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  La sombra del reino  (The kingdom)
  Dirigida por Peter Berg
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El director Peter Berg (Friday Night Lights, Tesoro del Amazonas) y los productores Michael Mann (El aviador, Ali, Hancock, Heat, El dilema/The Insider) y Scott Stuber (Separados, Tú, yo y ahora... Dupree) encabezan esta película donde se muestra lo que ocurre cuando la diplomacia no obtiene resultados y es necesario enviar a un equipo de élite del FBI para descubrir al asesino antes de que vuelva a atacar.

El guión original es de Matthew Michael Carhanan (Lions for Lambs, State of Play). Para formar su equipo técnico, Peter Berg ha contado con el director de fotografía Mauro Fiore (Ases calientes, Día de entrenamiento) y colaboradores habituales como el diseñador de producción Tom Duffield (Tesoro del Amazonas, La señal) y la diseñadora de vestuario Susan Matheson (Friday Night Lights, Pasado de vueltas). El montaje es de Kevin Stitt (Paycheck, X-Men) y Colby Parker Jr (The Reaping, Friday Night Lights). Danny Elfman (Charlie y la fábrica de chocolate, Spider-Man 2) se encarga de la música.


Cómo se construye un thriller de acción
Peter Berg concibió la idea de La sombra del reino en los 90, después de ver en las noticias el atentado perpetrado contra las Torres Khobar, en Khobar, Arabia Saudí, el 25 de junio de 1996. La rama saudí de Hezbolá hizo explotar un camión cisterna con petróleo, matando a 19 estadounidenses, un saudí e hiriendo a 372 personas de diversas nacionalidades en el peor atentado en este país contra intereses estadounidenses.

El director recuerda que el atentado afectó a las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudí, su aliado: "El atentado iba dirigido contra estadounidenses, pero también fue muy doloroso para Arabia Saudí. Fue la primera vez que el FBI intentó trabajar con la policía saudí,lo que requirió mucho esfuerzo por ambas partes y acabó en una investigación muy complicada. Entonces pensé que podría ser una idea fascinante para una película ver cómo personas procedentes de dos culturas, la estadounidense y la saudí, ambas objetivos de la violencia religiosa y unidas en su esfuerzo por combatir el extremismo religioso,resuelven sus diferencias,apartan las sospechas mutuas y hacen caso omiso de la política para trabajar juntas".

En los años siguientes, la idea siguió madurando mientras Peter Berg desarrollaba su carrera de actor y realizador, dirigiendo éxitos de taquilla como Tesoro del Amazonas y Friday Night Lights. Hablaba a menudo del concepto con un amigo saudí en conversaciones sobre las realidades políticas y la complejidad de las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudí.Y llegó el 11 de septiembre de 2001.

"Después del 11-S, nadie quería nada con los saudíes en Estados Unidos porque varios de los terroristas eran de Arabia Saudí; Osama bin Laden es saudí. Personalmente, no cambió nada en las relaciones que mantenía con mis amigos saudíes", dice el director, que estaba convencido de que era el momento oportuno para hacer una película que "estudiase la lucha común de Estados Unidos y Arabia Saudí contra los extremistas violentos".

Quería crear un thriller de acción en el que se unieran dos mundos "a través de la amistad que nace entre dos hombres de culturas muy diferentes, un agente del FBI y un coronel saudí". Encontró el material que buscaba en el verano del 2003. Peter Berg le preguntó a Michael Mann si quería producir el proyecto mediante su productora Forward Pass. En aquel momento, Michael Mann estaba ocupado con la producción de El aviador,de Martin Scorsese. Siempre le ha gustado trabajar con directores seguros de lo que quieren hacer. Peter Berg ya había pensado en un guionista, un desconocido de 30 años llamado Matthew Michael Carnahan, que había escrito un poderoso thriller, Soldier Field, acerca de un policía de Chicago que lucha contra las mafias italiana y rusa. Michael Mann también había leído el guión.

Al director le gustó cómo estaba construida la acción. "Es un hombre que está muy al tanto de la política,pero también sabe mucho de acción",explica Peter Berg."No queríamos rodar un programa sobre política. Queríamos una película que entretuviera, con mucha acción y que, a la vez, reflejara la política actual". El director y el productor ofrecieron la idea a Universal Pictures.

Michael Mann, conocido por sus explosivos thrillers e inteligentes dramas, tenía ganas de indagar en "la investigación de un atentado llevada a cabo en las circunstancias más hostiles". Estaba convencido de que la situación del equipo liderado por Ronald Fleury ofrecía mucho potencial dramático."Los saudíes no los quieren allí, Estados Unidos no quiere que estén allí. Por eso el enfrentamiento acaba convirtiéndose en una relación fraternal entre los dos policías".

En su opinión, la mejor forma de estudiar temas políticos, globales y regionales es hacerlo a través de la experiencia de un detective de homicidios. Dice: "La violencia siempre es traumática en el ámbito personal. Por eso queríamos que la historia se quedara dentro del marco del trabajo diario de dos investigadores excepcionales preocupados por la seguridad de sus familias y de sus países".

El productor Scott Stuber, que ya había trabajado con Peter Berg en Tesoro del Amazonas y Friday Night Lights, en su calidad de vicepresidente de producción internacional, recuerda cuando le ofrecieron el proyecto:"Pete, Michael y yo quedamos para cenar. Me explicaron la idea y me pareció muy buena. A los tres nos había gustado mucho el guión de Carnahan Soldier Field y estaba dispuesto a escribir éste. No me costó tomar la decisión en nombre del estudio".

Mientras el proyecto aún estaba en la fase de desarrollo, Scott Stuber anunció que dejaba Universal para formar, junto a Mary Parent, su covicepresidenta en el estudio y productora ejecutiva de la película, la productora Stuber/Parent. Peter Berg y Michael Mann le pidieron que no abandonara el proyecto. LA SOMBRA DEL REINO era uno de los proyectos que Scott Stuber había defendido apasionadamente en Universal y aceptó llevarlo a buen puerto en calidad de productor.

Le gustaba la idea de "colocar a cuatro investigadores en Marte, el lugar más difícil para que puedan hacer su trabajo". Estaba convencido de que La sombra del Reino podía ser "un drama intelectual y una película de acción. Hay acción, emoción, pero también habla de problemas auténticos".

Michael Mann presentó el equipo a Richard Klein, director ejecutivo para la zona de Oriente Próximo y el golfo Pérsico de la empresa Kissinger McLarty Associates,y a Elaine Shannon de la revista Time. A su vez, el guionista Matthew Carnahan realizó numerosos viajes a Washington para hablar con varios expertos en explosivos y miembros de equipos de rescate del FBI que habían trabajado en Oriente Próximo. Habló con agentes que habían visto el resultado del atentado de Khobar, que habían estado en Yemen después del ataque al portaaviones Cole y en África Oriental después de los atentados a Embajadas estadounidenses.

Los conocimientos de estas personas sirvieron al guionista para que la historia fuera lo más realista posible. Le interesaron sobre todo las experiencias de los equipos de rescate de rehenes que acompañan a los miembros del FBI para protegerlos, así como los diferentes procedimientos jurídicos y de investigación criminal en cada país.Trágicamente, en mayo de 2003, tres complejos residenciales occidentales fueron atacados en una sola noche. Fue la semilla final que daría vida al guión.

Peter Berg tuvo la ocasión de viajar a Arabia Saudí para investigar más de cerca. Incluso pudo hablar con un grupo de hombres y mujeres procedentes de diferentes niveles sociales."La historia transcurre en un mundo desconocido para la mayoría de nosotros, pero Pete tenía muy claro cómo quería que fuera la película", dice Scott Stuber.

El director insiste en que "no intentaba hacer una película patriotera acerca de un grupo de estadounidenses que llega a Arabia Saudí para denigrar la cultura árabe. Esta película es políticamente neutral. Sólo nos metemos con la violencia extremista. La película trata de estadounidenses y árabes que trabajan y colaboran con honradez y sinceridad".

Una vez acabado el guión y con la financiación en pie, los productores y el realizador empezaron a buscar a cuatro actores estadounidenses y a dos actores árabes dispuestos a pasar por un duro entrenamiento a pleno sol.


Agentes y terroristas: El reparto
Los cineastas eran conscientes de que necesitaban a una estrella del cine de acción para encarnar al líder del equipo de élite del FBI y, sin dudarlo, acudieron a Jamie Foxx. Michael Mann le dio el guión mientras rodaban Corrupción en Miami. El actor entendió inmediatamente el dolor que siente Fleury al perder a un viejo amigo en el atentado, así como su deseo de venganza.

Dice: "Fleury cambia de opinión acerca de la guerra que se libra contra el terror cuando fallece una persona a la que él y su familia quieren y admiran. Han llevado la muerte a la puerta de su casa y debe tomar una decisión".

El productor Michael Mann dice:"Jamie tiene la capacidad de proyectarse hasta el fondo del personaje, adopta otra identidad. Me parece totalmente creíble como miembro del FBI".

Scott Stuber está de acuerdo. Mientras estaba en Universal, supervisó varios proyectos en los que participaba el actor, Ray, Jarhead/El infierno espera y Corrupción en Miami, e hizo todo lo posible para convencerle de que aceptara el papel estelar de La sombra del Reino.

El oscarizado Chris Cooper, que encarna al veterano del equipo de élite, se interesó por la película porque le pareció un thriller político de acción que "transmitía información seria acerca de las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudí. Si me ofrecen un proyecto tan bien informado como éste, me apetece poner toda mi energía a su disposición".

Peter Berg y Matthew Carnahan habían desarrollado el personaje de Grant Sykes como un experto en explosivos que,según el director,"está obsesionado con las bombas y el proceso de desactivación". Chris Cooper no sólo aportaría la inteligencia necesaria para el papel, también haría las veces de la figura paterna del equipo.

Para el único miembro femenino del equipo, el director escogió a una vieja amiga suya, Jennifer Garner, ganadora de un Globo de Oro y nominada cuatro años consecutivos a un Emmy por su papel protagonista en la serie "Alias", en la que Peter Berg interpretó un papel habitual durante la primera temporada.

En opinión de la actriz, el guión era "convincente, visceral y aterrador". Aceptó meterse en la piel de la agente especial Janet Mayes, lingüista y experta en ciencias forenses. Hablando de su personaje,dice:"Fran Manners (KYLE CHANDLER),uno de sus mejores amigos de Quantico, muere en una explosión en Arabia Saudí. Cuando se entera de que no puede trasladarse a investigar la muerte de Fran, se enfada mucho".

Jason Bateman, que coprotagonizó con Peter Berg la reciente comedia negra Ases calientes/Smokin’Aces, cambia de lado al encarnar al agente especial Adam Leavitt, un analista al que aporta su habitual sentido del humor.El guión le impresionó:"Cada uno puede interpretar el tema político como le parezca. Personalmente, entiendo que la venganza tipo ojo por ojo es inútil. La película está llena de peligros e intriga política, hay mucha acción y tensión".

Hablando de los agentes federales que inspiraron la película, Michael Mann dice: "Deben aguantar a los burócratas y hacer su trabajo a pesar de ellos. Son personas inteligentes, entregadas, y eso se ve en la pantalla. Jen Garner, Jason Bateman y Chris Cooper han sabido plasmarlo".

Otro elemento clave en la historia de Matthew Carnahan es la participación de dos saudíes que ayudan a los agentes del FBI. Se trata del sargento Haytham, el policía que fue testigo ocular del atentado, y el coronel Al Ghazi, que debe vigilar a los estadounidenses mientras investigan. Scott Stuber dice: "Es muy interesante tener a dos personajes saudíes para que el público entienda cómo se comportan en su cultura.Nos permite dar mucha información acerca de su mundo".

Para los papeles, escogieron a dos actores del Oriente Próximo que trabajaron en un thriller acerca de terroristas palestinos y que fue nominado a un Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa. Se trata de Ali Suliman y Ashraf Barhom. "Después de ver Paradise Now", recuerda Scott Stuber, "no nos quedó ninguna duda de que queríamos a Ali y a Ashraf. Son muy interesantes y carismáticos". Primero contrataron a Ali Suliman y, en segundo lugar, a Ashraf Barhom después de que se entrevistara con Peter Berg en Hong Kong.

Peter Berg sabía que uno de los puntos cruciales del guión era el desarrollo del personaje de Al Ghazi, interpretado por Ashraf Barhom. Durante el tiempo que pasan juntos, el coronel y el agente especial descubren que tienen muchos puntos en común. Por ejemplo, ambos tienen hijos pequeños, quieren proteger a sus familias y que sus países vivan en paz. El director cree que el creciente respeto que sienten el uno por el otro representa algo que no suelen mostrar los medios de comunicación: hay personas moderadas en todas las culturas que sólo desean que sus comunidades vivan tranquilas.

El actor se sintió atraído por el personaje por "su fuerte personalidad,honradez y sinceridad. Es leal y quiere alcanzar sus objetivos. Quería participar en la película porque el guión habla de armonía y enfoca un tema muy importante".

Además de asegurarse de la autenticidad de los decorados, el saudí Ahmed Al-Ibrahim hizo de asesor cultural y ayudó a Ashraf Barhom y a Ali Suliman a pronunciar con acento saudí.

Una vez encontrados los actores principales, quedaba buscar la figuración. Fueron contratados más de 3.000 americanos de ascendencia iraní, turca o saudí para encarnar a policías, soldados, civiles e insurgentes.Todos se vistieron con ropas importadas de Arabia Saudí, Dubái y Abu Dabi.

Quedaba lo más duro, entrenar a los agentes de policía, agentes federales y terroristas.