distintas personas".

Mark Johnson y Scott Kroopf se pusieron en contacto con Shepard, para darle el artículo de Scott Anderson, y sugerirle que quizás lo encontrase interesante. Después de todo, compartía muchos elementos con El Tercer Hombre, especialmente a la hora de narrar los acontecimientos propios de una ciudad de posguerra. La diferencia era que esto era real y reciente. Inicialmente, Shepard puso algunos reparos. "Sobre todo porque no sabía casi nada sobre el tema, no sobre Bosnia pero me apremiaron para que lo leyera", comenta Shepard. "Ese artículo resultó ser tan intrigante que me interesó. Entonces dije, ’¿Porqué no me enviáis a Sarajevo y así lo puedo ver por mí mismo?’"


En Bosnia
"Un viejo dicho bosnio dice que cuando una botella de este brebaje está en la mesa, el Diablo está en la esquina…riendo" – Duck

A finales de 2005, Shepard siguió los pasos de Scott Anderson y de sus colegas. Voló a Sarajevo y se quedó en el Holiday Inn (base de toda la actividad de los corresponsales de guerra), viajando hasta la localidad norteña de Celebici, casi en la frontera con Montenegro. Esta región era simpatizante de Radovan Karadicz y supuestamente era el sitio donde el criminal de guerra se refugió en el 2000. "En otras palabras, básicamente fui buscando a Karadicz", comenta Shepard. "Estando en Bosnia y experimentando las cosas de la misma forma que estos periodistas, de pronto vi la película. Me di cuenta del potencial del artículo y eso fue lo que me puso en marcha".

La otra parte del trato era que Shepard sería también el director. "En una película que no es exactamente una película de acción, era importante que yo dirigiera", comenta. "Para mí, escribir el guión y dirigirlo fue todo parte del mismo proceso. Me gusta hacerlo así. Cuanto más tiempo pasaba en Bosnia, entrevistando a los periodistas y a la gente de Naciones Unidas y la OTAN, y viendo lo que pasaba allí, mejor podía visualizar la película".

Rápidamente, Shepard se familiarizó con el país y el entorno. Habló con gente de Naciones Unidas, con periodistas de guerra, y con supervivientes del conflicto de los Balcanes. A partir del artículo de Scott Anderson como punto de partida, comenzó a darle forma a su guión. Esta no sería una lección de historia ni tampoco un tratado político; ésta era una historia de tres personajes en busca de sí mismos, una road movie con el telón de fondo de un país que intenta reponerse del trauma de una guerra sangrienta.

"Lo que sucedió en Bosnia fue terrible y no puedes ignorar esa tragedia. Pero en lo que respecta a la escritura del guión de esta película, sí que me tomé ciertas libertades", comenta. "Creé a todos los personajes y ficcione algunos detalles para así poder contar la historia que yo quería contar. Pero lo que les pasó a estos hombres, está todo ahí. La injusticia hecha por la Comunidad Internacional que no se ha preocupado de capturar a esos criminales de guerra está en la película. De hecho, casi cualquier elemento que en la pantalla parece inventado, es real y está basado en los hechos. Fundamentalmente, reinventé a los personajes porque los cinco periodistas de la vida real son todos de la misma edad y tienen personalidades muy parecidas. Yo quería tener tres grupos de edad diferentes—veteranos, jóvenes y de mediana edad— y acompañarles a todos en esta película, que a la vez es experiencia personal".

En La sombra del cazador, el paisaje y la situación de posguerra ofrecen el escenario de fondo y el contexto dramático para esta historia de personajes. "Para mí, un buen guión siempre tiene su base en los personajes", comenta Mark Johnson. "Puedes tener toda la acción que quieras, persecuciones y todo eso, pero si no hay personajes de por medio, con los que tengas cierta empatía o te compenetres con ellos, la cosa queda en nada. Pensé que teníamos tres personajes bastante fuertes en la película, cada uno de ellos buscando algo. Años atrás hice Good Morning Vietnam con Robin Williams, que fue la primera película que se atrevió a tratar el tema de la guerra de Vietnam de forma cómica. Fue una película bastante entretenida de hacer y nadie, ni siquiera los veteranos de Guerra, la vieron como algo irrespetuoso. Creo que en esta ocasión hemos hecho algo similar. Es una astuta e inteligente película y aún así contiene momentos muy emotivos".


La reacción de los periodistas
"Simplemente ríete de todas sus bromas y no mires al enano" – Simon

El guión de Shepard encontró la aprobación unánime de quienes conocían de primera mano el terreno: Scott Anderson y sus colegas periodistas. Anderson, un veterano de todos los conflictos del globo, se percató de que la guerra en Bosnia y en Croacia era diferente. "Cuando cubrimos el conflicto de lo Balcanes, nos dimos cuenta de la cualidad absurda de toda la región y de lo que pasaba allí", comenta. "A pesar de lo abyecta y horrorosa que era la guerra, había también algo ridículo en ella. A pesar de los peligros latentes, todos nos sentíamos como si estuviéramos viviendo una especie de aventura de adolescentes. Casi todos los niños han jugado alguna vez a ser espías capturados y todo eso".

"En mi opinión el guión era genial", comenta Anderson. "Siempre que se parte de un artículo o un libro para hacer un guión, éste acaba siendo algo muy diferente, pero creo que Richard Shepard ha conseguido capturar mucha de la irracionalidad de la vida real en esta historia".

"Shepard también supo reflejar el drama de la historia y de alguna manera, numerosos aspectos del conflicto de los Balcanes están presentes igualmente", comenta Philippe Deprez. "Este guión está muy bien pensado y desarrollado".

"Cuando leí el guión por primera vez me hizo reír, y mucho", comenta John Falk. "Me enganchó a la primera y lo encontré muy entretenido. En una ocasión intenté escribir un guión, así que sé identificar un guión malo: como el de Richard era justo lo contrario que el mío, supuse que debía ser realmente bueno".


Verdad o consecuencias?
"Naciones Unidas, la OTAN, la CIA y todos los caza recompensas, desde los de aquí hasta el propio Chuck Norris dicen estar buscándole" – Duck

Los creadores de La sombra del cazador estaban muy preocupados con la percepción que su película pudiera tener por parte de aquellos a quienes se retrataba.

Si bien el criminal de guerra de la película es Serbio-Bosnio, no se trataba de intentar acusar a los serbios de nada. La película se basa en unos hechos reales en los que unos corresponsales de guerra salen en busca de Radovan Karadzic, el criminal de guerra más buscado de toda Bosnia. "Que hubiéramos cambiado la nacionalidad de este criminal, solamente para respetar la sensibilidad étnica de los serbios, hubiera sido ridículo", comenta el director Richard Shepard. "Si se hubiera tratado de un croata en la vida real, tendríamos un croata en nuestra película".

Igualmente, Shepard también se apresura a señalar que el Tribunal de La Haya tiene actualmente causas abiertas contra personas de todas las etnias de Bosnia—serbios, musulmanes y croatas. "Desgraciadamente, la guerra en Bosnia sacó lo peor de mucha gente".

"La moraleja de La sombra del cazador", comenta Shepard ,"no es la de señalar con el dedo específicamente a los malos de la película, sino preguntar a la Comunidad Internacional—Estados Unidos, Naciones Unidas, la Unión Europea- por qué no han hecho nada por capturar a estos criminales fugitivos. Que estos hombres sigan en libertad después de diez años es un insulto a la memoria de las víctimas del genocidio de Bosnia".

El reparto y el equipo locales de La sombra del cazador se compuso de miembros de origen bosnio, croata, y serbio. "Durante la guerra, Sarajevo fue una ciudad asediada, pero sus residentes, al menos inicialmente, no se replegaron en comunidades étnicas cerradas. Ante todo eran ciudadanos de Sarajevo. Ese espíritu continúa vivo en la ciudad y es una de las principales razones por la que la ciudad nunca sucumbió al asedio de los Serbios. Fue de extrema importancia para nosotros que el reparto y el equipo de esta película representase todas las etnias de la región. Eso nos hacía ser más honestos y nos daba todas las perspectivas posibles".

Algunos han cuestionado porqué Radovan Karadzic no se menciona por su nombre, y en lugar de eso se crea un personaje llamado Boghanovic, conocido como el Zorro. "Los reporteros buscaban a Karadzic", comenta Shepard, "pero yo quería que el criminal de guerra dijera e hiciera cosas que yo sabía que Karadzic no haría. Al convertirle en un personaje de ficción, obtuve un poco de margen para hacer una ‘película’, en lugar de un documental. Pero el hecho real y triste es que las cosas de las que se acusa a el Zorro en esta película, palidecen en comparación con las atrocidades de Karadzic y Ratko Mladic por las que La Haya les quiere juzgar".