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  Soy leyenda  (I am legend)
  Dirigida por Francis Lawrence
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Soy Leyenda está protagonizada por Will Smith, dos veces nominado para el Oscar (The Pursuit of Happyness, Ali), Alice Braga y Dash Mihok. Esta película ha sido dirigida por Francis Lawrence. El guión, basado en la novela de Richard Matheson, lo han escrito Mark Protosevich y Akiva Goldsman. Los productores son Akiva Goldsman, James Lassiter, David Heyman y Neal Moritz, con Michael Tadross, Erwin Stoff, Dana Goldberg y Bruce Berman como productores ejecutivos, y Tracy Torme como coproductor.

El equipo creativo de detrás del escenario está compuesto por el director de fotografía Andrew Lesnie, la diseñadora de producción Naomi Shohan, el montador Wayne Wahrman, el diseñador de vestuario Michael Kaplan, y el compositor James Newton Howard.


Me llamo Robert Neville…
Will Smith, protagonista de las películas "I, Robot", "Independence Day" y "Hombres de negro", no es ajeno a la ciencia ficción y tiene una gran afinidad con la novela intemporal de Richard Matheson Soy Leyenda. "Hay muchos géneros en esta novela: terror, ciencia ficción y está ese maravilloso personaje", dice el actor. "La psicología de ser el último hombre sobre la tierra siempre me ha intrigado. Las experiencias físicas, emocionales y espirituales que Robert Neville tiene que vivir en su afán de supervivencia ofrecen una magnífica oportunidad para contar una historia universal sobre la naturaleza de la humanidad".

Francis Lawrence, director del nuevo "thriller" de acción de ciencia ficción basado en la novela de Matheson, añade: "La idea de un hombre que sobrevive aislado y en solitario en un entorno moderno me fascinaba y quería explorarla en una película. ‘Soy Leyenda’ es la historia por antonomasia de un hombre contra el mundo, y este es el motivo por el que continúa cautivando la imaginación de las personas medio siglo después de haber sido escrita".

Compleja y provocativa, la novela de Matheson de 1954, ampliamente reconocida como un modelo del género actual de terror y ciencia ficción, ha influido en las generaciones, ha inspirado a innumerables imitadores y ha dado lugar a dos adaptaciones cinematográficas anteriores: "The Last Man on Earth", en 1964, protagonizada por Vincent Price, y "El último hombre… vivo", en 1971, protagonizada por Charlton Heston.

El guionista/productor Akiva Goldsman, que ganó el premio Oscar por el guión de "Una mente maravillosa" y que ha declarado ser un "fan" incondicional del autor, dice que le ha encantado tener la oportunidad de adaptar "Soy Leyenda" para la pantalla. "Richard Matheson es como un dios para los que somos fanáticos obsesivos de la ciencia ficción. Hay una tradición en la ciencia ficción seria que consiste en llegar hasta lo más profundo en las raíces del personaje para explorar los temas impactantes—la idea de utilizar la ciencia ficción como una alegoría. Esta película se desarrolla realmente a partir de esa ética".

Goldsman trabajó a partir de la adaptación inicial de Mark Protosevich de la influyente novela de Matheson, que ha llegado a ser uno de los guiones más codiciados de los últimos años, dice Protosevich. "Este ha sido un proyecto apasionante para mí durante una década, y me emocionó ver cómo, finalmente, se convertía en realidad, especialmente con este nivel de talento a ambos lados de la cámara".

"Soy Leyenda" cuenta una historia centrada casi enteramente en un hombre que vive una existencia solitaria. Los cineastas sabían que el difícil papel del protagonista requería que fuese interpretado por un actor de gran calibre, y cuando se enteraron de que Will Smith tenía gran interés en dicho papel, encajó el proyecto con el elemento principal del proyecto. Smith, junto con el productor James Lassiter, su socio en Overbrook Entertainment, había estado intentando llevar a cabo el proyecto durante varios años. Smith consideraba que desempeñar el papel de Robert Neville—personaje que aparece en la pantalla prácticamente solo durante la mayor parte de la película—era un reto y una oportunidad.

Goldsman observa: "Como escritor, creo firmemente en la capacidad de la palabra escrita para describir y generar un personaje. Pero, en última instancia, es igualmente importante la capacidad de transmitir lo que no está dicho. Will es un estupendo actor; ha realizado una extraordinaria actuación donde la mayoría de sus pensamientos y emociones se transmiten a través de sus expresiones y de su comportamiento".

Smith tuvo que recurrir a otras formas de expresión para describir la gama emocional del viaje de Neville. "El proceso fue muy diferente para mí porque todo se basa en el comportamiento. Es simplemente un ejercicio increíble no poder hablar y sin embargo tener que comunicar", dice. "Tener que imaginar cómo comunicarse sin palabras—para mí, es la parte central de la actuación. Cuando se está durante un rato en silencio se empieza a descubrir toda una gama de cosas acerca del personaje y de uno mismo. Es una situación fascinante para explorar, tanto artística como psicológicamente".

En su primera película con Smith, Francis Lawrence ha encontrado un soporte sólido para su elaborada historia emocional en el corazón de la aventura. "Lo fantástico de Will es que tiene mucho carisma y calidez", observa el director. "Aporta muchas dimensiones a su papel y uno se siente transportado con él en cada momento. Se crea una verdadera simpatía hacia él, uno siente miedo por él, se ríe con él y llora con él…y esto se siente de forma inmediata al contemplar su actuación. Y lo más importante de su papel es que tiene la habilidad de transmitir todo lo que él experimenta, tanto física como emocionalmente, a menudo sin que haya ningún diálogo".

Quizás el mayor elogio para Smith es el que ha hecho el hombre que creó el personaje de Robert Neville. "Creo que Will Smith es el hombre perfecto para interpretar el papel de Robert Neville", ha manifestado el autor Richard Matheson. "He visto casi todas las películas en las que ha actuado y es totalmente convincente en todos los papeles que ha interpretado. En esta historia, su personaje es clave y, por lo tanto, él es la clave".


Soy un superviviente que vive en la ciudad de Nueva York…Puedo proporcionar alimentos. Puedo proporcionar alojamiento. Puedo proporcionar seguridad
En la parte central de "Soy Leyenda" está la lucha de un hombre para sobrevivir contra dificultades que parecen insuperables: solo y rodeado de los Infectados—seres monstruosos que matan sin pensarlo y sin ningún motivo. Su situación empeora al conocer que todo ha sido provocado por los de su misma especie. Las raíces de la pandemia que ha borrado la civilización dejando a Neville aislado y en un constante estado de peligro están en lo que inicialmente fue acogido como un avance rompedor de la medicina moderna: un retrovirus creado por el hombre para combatir una de las enfermedades que ha causado más muertes en la historia de la humanidad: el cáncer. Pero el éxito inicial del retrovirus tuvo pronto repercusiones inimaginables.

Neville, virólogo militar con base en Manhattan, encabezó las investigaciones promovidas por el gobierno para encontrar una vacuna para combatir la pandemia. Pero, a pesar de sus esfuerzos, el virus fue transportado por el aire y la ciudad consecuentemente se cerró, permitiendo sólo la evacuación a los que no estaban infectados. Con el pánico consiguiente, Neville presencia los trágicos fallecimientos de su esposa Zoë (Salli Richardson) y de su hija Marley, cuyo personaje interpreta su hija de 7 años Willow Smith, que hace su debut cinematográfico junto a su padre.

Los Infectados que no han sucumbido al virus tienen un destino quizás peor: su deteriorado metabolismo les ha transformado en criaturas que habitan en los oscuros túneles de la amplia red del metro de la ciudad y que emergen de la oscuridad impulsados por el singular instinto primario del hambre.

Después de la catástrofe, Neville también se siente impulsado, pero su necesidad es encontrar una cura para el mal causante del cataclismo. Inmune por algún motivo al virus, sabe que tiene dos armas a su disposición—su formación científica y su propia sangre. "Neville sabe que las personas han sido infectadas por un virus que ha sufrido una mutación después de su creación en el laboratorio", dice Smith. "Ahora está expuesto a esta situación de superviviente solitario después de ser el que, según su mente, no pudo salvar a la humanidad".

La experiencia de Neville como científico militar también determina la forma en que ha elegido vivir su vida en la ciudad abandonada. Su manera de abordar el problema es reglamentándolo todo desde una preparación física exhaustiva hasta la elaboración de una alarma diaria que avisa del momento exacto de la puesta del sol. "Neville es un hombre muy disciplinado", comenta Lawrence. "Eso es lo que le mantiene lo más cuerdo que puede estar en una situación como esta. Sus opciones son extremas pero, si esa rutina se empezase a interrumpir, es muy posible que sucumbiera".

Con la única compañía de su perro Sam, Neville lucha para mantenerse alejado de los Infectados. Durante el día, él y su perro Sam subsisten buscando suministros, trabajando en el laboratorio y emitiendo diariamente mensajes por la radio con la esperanza de encontrar a otros supervivientes. Durante la noche se parapetan en una casa de piedra caliza reforzada vigilando a los Infectados mientras que buscan y registran en las calles de la ciudad, tratando de encontrar indicios de alguna presa.

Aunque Neville establece horarios para diversas actividades y obligaciones, también dispone de cierta libertad. Ya sea dando una vuelta por la ciudad en su coche Shelby, mejorando su swing en el golf frente a un avión de combate, decorando su inexpugnable casa de piedra caliza con tesoros de incalculable valor, o catalogando las enormes reservas de alimentos, gas y medicinas de la ciudad con un intrincado sistema de mapas, Neville tiene libre acceso a los grandes recursos de la ciudad.

En una nueva y surrealista Nueva York, los lugares emblemáticos que antes eran centros comerciales, de arte y de entretenimiento se han convertido ahora en patio de juegos, zona de caza y jardines personales de Neville.

"Cuando se es el último hombre solo en Nueva York, siempre se encuentra alguna diversión, aunque sea una diversión en solitario", dice Lawrence. "Vemos esos elementos que parecen tan importantes en el mundo en que vivimos, pero después de producirse la pandemia y de que el mundo tal como lo conocemos haya desaparecido, las cosas a las que dedicamos tanto tiempo, tanta energía y miles de millones de dólares se están echando a perder. Son totalmente inútiles".

"Neville tiene acceso prácticamente a todo", comenta Smith. "Hay suministros médicos, sabe dónde están los productos enlatados, dónde se almacena la gasolina. Utiliza toda la ciudad como si fuera su propio hogar. Y no hay nada como subirse encima de un avión con un palo de golf".

Sin embargo no todo era diversión y juegos. Esprintar por las calles abandonadas, colgarse en el aire cabeza abajo a veinte pies del suelo, conducir un veloz Ford Mustang, saltar por encima de coches oxidados y luchar con dobles especialistas vestidos con trajes de efectos visuales de captación del movimiento para interpretar los personajes de los Infectados son sólo muestras de lo que Smith soportó para llevar a cabo las duras escenas de acción de la película.

Para coreografiar estas secuencias, los cineastas solicitaron la colaboración del veterano coordinador de dobles especialistas Vic Armstrong y de su experto equipo. Entre los trabajos más recientes de Armstrong, con una experiencia de cuarenta años, se incluyen sus intervenciones en las películas de acción "Misión imposible III", "La guerra de los mundos" y "Muere otro día".

Conociendo la facilidad de Smith para inyectar fisicalidad a sus actuaciones—bien construyendo las bases de un personaje o participando en las secuencias de acción principales—los cineastas reconocieron la disposición del actor para participar manos a la obra como especialista en escenas arriesgadas. Meses antes del rodaje, Smith empezó un programa de nutrición y de ejercicios físicos que le proporcionaron un cuerpo más delgado y esbelto. Trabajando con el experimentado entrenador Darrell Fostar, que años antes le había transformado en su personaje de "Ali", por el que fue nominado para un premio de la Academia, Smith perdió 20 libras con un régimen tan arduo como el de Neville. En palabras de Fostar: "Le pusimos en apuros desesperados—entrenamiento a grandes alturas para reducir el oxígeno, fue sometido al calor, al frío, a la humedad, a la alimentación con pocas calorías y a otras muchas condiciones adversas. Esto le ayudó a desarrollar los aspectos mentales de su personaje tanto como los físicos".

Como contraste, el entrenamiento con el asesor militar y de armas Sam Glen para manejar el rifle especialmente modificado de Neville fue mucho más fácil para el actor, que ya había manejado armas de fuego en anteriores películas.


Si hay alguien ahí fuera. Sepa que no está solo…
Smith aparece la mayor parte del tiempo en la pantalla, junto al compañero fiel de Neville, un perro llamado Sam, que está representado por un pastor alemán de tres años que se llama Abbey. El director de entrenadores de animales Steve Berens, en cuyo historial figuran películas como "Click" y "La máscara", comprendió que había muchas esperanzas puestas en que él consiguiera provocar una completa gama de emociones con su trabajo. La confianza en la habilidad innata de Abbey junto con un régimen de adiestramiento específico dio forma al planteamiento del adiestrador para provocar una actuación impactante de su actor canino.

"Todo estriba en cómo se prepara al animal", explica Berens. "Se le adiestra día a día para que cuando esté en el plató para una toma en concreto comprenda y se comprometa con la situación totalmente; está en el juego. Sabemos que es trabajo, pero la idea en sí es hacer que todo sea divertido. Si se hace correctamente, con amor y refuerzo positivo, disfruta haciéndolo. Se trata de crear una camaradería con el perro y luego transmitírsela al actor. Y Will lo hizo magníficamente con Abbey. Realmente crearon un vínculo propio".

Todo en la existencia de Neville cambia cuando sus mensajes diarios emitidos por radio los oyen finalmente otras supervivientes: una mujer de nombre Anna, cuyo papel lo interpreta Alice Braga (se pronuncia A-lis), y un niño, Ethan, cuyo papel lo interpreta Charlie Tahan. Ambos aparecen inesperadamente cuando Neville ha caído en una trampa puesta por los Infectados. "Creo que al oír el mensaje de Neville es cuando Anna empieza que creer que hay esperanza, que hay gente ahí fuera en el mundo", relata la actriz Alice Braga, nacida en Brasil. "Este hombre está vivo, y Anna decide ir a salvarle, aún cuando los Infectados merodean por allí. Confiar en lo desconocido es lo que le impulsa a emprender su viaje de esperanza en la película. Necesitan establecer contacto y ser más fuertes al estar juntos".

Los cineastas eligieron a Braga por su actuación en la película "City of God", nominada para el premio de la Academia "Quedamos muy impresionados por su actuación en ‘City of God,’" dice Goldsman. "Alice tiene una belleza natural y transmite un evidente innato de compasión. En ella hay un brillo notorio: genera una sensación de bienestar que es importante porque Anna representa a la esperanza en la película. Le da a Neville una meta para lograr algo de nuevo y creo que Alice aporta esa cualidad a su personaje con gran autenticidad".

Durante muchos meses, Neville había estado intentando desesperadamente de encontrar supervivientes humanos, pero cuando encuentra a los dos primeros seres humanos que ha visto en varios años, el conflicto entre la necesidad de contacto humano y el miedo a ese contacto queda muy claro. "Al principio no está seguro de que estén realmente allí", dice Smith. "La noche anterior tuvo una horrible alucinación, por lo que no está seguro de lo que está viendo. Es su más profundo deseo, su mayor sueño, pero en el momento en que puede establecer ese contacto, experimenta un gran rechazo al mismo. Esa dicotomía es un maravilloso elemento psicológico para explorar como actor".

Braga demostró una gran intuición para el papel de Anna al dedicarse a investigar sobre supervivientes de distintos horrores, desde el Katrina hasta el Holocausto. "¿Cómo pueden continuar andando y viviendo las personas después de aquello?" propone. "Cuanto más leo, más comprendo que hay que tener esperanza. El personaje que interpreto tiene todavía confianza y esperanza en su interior aún después de lo que Anna ha visto. He aprendido mucho sobre la vida a través de esta búsqueda para Anna".

Neville queda impactado inmediatamente por la profunda fe de Anna incluso cuando se enfrenta a su propia amarga negación de una fuerza superior. "Anna siempre lucha para seguir", observa Braga. "Su deseo de sobrevivir y su esperanza en algo más le da ánimos, especialmente por lo que se refiere a Ethan, el niño. El personaje que interpreta Will es grande e importante; para él es más fácil sobrevivir que para una mujer y un muchacho. Cuando ella le encuentra, se da cuenta al contemplar su casa que sólo está luchando para sobrevivir, por lo que decide confiar en él y creer que él puede ser alguien con quien sobrevivir en ese mundo loco".

Con ocho años, Charlie Tahan se emocionó cuando fue elegido para el papel de Ethan, un joven superviviente que viaja con Anna. "Ethan es muy reservado porque su familia verdadera ha desaparecido y ha visto cosas realmente malas", dice Tahan. "Las calles están vacías y no hay nadie más por allí con excepción de los Infectados. Al principio no confía mucho en Neville. No está seguro de si Neville es malo o si es uno de los Infectados. Neville sabe que Ethan no confía en él, por lo que trata de hacerle reir. Aún cuando no estábamos en el plató, Will me hacía reir mucho", añade el joven actor, que dice que trabajar con Smith y Braga es "la experiencia de toda una vida".

Encontrar a Anna y Ethan y escuchar su increíble relato de supervivencia le da a Neville un toque de esperanza. Smith dice: "Es la clásica lucha humana entre la fe y la ciencia. Anna habla desde una clara perspectiva judeo-cristiana, pero las ideas de espiritualidad son universales. Todas las personas que pierden a seres queridos se hacen esas preguntas y pasan por etapas de creencia y falta de creencia y de temor y enojo con Dios…todo eso. Y en vista de las pérdidas que Neville ha soportado y las circunstancias de su vida, tiene toda la razón para preguntar qué clase de dios permitiría ese tipo de sufrimiento".