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  Las consecuencias del amor  (Le Conseguenze dell'amore)
  Dirigida por Paolo Sorrentino
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Notas de producción
Estaba en Sao Paolo, Brasil. En un hotel de cinco estrellas. En un bar todo forrado de madera que hubiera quedado muy bien si hubiésemos estado en el Tirol, pero estábamos en Brasil. Cuarenta grados en la calle. A menudo iba al bar y como un reloj siempre me encontraba a un hombre de unos cincuenta años, con barba y tripa, tomando una cerveza. Era elegante y europeo. Un hombre de negocios. Tras la puerta estaba Brasil, pero él ni se había dado cuenta. Miraba con cara de aburrido la cerveza, la televisión, esperando quien sabe qué reunión de trabajo. O al menos eso es lo que yo veía.

Así llegó la idea para hacer este trabajo, de la mera observación. Llegó con una simple curiosidad que se convirtió en algo obsesivo: ¿qué es lo que los hombres de negocios hacen cuando están en los hoteles? ¿En qué piensan cuando están en silencio, con la mirada perdida en esos bares tan hostiles? Observando obtuve la respuesta a ésta y a otras preguntas.

Me imaginé un personaje con una vida robada. Este personaje tenía una sospecha de esas que todos hemos tenido alguna vez: algo o alguien nos ha robado nuestra propia vida, aunque no lo tenemos muy claro ya que nuestra vida se presenta a veces como algo totalmente diferente a lo que pensábamos que era.

Mientras tanto devoraba ensayos sobre la Cosa Nostra y mi compañero no paraba de bromear y de decir que ya era hora de que volviera a leer novelas. Pero no podía. Mientras leía estos ensayos me di cuenta que la Cosa Nostra Americana era insignificante comparada con la Cosa Nostra siciliana. El crimen en Sicilia en realidad era el que dominaba el mundo. El arte americano explotaba al máximo su imaginación con respecto a la mafia americana, haciendo que surgieran verdaderas obras de arte. Sin embargo éramos los italianos los que mucho más a menudo nos plantábamos con los pulgares hacia arriba, recordando con este gesto quienes eran los buenos y quienes los malos. Aunque ellos ya lo sabían.

Así que decidí, ¿por qué no cambiar el punto de vista? No sería fácil pero lo intentaría. Me sumergí en la idea muy lentamente y con mucho cuidado. Mi hombre de negocios enterrado en un hotel dejó de ser un hombre de negocios y se convirtió en alguien relacionado con la Cosa Nostra. No un mafioso si no un partidario, con un pie dentro y otro fuera. Eso me permitió reflejar por un lado el miedo que existía a la asociación mejor organizada del mundo y por otro lado cuales eran sus reglas y su mecanismo interno. Hay muchas organizaciones de este tipo, muy complejas y estructuradas. La Mafia trabaja demasiado bien y durante mucho tiempo para ser un acto basado en puros instintos primordiales.

La Mafia es muy disciplinada. Suiza es muy disciplinada. Un hotel es muy disciplinado. Titta Di Girolamo vive dentro de la jaula que estos tres entornos forman. No puede hacer otra cosa más que ser disciplinado. En situaciones como ésta siempre aparece el rey del desorden: el amor. Pero para alguien completamente rodeado por el orden, incluso algo un poco menos desordenado hubiera sido suficiente. La simple “posibilidad” de que apareciera el amor podría hacer que explotara la jaula. Aquí aparece una joven, muy normal, pero que hace que todo explote.

El amor se vive y se supera a través de una transición dolorosa, mientras que la simple idea de un amor imposible tiene otro tipo de consecuencias. La melancolía, por ejemplo. Pero nuestro Titta Di Girolamo no tiene imaginación y si no hay imaginación no hay sitio para la melancolía y por tanto la vuelta al orden que había antes no es posible. Y ante la ausencia total de melancolía, que al fin y al cabo es una via de escape, las cosas se vuelven trágicas.

Estas son las consecuencias del amor.

Premios
David de Donatello 2005
Premios
Mejor Actor: Toni Servillo
Mejor Fotografía: Luca Bigazzi
Mejor Director: Paolo Sorrentino
Mejor Película: Domenico Procacci - Nicola Giuliano - Paolo Sorrentino

Nominaciones
Mejor Guión: Paolo Sorrentino
Mejor Montaje: Giogio Franchini
Mejor Música: Pasquale Catalana
Mejor Productor: Domenico Procacci - Nicola Giuliano
Mejor Sonido: Emanuele Cecere - Daghi Rondanini
Mejor Actor Secundario: Raffaele Pisu

Premios de la Crítica Italiana 2005
Premios
Mejor Actor Protagonista: Toni Servillo
Mejor Fotografía: Luca Bigazzi
Mejor Actor Secundario: Raffaele Pisu

Nominaciones
Mejor Director: Paolo Sorrentino
Mejor Montaje: Giogio Franchini
Mejor Guión Original: Paolo Sorrentino
Mejor Productor: Domenico Procacci
Mejor Música: Pasquale Catalano

Premios del Cine Europeo 2005
Nominaciones
Mejor Director : Paolo Sorrentino
Mejor Actor: Toni Servillo

Paolo Sorrentino (El director)
Nació en Nápoles en 1970. En 1994 escribió y dirigió su primer corto titulado Un Paradiso, finalista en el Festival de Cine de Palermo de 1995. Dos años más tarde escribió junto a Antonio Capuano, el film Polvere di Napoli, dirigido por el propio Capuano junto con Silvio Orlando. En 1997 ganó el premio Solinas por un guión titulado Napoletani y en 1998 escribió, junto a Humberto Contarello, una película titulada La Voce dellŽAmore. Ese mismo año escribió y dirigió un corto titulado LŽamore non ha Confini, producida por Indigo Film. Este corto competió en el Festival de Cine de Turín entre otros y ganó premios como el del Mejor Corto en el Quinto Festival Corto Circuito.

Escribió varios episodios de “La Squadra” para la Televisión Italiana, hasta que se adentro en el mundo del largometraje con LŽUomo in Piú, galardonada con el premio “Made in Italy – Rai Internacional” de los premios Solinas en 1999. Esta película se presentó en competición oficial en el Festival de Cine de Venecia 2001 y recibió un gran reconocimiento tanto en Italia como fuera del país obteniendo premios como el Grolla de Oro al Mejor Guión y al Mejor Actor para Toni Servillo, el Nastro dŽArgento al Mejor Trabajo Nobel, el Ciak de Oro al Mejor Guión, el premio Amidei al Mejor Guión, el premio Casa Rossa del Festival de Bellaria, el Dolly de Oro Guiseppe de Santis del Festival de Turín, el premio Linea dŽOmbra del Festival de Salerno y el premio del Jurado del Festival de Buenos Aires.

En 2001 escribió y dirigió el corto La Notte Lunga presentado en el Festival de Cine de Turín.