Cinemanía > Películas > 300 > Comentario
Destacado: Paul Mescal es Lucio en 'Gladiator II' de Ridley Scott
  300  Dirigida por Zack Snyder
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

Dirigida por Zack Snyder (Amanecer de los Muertos), los actores Gerard Butler (El Fantasma de la Ópera), Lena Headey (Los Hermanos Grimm), David Wenham (trilogía del Señor de los Anillos), Vincent Regan (Troya), Rodrigo Santoro (Love Actually) y Dominic West (Misteriosa obsesión). Los productores son Gianni Nunnari (The Departed), Mark Canton, Bernie Goldmann (La Tierra de los Muertos Vivientes) y Jeffrey Silver (Training Day). Snyder y Kurt Johnstad adaptaron la novela gráfica de Frank Miller y Lynn Varley, a partir de un borrador anterior al guión realizado por Michael Gordon. Los productores ejecutivos son Frank Miller, Deborah Snyder, Craig J. Flores, Thomas Tull, William Fay y Benjamin Waisbren. El equipo de creativos entre bastidores está encabezado por el director de fotografía Larry Fong, el diseñador de producción James Bissell, el montador Bill Hoy y el diseñador de vestuario Michael Wilkinson. La música es de Tyler Bates.

Misteriosos. Feroces. Extraordinarios. Los espartanos pertenecen a una de las culturas más enigmáticas de la historia. Entrenados para no retirarse ni rendirse jamás, son los guerreros perfectos. "Los espartanos siguen siendo un misterio para todos", dice Frank Miller, autor de 300, la novela gráfica que inspiró la película. "Podría decirse que son excepcionales porque son una cultura eminentemente bélica, dedicada por entero a la guerra. Poseen un código de honor de lo que significa ser espartano, y de él surge una clase heroica como jamás se ha visto antes en todo el mundo".

El co-guionista y director Zack Snyder añade: "Los espartanos viven para la batalla. La adoran", dice. "Pelean como uno sólo, creando una falange en la que el escudo de cada soldado protege al hombre que hay a su lado. Es una visión impresionante e intimidatoria, incluso para los ejércitos persas. Aunque los espartanos tienen muy pocas probabilidades de éxito debido a su inferioridad numérica, un verdadero guerrero espartano siempre está dispuesto a morir por la libertad; creen que es una "muerte maravillosa". Se definen a sí mismos por el sacrificio y la libertad".

Frank Miller oyó hablar por primera vez de los espartanos cuando vio la película "El león de Esparta" en su infancia. Recuerda: "Me causó una honda impresión y me inspiró porque enseñaba que los héroes no son necesariamente los que consiguen una medalla al final de la historia, sino que son personas que hacen lo correcto por el simple hecho de que es lo correcto, incluso si acometen el sacrificio final para conseguirlo. Durante toda mi vida he querido contar esta historia porque es la mejor que jamás he oído. Y, al fin, conseguí la destreza de dibujar cómics, tanto que pensé que al final podría encargarme de ello".

Para ilustrar 300, Miller sintetizó su concienzuda investigación, la cual le llevó hasta los mismos acantilados de las Termópilas, con el estilo característico que imprimió a trabajos gráficos tan legendarios como "Sin City" y "El regreso del señor de la noche". Redujo el uniforme de los espartanos (cuyo peso, junto con el de las armas, equivalía aproximadamente a la mitad de su propio cuerpo) a sus elementos más esenciales y simbólicos y condimentó el relato de la histórica batalla del año 480 a. C. con elementos de enfrentamientos anteriores y posteriores entre Jerjes y los griegos.

"Frank cogió un hecho real y lo convirtió en mitología, lo contrario de partir de un hecho mitológico para transformarlo en realidad", dice Snyder, que combinó la osada visión de Miller con la suya propia para hacer el largometraje. "Esto es lo estimulante. Él quería encontrar la esencia, lo opuesto a la realidad, de lo que es un espartano. Si vas a las Termópilas, la estatua de Leónidas está desnuda; tiene un escudo, una lanza y un casco y eso es todo. Frank fue a las Termópilas y estoy seguro de que la vio y dijo: ‘Vale, así es cómo lo tenemos que hacer’".

Moverse a través de la maleza de las Termópilas dejó una huella profunda en Miller. "Es un lugar donde ocurrieron cosas grandes y gloriosas", describe. "Hablamos del crisol, del epicentro de la batalla para llegar a todo lo que tenemos ahora, a lo que es la civilización occidental. Hay una razón por la que somos tan libres, y en gran parte se debe a la historia de trescientos jóvenes que defendieron un paso muy estrecho el tiempo suficiente como para inspirar al resto de Grecia".

300 se convirtió en un éxito de ventas y dio a Miller numerosos premios de la industria el cómic. "La historia se vendió por sí sola", comenta. "Sólo trabajé lo mejor que pude para hacer justicia a un gran momento de la historia. Fue muy importante pulir la apariencia de los personajes para hacerlos más dinámicos y para borrar la impresión de que es una historia antigua. No es una historia vieja, es una historia eterna".

El libro consiguió una legión de seguidores, entre ellos el co-guionista y director y los productores del largometraje. "Lo más hermoso del libro de Frank, y en general de cualquiera de sus trabajos, es la prosa que acompaña a sus dibujos", advierte Snyder. "No es sólo una ilustración, sino que también hay poesía en ello. Para mí, la manera en la que estructura la prosa es tan importante como los dibujos. Quería idear una manera de preservar y honrar su prosa, junto con sus imágenes, en la película".

Hace cinco años, el productor Gianni Nunnari y Snyder hablaban de futuros proyectos de colaboración cuando Snyder se fijó en una copia de la novela gráfica que Nunnari tenía en su mesa. Nunnari defendió en solitario el proyecto durante varios años. Llegó a convencer al productor Mark Canton de que colaborase con él y desarrollase en serio el proyecto con Snyder como director y co-guionista.

"300 es un trabajo increíble y a Zack le encantaba el material cuando llegó a este proyecto", dice Canton entusiasmado. "También aportó una visión tan extraordinaria de lo que podría llegar a ser la película que quedamos tremendamente emocionados con respecto a sus posibilidades".

Nunnari añade: "El mismo material le abrió la imaginación. Vio claros todos los ingredientes, desde la visualización de las escenas de lucha hasta los propios personajes. Sabíamos que lo que quería era hacer una película creativa".

"La perseverancia de Gianni y la dedicación de Mark al proyecto me convencieron", recuerda Miller. "Primero Gianni y luego Mark estaban tan decididos y tan seguros de la historia que me llevaron a su terreno. Zack quería hacer esta película con toda su alma. Es una persona encantadora y estaba tan involucrado en este proyecto que era muy difícil decir no… así que no lo hice".

Snyder comprobó que el proceso que siguió al concebir el largometraje fue similar al que Miller había desarrollado. Quería prescindir de los preceptos del cine realista y, en su lugar, encontrar una forma de "darle vida (a la obra) en la pantalla", explica. "No quería hacer una película que pareciese una fotografía; más bien al contrario, pretendía introducirme en el mundo que Frank creó en su novela gráfica. Esto no es un drama histórico, ni una historia lineal. Ni siquiera pretende ser completamente fiel desde el punto de vista histórico. Nuestro objetivo era crear una verdadera experiencia distinta a cualquiera que se haya visto antes".

A Butler le encantó la posibilidad de sumergirse en una investigación sobre esta formidable cultura: "Durante toda su vida, lo único que se le muestra a los espartanos es el dolor, para imprimirles resistencia, para que no teman nada y no tengan piedad con el enemigo", dice.

La banda sonora
Accede a la información sobre la banda sonora 300 Original Motion Picture Soundtrack.