Tom Fernandez debuta con esta película en el largometraje, tras una prolija carrera como guionista en serie de televisión como "7 Vidas" y "A medias", y la dirección de algunos cortos.
Memoria del director
La Torre de Suso es mi primera película como director, y me temo que no voy a entrar en la leyenda del cine. No he tenido que vender mi sangre para comprar el negativo ni los actores eran mis amigos del barrio.
He hecho mi primera película tal y como yo quería, donde yo quería, con los actores deseados y con el apoyo incondicional de Mediapro, que cuidó el proyecto de una forma exquisita desde el desarrollo del guión hasta el montaje definitivo. Así que me temo que mi incorporación al mundo del cine español es más propia de un rico heredero que de un cineasta independiente.
Pude hacer lo que supongo que todo director de cine, novato o no, desea: Estar arropado por un buen equipo y dedicarse a contar una historia con calma y disfrutando del trabajo con los actores.
La torre de Suso es el resultado de ese trabajo, y creo que entre todos conseguimos hacer la película que yo tenía en mi cabeza: Una comedia para que los espectadores pasen un buen rato en el cine. Ni más
ni menos.
La historia trata de las andanzas de una pandilla de amigos de la cuenca minera asturiana que ya rondan los cuarenta y, que ante la muerte de uno de ellos, se ven obligados a enfrentarse a sus fantasmas, pasados y presentes, y recordar por qué eran amigos. De eso va La torre de Suso, de recordar: De recordar quién eres, de dónde eres, por qué quieres a tus padres o qué tenía de bueno enamorarse. A veces nos olvidamos de las cosas más simples de la vida, precisamente las que la hacen más divertida y emocionante.
No sé cómo son los demás rodajes, yo el de La Torre de Suso lo disfruté desde el primer día hasta el último. Y mucha culpa de eso la tienen los actores; Javier Cámara, Gonzalo de Castro, Malena Alterio, Emilio Gutiérrez Caba, Mariana Cordero, César Vea, Jose Luis Alcobendas y Fanny Gautier, que tuvieron un comportamiento profesional y humano tan generoso que lo hicieron todo más fácil, sobre todo para un director novel.
Espero que los espectadores también se unan a pasar un buen rato con La torre de Suso y se diviertan tanto viéndola como nosotros haciéndola.