Documental que nos ofrece un detallado retrato de Daniel Johnston, un genio artístico y musical que pasó mucho tiempo desapercibido para el público.
El director Jeff Feuerzeig representa, en este documental, de manera brillante, un ejemplo de brillantez y locura a través de la figura de Daniel Johnston, un artista maníaco depresivo, megalómano, que tiene cambios bruscos que le hacen caer en picado.
Daniel Johnston fue un solitario adolescente de New Cumberland (EE.UU.), que empezó a mostrar evidentes signos de una enorme creatividad desde muy joven. Siempre grababa sus pensamientos, ideas e historias en cintas de cassette, y en películas de Super 8 que el mismo protagonizaba y en las que aparecía dando vida a diferentes personajes, en la línea de Peter Sellers. Además de sus numerosas grabaciones, también se dedicaba a dibujar cómics en el sótano de la casa de sus padres.
A pesar de todas estas ocupaciones, a los ojos de su familia, profundamente cristiana, Daniel no contribuía de manera productiva a la sociedad. Después de huir de casa y unirse a una feria, llegó a Austin (Texas) sólo y sin nada. Fue entonces cuando se centró en su carrera musical grabando temas folk en cintas que luego regalaba a sus fans, amigos y a los periodistas a principios de los 80. Con la ayuda de la próspera industria musical de Austin, Daniel consiguió una breve intervención en la MTV lo que le permitió convertirse en una incipiente estrella. Cuando comenzaba a hacerse famoso, sus demonios interiores empezaron a aflorar y a hacerse más evidentes en las letras de sus canciones y en sus dibujos.
Jeff Feuerzeig mezcla hábilmente imágenes actuales de Daniel con actuaciones antiguas, películas caseras y docenas de cassettes. Todo esto, unido a los testimonios de sus amigos y a las comprometidas declaraciones familiares, completan la historia de Daniel Johnston, pero serán sus canciones, entremezcladas a lo largo del metraje, las que mejor muestren la evolución de su apasionada, cautivadora e inolvidable historia.
Ahora, con 45 años, Daniel Johnston es visto como un prolífico artista visual. Gracias a su obra y a sus apariciones ha conseguido el reconocimiento y el elogio de la crítica internacional.
Ha grabado más de 10 albums y entre sus mayores fans se encuentran el líder de Nirvana, Kurt Cobain, quien a menudo fue visto vistiendo la camiseta de Daniel Johnston, The Flaming Lips, Sonic Youth, David Bowie, Tom Waits, The Butthole Suffers, Yo La Tengo, Matt Groening, y una larga lista de conocidos nombres de la industria.
The Devil and Daniel Johnston es un retrato de locura, creatividad y amor que nos acerca la historia de un genio atormentado, maniaco depresivo, cantante y compositor.