Cinemanía > Películas > El viento que agita la cebada > Sinopsis
Destacado: Julianne Moore y Tilda Swinton en 'La habitación de al lado' de Pedro Almodóvar
  El viento que agita la cebada  (The wind that shakes the barley)
  Dirigida por Ken Loach
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

Irlanda, 1920. Unos campesinos se unen para formar un ejército de guerrilleros voluntarios y enfrentarse a los despiadados Black and Tans [Negro y Caqui, por el color de sus uniformes], tropas británicas que habían sido enviadas para sofocar las aspiraciones independentistas de Irlanda.

Llevado por un profundo sentido del deber y por el amor hacia su país, Damien abandona su prometedora carrera de médico y se reúne con su hermano, Teddy, en una peligrosa y violenta lucha por la libertad.

Cuando la lucha de los insurgentes lleva a los británicos a un punto crítico, las dos partes firman un tratado para poner fin al derramamiento de sangre. Pero, a pesar de la aparente victoria, estalla la guerra civil, y las familias que habían estado luchando hombro con hombro se ven desgarradas, y sus miembros convertidos en enemigos.

Introducción
Irlanda fue invadida por primera vez por los ingleses en el siglo XII. En esa época, el territorio estaba dividido por dominios gobernados por los barones del lugar. Durante siglos, los grandes propietarios ingleses se enriquecieron a costa del pueblo irlandés.

Una población de colonos se instaló allí para dirigir el país en nombre de los ingleses, al tiempo que las leyes mantenían a los irlandeses en un estado de sumisión. Además de impuestos y rentas, Irlanda proporcionaba a Inglaterra productos alimentarios (productos de granja) y mano de obra barata. Hambruna, desahucios y miseria eran el destino de la población rural de Irlanda.

Siguiendo la estela de la Revolución Francesa, la Sociedad de Irlandeses Unidos luchó por la independencia de su país, y en el siglo XIX el movimiento de la Hermandad Feniana continuó con esta lucha.

A comienzos del siglo XX, las aspiraciones independentistas no podían ser ignoradas, aunque fueron combatidas constantemente por el poder británico.