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  Todos estamos invitados  Dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón
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Comentarios del director

Un "deber ciudadano"
En el caso de esta película he tratado de dejar a un lado mis ideas autorales y mi manera de contar las cosas, que es más metafórica y más ambigua, porque el tema que iba a tratar exigía afrontar la realidad, pero una vez terminada la película me he dado cuenta de que esa renuncia tampoco resulta tan evidente, porque, al final, el estilo es el carácter y aflora casi sin pensarlo.

La realidad del País Vasco es múltiple y cambiante, pero tiene una constante, la muerte, y ése era el tema sobre el que quería dar testimonio con esta película. Lo que es la vida y la muerte en el País Vasco. Quería dar testimonio de todos estos años en el País Vasco.

Empecé a pensar que tenía que hacer esta película cuando estaba rodando Visionarios. Mi médico me hizo una visita amistosa y fuimos a comer a un pueblecito de Álava, en el local la puerta estaba abierta y el dueño nos dijo que la dejáramos. Dijo: “No se preocupen, aquí no pasa nada. Eso sí, cuando pasa, pasa”. Eso resume la cosa.

En esta película, el papel de la gastronomía no responde en absoluto a una especie de sello de autor. Las sociedades gastronómicas y la comida son muy importantes en el País Vasco. Ha habido varias personas asesinadas durante una cena. Por eso es algo muy presente en la narración. Es algo motivado porque las sociedades gastronómicas están muy presentes en la vida social vasca.

Hacer una película así no es fácil, porque siempre se van a quedar cosas fuera. Ahí están los asesinatos, los amenazados, las víctimas, los rencores, la policía... Por eso una de las tácticas que he empleado es la de no decir nunca la época en que suceden las cosas, porque así podía meter cosas de distintos momentos.

El País Vasco y el silencio
Una de las cosas que más me impresionaron, más allá de los asesinatos y los amenazados, que es el tema principal de la película, es el hecho de mirar para otro lado. En el franquismo, la iglesia, los jueces... también miraron para otro lado. Lo que pasa hoy en el País Vasco me recuerda mucho a la situación que yo viví en el franquismo, cuando había gente que pensaba y te decía que, si no te metías en el problema, no te pasaría nada. Con esta película he revivido mis propias experiencias con el franquismo. Por eso, la gente que mira para otro lado aparece tanto en la película. Hoy, en el País Vasco, hay silencio y lo que ha ocurrido es que los amenazados se han convertido en un elemento más del paisaje. Si no existiera el miedo, no obrarían así.

Algunas personas de allí, sobre todo profesores universitarios, leyeron el guión y me dijeron que era injusto, porque ellos sí eran solidarios con sus compañeros amenazados por ETA. Otros profesores, personas amenazadas, sin embargo, me hablaban de su absoluta desolación. Me contaban lo humillante que era tener que dar clase con escoltas y me decían que eso era la prueba de que no existía esa solidaridad. Uno de los profesores cuando estábamos rodando allí se asustó porque pensó que era verdad. La gente de San Sebastián se acercaba y me daba las gracias por la película. Tengo que decir que jamás nadie me hizo un reproche justamente por eso, por hacer esta película.

El miedo
Hubo técnicos y actores que se negaron a hacer la película por miedo. Sólo me decían: “Manolo, yo vivo aquí”. Por eso quiero rendir homenaje a los que viviendo allí sí quisieron trabajar en la película y están en ella. Por lo demás, el rodaje fue tranquilo y hubo colaboración discreta de las autoridades y de los ciudadanos.

La memoria
El personaje del etarra que sufre amnesia está basado en un hombre real, una historia que me contó Bandrés de un etarra al que durante un atentado cometido contra camiones franceses le hirió la Guardia Civil. Como consecuencia de ello perdió la memoria. Me pareció muy interesante desde el punto de vista narrativo, personal y como metáfora. Ese hombre ya murió y yo me lo he traído a esta época. La amnesia me ha valido para hacer un poco más entrañable al personaje y no tener que hacer simpático al personaje de un etarra en activo. El público puede desarrollar cierta simpatía por él. Cuando Óscar Jaenada me preguntaba si sabía o no, si recordaba o no, yo le decía que de todo un poco. Clínicamente, sí era verdad, había perdido la memoria, pero también había querido perderla.

Oportunidad
La película será vista por el público desde el punto de vista de lo que esté pasando en la calle, no sólo verán lo que cuenta la película. TODOS ESTAMOS INVITADOS se inventó antes de la tregua, se preparó durante la tregua y el primer día de rodaje se produjo el robo de las pistolas en Francia. Entonces ya comprendimos todos los del equipo que estábamos ante una tregua dudosa. Durante el rodaje, además, se produjeron todas las manifestaciones en la calle por De Juana Chaos. Y al final del rodaje la tregua saltó por los aires. La película ha atravesado todas esas situaciones políticas, pero la película siempre es la misma.

Sobre todo me dijeron que no era oportuna hacerla durante la tregua. Pero la película no tiene por qué depender de lo que pase en el País Vasco. Los amenazados están ahí, los atentados, también... aunque ¡ojalá dejen de estar ahí!

He intentado mojarme, caer en todos los charcos y meterme en todos los sitios donde no debía. No he intentado para nada hacer una película políticamente correcta. Los políticos deben ser muy correctos, de hecho la corrección en ellos me parece que es un hecho muy positivo, pero yo tenía que ser justo lo contrario y decir todo lo que los políticos no pueden decir. Los políticos no pueden reprochar a la sociedad vasca que mire para otro lado, pero a mí no se me puede pedir que la película sea lo que los políticos desean que se diga.




Manuel Gutiérrez Aragón (director y coguionista)
Nacido en Torrelavega, Cantabria, cursó estudios de Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid y en 1970 se graduó como realizador en la Escuela Oficial de Cinematografía de Madrid.

Filmografía
1973 - Habla, mudita
Premio de la Crítica Internacional, Festival de Berlín
Finalista para el Oscar a la Mejor Película en Lengua No Inglesa
1977 - Camada negra
- Oso de Plata a la Mejor Dirección, Festival de Berlín
- Sonámbulos
- Concha de Plata a la Mejor Dirección, Festival de San Sebastián
1978 - El corazón del bosque
- Mejor Película Española del Año
1980 - Maravillas
- Hugo de Plata, Festival de Cine de Chicago
1982 - Demonios en el jardín
- Premio de la Crítica Internacional, Festival de San Sebastián
- Premio France 3, Quincena de Realizadores de Cannes
- Premio de la Crítica, Festival de Cine de Moscú
- Premio David de Donatello
- Mejor Película, Asociación de Críticos de Nueva York
1983 - Feroz
Seleccionada para la sección Un Certain Regard, Festival de Cine de Cannes
1984 - La noche más hermosa
- Festivales de Montreal, Miami, Chicago y Cannes
1986 - La mitad del cielo
- Concha de Oro, Festival de San Sebastián
- Mejor Película, Festival de Sydney
- Mejor Película, Festival de Nantes
1988 - Malaventura
1991 - Don Quijote (para televisión)
- Premio de Eurovisión
- Gran Premio, Festival de Cine de Cannes
1994 - El rey del río
- Festival de Berlín
1997 - Cosas que dejé en La Habana
- Espiga de Plata, Seminci de Valladolid
2001 - Visionarios
2002 - El caballero don Quijote
- Premio Ciudad de Roma, Festival de Venecia 2002
2003 - La vida que te espera
2005 - Una rosa de Francia
2007 - TODOS ESTAMOS INVITADOS

Ha participado en la escritura de numerosos guiones, entre los cuales podemos destacar los de las películas Las truchas (1974), de José Luis García Sánchez, que recibió el Oso de Oro del Festival de Cine de Berlín; Furtivos (1975), de José Luis Borau, que obtuvo la Concha de Oro del Festival de San Sebastián; o Las largas vacaciones del 36 (1975), de Jaime Camino.