Dirigida por Ken Kwapis a partir de un guión de Kim Barker y de Tim Rasmussen y Vince Di Meglio, y de una historia de Kim Barker y Wayne Lloyd, "Hasta que el cura nos separe" fue producida por Mike Medavoy, Arnold W. Messer, Nick Osborne y Robert Simonds. Bradley J. Fischer, David Thwaites, Kim Zubick, Dana Goldberg y Bruce Berman fueron los productores ejecutivos, y Christine Sacani, Louis Phillips y Trevor Engelson los co-productores.
Entre los miembros del equipo técnico figuran el director de fotografía John Bailey, la diseñadora de producción Gae Buckley y la montadora Kathryn Himoff. La música es de Christophe Beck.
Robin Williams, Mandy Moore y John Krasinski protagonizan la comedia. En la película también intervienen Christine Taylor, Eric Christian Olsen y Josh Flitter.
Sobre la producción
"Para conseguir el carné de conducir, necesitas horas y horas de clases, un permiso de aprendizaje, práctica al volante, y demás. Pero, para conseguir una licencia de matrimonio, todo lo que tienes que hacer es presentarte en el juzgado y pagar. Esto les da a los novios mucho más tiempo para centrarse en las cosas realmente importantes, como encontrar el lugar de celebración adecuado, el mejor fotógrafo, el DJ más moderno... etc.", dice el director Ken Kwapis, sonriendo. "¿A quién le importa si acabas divorciándote un año más tarde mientras la tarta nupcial haya sido magnífica?".
En "Hasta que el cura nos separe", Ben Murphy y Sadie Jones son jóvenes, está completamente enamorados, y tienen la firme intención de pasar juntos el resto de sus vidas. Sin embargo, como muchas parejas jóvenes, no tienen ni idea de en lo que se están metiendo. Por suerte, el reverendo Frank está para ayudarles con su exitoso curso de preparación para el matrimonio.
El productor Robert Simonds comenta, "Ésta es una situación muy real. Hay ciertos retos del matrimonio que son comunes e inevitables. En lugar de olvidarse de ellos y esperar que todo funcione, una exploración pre-marital de esos obstáculos puede aumentar la probabilidad de que el matrimonio permanezca juntoy contribuir a algunas situaciones bastante divertidas".
El productor Nick Osborne dice, "Recientemente se han hecho populares las clases de preparación para el matrimonio, que enseñan a las parejas cómo comunicarse abiertamente, equilibrar las finanzas, mantener vivo el amor, etc. En nuestra película, el reverendo Frank imparte el curso, y es el tipo de persona que encontrará los defectos en tu relación y te ayudará a superarlos. Es su intento de poner freno al divorcio, impidiendo que se casen las parejas inadecuadas".
La historia fue inspirada por un amigo de la co-guionista Kim Barker, que se iba a casar y le habló de un curso de preparación para el matrimonio que estaba haciendo. Barker recuerda, "Había una iglesia concreta en la que mi amigo y su novia querían casarse, pero antes de que el pastor de la iglesia les casase, les exigió que pasaran su curso de preparación al matrimonio. A continuación mi amigo describió al pastor y lo incómodo que se sentía, porque estaba sudando un poco en su primera reunión, lo cual me hizo reír".
Siguiendo sus instintos creativos, Barker co-escribió una historia ficticia sobre un pastor poco convencional que se toma su trabajo un tanto demasiado en serio. "Siempre me han atraído los individuos extravagantes, especialmente aquéllos a los que no les da miedo hacer las cosas a su estilo. Creo que la mayoría de la gente manifiesta una especie de trastorno obsesivo-compulsivo de un modo u otro, y el reverendo Frank no es una excepción. Su obsesión es crear uniones felices y duraderas... o al menos evitar divorcios".
Respecto a la elección del director adecuado para la película, Simonds comenta, "La historia tiene al mismo tiempo elementos cómicos simples y complejos aspectos emocionales. En el guión hay mucha comedia física, pero también queríamos darles a los espectadores una oportunidad de implicarse emocionalmente con los personajes. Observando sus anteriores trabajos, Ken Kwapis sabe perfectamente cómo combinar comedia y emoción de manera eficaz".
La productora ejecutiva Kim Zubick afirma, "Ken tiene una magnífica trayectoria, y puede afrontar una amplia gama de material. Ya se trate de una película como Uno para todas o de su trabajo en The Office, sabe cómo hacer que funcionen. Lo que el reverendo Frank hace en esta película es muy poco habitual; no creo que muchos cursos de preparación para el matrimonio sean así en la vida realal menos espero que nopero lo representamos como si fuera totalmente real. Ken era el director perfecto para conseguirlo".
Kwapis dice que conectó instantáneamente con los temas de la película cuando leyó el guión. "Me sorprende que incluso la mitad de los matrimonios duren en la actualidad. La mayoría de la gente ve el matrimonio como un día en la playa. El reverendo Frank nos muestra toda la sangre, sudor y lágrimas que son necesarios para que funcione. Nuestra película es una aleccionadora historia para los jóvenes prometidosno te tires al agua si no sabes nadar".
La búsqueda del actor adecuado para llevar el alzacuellos del reverendo Frank no llevó mucho tiempo. El productor Mike Medavoy comenta, "Cuando leí el guión, supe exactamente que Robin Williams sería ideal para el papel. Además de ser un actor y humorista increíblemente divertido, es también una persona muy apasionada y compasiva. Si bien el reverendo Frank hace pasar a Ben y Sadie por algunas situaciones realmente difíciles, en el fondo, la simpatía fue un elemento clave en la construcción del personaje".
El actor y humorista Robin Williams, galardonado con los Premios de la Academia, dice que le interesó la película "básicamente por los personajes, y por la idea de que el reverendo Frank intenta realmente ayudar a la gente. Crea ejercicios y situaciones simuladas en los que una joven pareja jamás pensaría ni a los que tendrían que enfrentarse hasta que estuvieran casados, cuando ya es demasiado tarde. Pero si una pareja no se viene abajo y consigue superar su clase, estarán más cerca de vivir felices para siempre".
Kwapis comenta, "Robin Williams fue la elección perfecta para crear a un irreverente reverendo. Por supuesto, su capacidad de improvisación es legendaria. Puede hacer comentarios ingeniosos sobre todo lo que se cruce en su camino, que la mayoría de las veces era yo. No podríais creer la cantidad de veces que se puede jugar con el nombre de Kwapis. Existe un método en la locura del reverendo Frank. No importa lo perversas que sean sus tácticas, porque su objetivo es noble: mantener juntas a las parejas".
El personaje de la futura esposa en la película, Sadie Jones, ha soñado mucho tiempo con casarse en St. Augustine, y no permitirá que nada le impida cumplir ese sueño. Fue allí donde sus padres se casaron, y donde ella fue bautizada por el reverendo Frankrazones ambas muy convincentes que ningún prometido se atrevería a desafiar.
Kwapis comenta, "Para el papel de Sadie, yo quería a alguien que fuera adorable pero fuerte. Sadie es el tipo de muchacha por la que los chicos harían cualquier cosa, incluyendo algo tan absurdo como el curso de preparación para el matrimonio patentado del reverendo Frank. Mandy Moore no podía estar mejor en este papel, que le dio la oportunidad de demostrar su talento para la comedia. Mandy es alocada y auténtica; es la típica mujer normal, pero en versión divertida".
"Lo que realmente me sorprendió de este guión, y lo que me hizo que deseara formar parte de esta película, fue que en cualquiera de las situaciones en que se encontraban estos personajes, había una base real y te podías identificar con ellas", dice Moore. "Yo aún tengo que encontrarme en esas situaciones de verdadcomo casarmepero cuando lo haga, ¡voy a estar sin duda mucho mejor preparada!".
Al otro lado de la ecuación matrimonial está el novio de Sadie, Ben Murphy. Para el papel, Kwapis sabía exactamente a quién quería. "Contribuí a lanzar The Office y supe desde el primer momento en que trabajé por vez primera con John Krasinski que era un verdadero hallazgo, una perfecta combinación de actor cómico y galán. Fue mi primera y única elección para el papel de Ben. John tiene una capacidad innata para ser divertido y tener los pies en la tierra. Es a la vez discreto y expresivo. Como pueden probar los fans de The Office, John sabe cómo comportarse en una incómoda pausa".
Krasinski afirma, "Realmente, quería hacer esta película. Cuando me enteré de que Ken había sido contratado para dirigirla, me entusiasmó aún más la idea de hacerla. Estoy totalmente en deuda con él por contar conmigo".
Osborne afirma, "John fue siempre para Ken el primero de la lista, y cuando hicimos las pruebas de pantalla a Mandy y John, estuvimos totalmente de acuerdo. Vimos que había una auténtica química entre los dos. Podíamos verlos como una pareja tratando de superar juntos el curso... para bien o para mal".
Krasinski, que trabaja con Moore por primera vez en el cine, comenta, "Me encantó la idea de trabajar con Mandy. Es muy dulce, y aportó una increíble calidez al rodaje".
Moore dice, "He tenido una magnífica experiencia con John. Nos compenetramos muy bien. Tiene mucho talento y es un encanto; ha sido un placer trabajar con él".
En la película, Ben se declara valientemente a Sadie delante de toda la familia Jones en el 30º aniversario de bodas de sus padres. Sadie acepta, pero surge un problema cuando el feliz momento deriva de repente en una pragmática discusión sobre dónde se celebrará la boda.
"Ben quiere simplemente una boda sencilla e informal, en algún lugar exótico como el Caribe, sin saber que casarse con Sadie lleva implícita una condición", dice Krasinski.
"Sadie ha soñado toda su vida con casarse en St. Augustine porque quiere continuar la tradición familiar, por lo que está totalmente decidida a que eso sea así y lo tiene muy claro", afirma Moore.
Para concertar una fecha en la iglesia, Sadie presenta a Ben al reverendo Frank, quien les informa de que da la casualidad de que St. Augustine está totalmente reservada durante los dos próximos años. Sin embargo, ha habido una cancelación, lo cual supone que hay un hueco dentro de tres semanas. Sadie accede apasionadamente a la precipitada fecha de la boda, momento en el que el reverendo les dice que no les casará hasta que no superen su obligatorio curso de preparación.