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  Viaje a Darjeeling  (The Darjeeling Limited)
  Dirigida por Wes Anderson
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Viaje a Darjeeling cuenta con un guión de Anderson & Roman Coppola & Jason Schwartzman. En el reparto, junto a Wilson, Schwartzman y Brody se encuentran Anjelica Huston, Amara Karan, Wally Wolodarsky, Camilla Rutherford e Irrfan Khan. La película está producida por Wes Anderson, Scott Rudin, Roman Coppola y Lydia Dean Pilcher y el productor ejecutivo es Steven Rales.

El equipo incluye además el cámara Robert Yeoman ASC (LIFE AQUATIC, LOS TENENBAUMS: UNA FAMILIA DE GENIOS), al diseñador de producción Mark Friedberg (LIFE AQUATIC, LEJOS DEL CIELO), la diseñadora de vestuario, ganadora de un Oscar, Milena Canonero (MARIA ANTONIETA, LIFE AQUATIC) y al editor Andrew Weisblum (BROKEN ENGLISH).


Acerca del argumento
Viaje a Darjeeling proviene de tres intereses de Wes Anderson: los trenes, la India y los hermanos. Anderson ya había retratado las a menudo simultáneamente divertidas y calamitosas vicisitudes de las relaciones amorosas y familiares en un ambiente escolar en RUSHMORE, el hogar de ex genios en LOS TENENBAUMS: UNA FAMILIA DE GENIOS y la vida bajo cubierta de un barco de exploración marina en LIFE AQUATIC.

Ahora con Viaje a Darjeeling, sitúa la acción de un reencuentro entre tres hermanos separados en el que tal vez sea el sitio más intrigante hasta ahora: a bordo de un tren por los desiertos de Rajastán que lleva a los traumados hermanos por vastas llanuras extrañas, tanto en lo físico como en lo emocional.

"Siempre quise hacer una película en un tren porque me atrae la idea de una localización en movimiento. Así avanza a medida que avanza la acción", cuenta Anderson. "Ya hice una película en un barco".

Los trenes han inspirado a los cineastas desde los primeros días del cine. En 1895, la pionera película de 50 segundos de los hermanos Lumiere LLEGADA DE UN TREN aterrorizó a los espectadores que nunca antes habían visto una imagen lanzada contra ellos. En 1903, Edwin S. Porter creó la primera película narrativa con EL GRAN ROBO A UN TREN. Y desde entonces, desde la sofisticada ASESINATO EN EL ORIENT EXPRESS hasta el caos de QUÉ NOCHE LA DE AQUEL DÍA , los trenes han sido un medio para proyectar cinéticamente a todo tipo de personajes en todo tipo de viajes.

Los trenes que llamaban la atención de Anderson, sin embargo, no era sólo cualquier locomotora, sino los que cruzan el país más vivo alrededor del tren del mundo, la capaz y explosivamente creciente nación de la India, con su excitante tapiz de color y cultura, belleza y absurdo, pobreza y espiritualidad.

Anderson nunca había estado en la India antes de concebir la película, pero durante mucho tiempo había estado enamorado del paisaje que aparecía en la pantalla en algunas de sus películas favoritas, especialmente la visualmente sorprendente EL RÍO, de Jean Renoir, una historia intemporal situada en los bancos del Ganges, y las emocionales películas del maestro indio Satyajit Ray. La idea de trasladar su propia sensibilidad cómicamente agridulce a un mundo tan dispar del suyo propio le intrigaba.

Así fue como las tres ramas de estas historias comenzaron a trenzarse, y Anderson se encontró preparando su búsqueda de tres hombres en la India. "Decidí que me gustaría hacer una película en la India, decidí que gustaría hacer una película en un tren y pensé que me gustaría hacer una película acerca de tres hermanos", afirma Anderson. "Luego les pedí a mis amigos Jason Schwartsman y Roman Coppola que se unieran a mí en el guión de la película y nos fuimos todos a la India".

Antes de la India, Anderson, Schwartzman y Coppola comenzaron a escribir mientras los tres se encontraban viviendo temporalmente en París. Jason Schwartzman recuerda que este proceso comenzó de manera informal, aunque pronto se convirtió en una odisea. "Sé que esto suena trillado y pintoresco, pero empezamos a escribir gran parte del guión en pequeños cafés franceses de madrugada", rememora Jason. "Luego, en algún momento Wes dijo: ya sabes, tal vez sería mejor si nos fuéramos a la India. De modo que allí nos fuimos en marzo de 2006 y ahí fue cuando comenzamos a participar en el quid de lo que estábamos escribiendo".

Gran parte de la inspiración inicial sobre los personajes vino de las relaciones personales y de las experiencias de viaje de los propios Anderson, Schwartzman y Coppola, señala este último. "Terminamos compartiendo cada uno experiencias personales y germinando parte de las ideas centrales del argumento", explica Roman.

De esta manera nacieron los tres hermanos Whitman que se embarcaron hacia la India un año después de enterrar a su padre, aparentemente sin volver a hablar unos con otros nunca más. Es Francis, el mayor, el que reúne a los dispares hermanos después de un accidente de motocicleta casi mortal que lo había dejado cubierto como una momia, lleno de vendajes en la cabeza. Afirmando que sus hermanos fue lo primero que le vino a la mente al volver a la vida después de su accidente, Francis preparó detalle a detalle un cuidadoso itinerario con la idea de llevar a sus hermanos en esta antigua tierra de iluminación, a una epifanía espiritual total, o por lo menos a que estuvieran un poco más juntos.

Mientras tanto, Peter, el hermano mediano por edad, llega lleno de ansiedad como hombre que va tener un hijo con la mujer de la que siempre pensó que se divorciaría; y el pequeño Jack, el niño de la familia y un escritor que basa sus personajes "ficticios" en todo lo que le sucede a él, llega la India todavía tan obsesionado con la ex novia que ha dejado en París, que no puede dejar de escuchar indiscretamente su contestador, del que aún mantiene el código.

Anderson, Schwartzman y Coppola se llevaron a estas personas con ellos en su propio viaje a la India, lo que cambió todo; el humor elegiaco, la zumbante energía y el evocador ambiente del país introduciéndose por ósmosis en las hilarantes aventuras de la historia de estos hermanos.

"No se parece a ningún otro lugar, de verdad", cuenta Anderson de la India. "Es un sitio en el que muchos aspectos de la vida diaria son tan radicalmente distintos a los nuestros que al final afectó realmente al guión. Aun cuando el 90 % del argumento trata de Francis, Peter y Jack negociando, discutiendo e intentando comprenderse unos a otros, creímos que era muy importante que tales conversaciones tuvieran lugar en las vías del tren, realmente viajando por este antiguo país".

Mientras los tres escritores experimentaban el país por primera vez, comienzan a sucederse muchos de los cómicos contratiempos, desde el abigarrado tren, tipo UNA NOCHE EN LA ÓPERA, al choque de culturas en el que los turistas se encuentran con tradiciones espirituales.

"Obtuvimos un montón de ideas en la India, cosas que nunca podrías crear o imaginar, quiero decir, momentos maravillosos realmente dignos de ser capturados de una u otra manera", afirma Schwartzman. "El tren y la India sí que se convirtieron en personajes. La interacción resulta muy interesante puesto que al principio la India queda muy al fondo, como algo desdibujada debido a que estos tres tíos están sumergidos verdaderamente en su propio mundo, incluso en este país extranjero. Pero luego, la India y los hermanos se ven obligados a encontrarse y los hermanos se acercan cada vez más al tipo de experiencia que buscaban".

Coppola añade, "Creo que todos esperamos que el espíritu vibrante, caótico que encontramos en la India, y que los hermanos encuentran en la India, se aprecie en toda la película".

Cuando la productora Lydia Dean Pilcher, cuyas producciones incluyen la aclamada película basada en la India EL BUEN NOMBRE, del director Mira Fair, recibió el guión acabado, se echó un poco para atrás, en el buen sentido. "Yo había oído que Wes estaba haciendo una película sobre un viaje en tren en la India y mi primer pensamiento fue, ¿un documental?", recuerda ella. "Sentía mucha curiosidad y cuando leí el guión me encontré con esta apasionante historia de tres hermanos que se habían ido cada uno por su lado después de la muerte de su padre y que nunca resolvieron los problemas que había entre ellos, y ahora de repente se unen en la India".

A Pilcher le encantó el argumento, pero se entusiasmó mucho más cuando vio el enfoque que planeaba darle Wes. "Wes me dijo que quería hacer esta película de una manera totalmente diferente a cualquier cosa que se hubiera hecho antes", explica ella. "Él deseaba abandonar las tradicionales trampas de hacer una película y ralentizar el proceso. Por tanto deseaba que los actores realizaran su propio maquillaje, y que se vistieran por la mañana y que intentaran de verdad crear un ambiente en el que los personajes funcionaran en este mundo ficticio como si fueran personas reales que hacen este viaje. Fue una idea difícil de resistir"

Esa idea irresistible se convertiría en algo intrínseco del estilo distintivo de Oriente-Occidente de la película. "Una vez que ya estábamos rodando, nos dimos cuenta de que el proceso era parte del relato y que este tipo de energía y ambiente cinéticos en el que nadie sabía lo que iba a suceder a continuación, formaba parte de la visión creativa de Wes para la película", declara Pilcher. "Eso fue lo que marcó la pauta".

Efectivamente, Anderson crearía una especie de yin y yan en toda la producción, manteniendo al mismo tiempo todo prolijamente coreografiado y diseñado tal como él deseaba, y sin embargo manteniéndose totalmente abierto a la mutilación, comedia y belleza completamente espontáneas que la India puede proyectar. Esto es, dice Roman Coppola, lo que realmente da al argumento su notable capacidad de marcar lentamente su impronta en la piel de los espectadores, dejando una duradera impresión de la experiencia interior de los personajes.

Coppola resume, "Todo el espíritu que subyace en la película era poner a estos personajes en el tren para luego sumergirse rápidamente en el caos, para rodar por el suelo con los golpes y dejar que siempre sucediera lo inesperado".


Wilson, Schwartzman y Brody acerca de sus personajes
Viaje a Darjeeling arranca cuando Francis Whitman, siguiendo sus roces con la muerte, arrastra a sus dos hermanos menores, con los que no habla desde hace un año, a la India en un viaje de reconciliación, un viaje que él espera, tal vez contra el buen juicio, que traiga un despertar espiritual muy necesario para sus relaciones de familia.

Para interpretar a los tres hermanos, Wes Anderson buscó a tres actores de primera línea con una afinidad única entre ellos, y que sin embargo también sirven de delicioso contraste a los temperamentos de cada uno. Al igual que los Whitmans, el tranquilo, retorcido Owen Wilson aporta la intensidad a punto de estallar de Adrien Brody y la comecidad extrañamente venenosa de Jason Schwartzman con una especie de sentimiento familiar orgánico.

En su papel como Francis, el hermano mayor algo imperioso, Owen Wilson aparece como nunca antes se había visto en la pantalla: dolorosamente vulnerable, con la mayor parte de la cara vendada, cubriendo los puntos y las cicatrices de su reciente accidente de moto, y cojeando con un bastón en un frágil estado de búsqueda desesperada.

El aspecto físico de Francis, tan clave para su personaje, fue desarrollado por Wes Anderson después de ver una imagen imposible de olvidar. "Vi a un tío en la Basílica de San Pedro en Roma con una chaqueta de moto con la cara cubierta de vendas. Llevaba almohadillas de espuma a un lado de la cabeza, con los ojos totalmente negros, mientras caminaba por el lugar algo aturdido y asustado, con lágrimas en sus ojos. Realmente te parece que esta persona ha pasado por algo horrible y no puedes dejar de mirarlo; y ésa fue la verdadera inspiración para el personaje de Owen en la película".

La colaboración de Anderson y Wilson data del principio de sus carreras, cuando ambos escribieron a medias el debut de Anderson como director, el éxito independiente BOTTLE ROCKET, que además lanzó la carrera de Wilson como estrella de la pantalla. Wilson pasó a escribir con Anderson RUSHMORE, en la que Wilson también se unió al reparto. Hace poco Wilson se unió a Anderson con un papel en LIFE AQUATIC.

Cuando Anderson envió a Wilson el guión de Viaje a Darjeeling, reaccionó inmediatamente al argumento. "Ya sabes, yo provengo de una familia de tres chicos y me pareció que capturaba la dinámica de la manera de ser de los hermanos entre ellos. Resultó muy divertido y algo triste también", cuenta acerca del guión.

En cuanto a Francis, a Owen le gustó inmediatamente su sobrecogedor sentido de la responsabilidad. "Francis se ve realmente a sí mismo como el único que intenta mantener a la familia unida", afirma. "Ya sabes, debido a que nuestro padre está muerto, nuestra madre está "ausente sin permiso", Francis se encuentra realmente trastornado, Jack sale de una mala relación y Peter tiene problemas con su mujer; para la mente de Francis esto constituye una verdadera emergencia y tiene que conseguir que su familia vuelva al camino. Así que se une a sus hermanos en esta gran aventura en la India, y tiene la loca idea de que van a experimentar un viaje espiritual., tanto si les gusta como si no".

Por supuesto, las cosas no salen exactamente como Francis y su asistente han planificado con tanto cuidado en sus rígidos itinerarios, ni mucho menos. "El argumento me recuerda a una de esas vacaciones familiares de las que formabas parte de niño y en las que todo terminaba en desastre", dice pensativamente Wilson. "Aun cuando se supone que estamos pasando por esta bendita experiencia espiritual, no podemos superar las discusiones que nos han mantenido alejados durante tanto tiempo, para empezar". Esto, a su vez, lleva a Francis a hacer lo único que nunca hubiera intentado por sí mismo, dejarse llevar un poco. Wilson continúa, "Francis es el tipo de persona que piensa que si vas a pasar por una experiencia espiritual, tienes que esforzarte de verdad. Resulta cómico, desde luego, ya que no puedes aproximarte a ese estado espiritual con esa clase de determinación metódica, pero a pesar del propio Francis, cada uno de ellos tiene una especie de experiencia espiritual".

Wilson destaca que una de las cosas que ayudó a que se produjera el realista sentimiento de una familia que se lleva bien entre los tres actores fue en realidad estar ellos mismos en un tren en la India, tan lejos de cualquier cosa que pudiera parecerse al hogar. "Rodar en un país y en una cultura tan diferente nos afectó a todos y ayudó a que todos estuvieran en la misma sintonía", afirma él. "Ya te puedes imaginar, en el tren no había posibilidad de escaparte a tu trailer o de volver a casa por la noche y ver la ESPN, así que realmente nos llegamos a conocer muy bien. La gente siempre establece lazos en los platós, pero parece haber sucedido algo particularmente fuerte en este caso. Estar en la India casi obliga a todos a ser verdaderamente una familia".

El principal rival de Francis es Peter, el hermano del medio de la familia Whitman, quien a primera vista parece ser el más estable de los tres hermanos, casado y con un niño en camino. Pero él, también, se encuentra en una encrucijada y no le apetece hablar de ello. Para interpretar a Peter con la mezcla justa de reticencia y fuego, Anderson eligió a Adrien Brody, el versátil actor que pasó al primer plano por su notable papel, ganador de un Oscar, de un músico que intenta sobrevivir en la Polonia ocupada por los nazis, en la película de Roman Polanski EL PIANISTA. Después de convertirse en un estrella importante de la pantalla, a Brody se le ha visto últimamente protagonizar al guionista Jack Driscoll en el aclamad remake de Peter Jacson KING KONG.

El único de los tres que no había trabajado con Anderson antes, Brody aprovechó la oportunidad. "Cuando me llamaron para decirme que Anderson quería conocerme, fue una muy buena noticia puesto que yo había sido un gran fan suyo", cuenta Brody. "Lo que me encanta de Wes es que es un joven cuya perspectiva es verdaderamente la de alguien de nuestra generación". Luego Brody leyó el guión y quedó aún más intrigado todavía. "Creo que la belleza de la trama es que tienes a estos tres tíos pasando por un rollo relativamente doloroso, pero tratado de una manera muy cómica y maravillosamente rara. Pone de manifiesto un punto de vista hermoso y más ligero en la resolución de los problemas a los que todos nos enfrentamos en la vida".

Brody disfrutó especialmente con el personaje de Peter, que aparece en la India haciendo alarde de las posesiones que su padre le dejó, aunque claramente sin ocuparse de la profundidad de su pena. "Sabía que sería divertido como actor interpretar un personaje con esta clase de perspectiva sesgada", confiesa Brody. "Peter es un hombre que busca respuestas. Creo que todos buscamos respuestas y algunas veces las encontramos y otras nunca aparecen y eso es también lo que ocurre en esta historia. Como hermano mediano, Peter lucha constantemente por su independencia. Pero, al mismo tiempo, Peter está en ese momento de su vida en el que se encuentra en una situación que desea evitar a toda costa. Siente rechazo por todo, por lo que hacer el viaje a la India le viene muy bien. Pero de lo que no se da cuenta es de que el viaje le va a obligar a enfrentarse a sus asuntos y a la relación con sus hermanos".

Una vez en el plató, Brody asegura que el sentimiento de familia era palpable. "Se produce esta química que puede ocurrir cuando las personas son realmente auténticas y tranquilas y consigues ese natural sentido de camaradería y amistad, y eso es lo que sucede en esta película". Fue apasionante para todos nosotros, y Wes era el cuarto hermano en cierto sentido. Somos todos tan parecidos en aspectos intangibles, que resulta un tanto raro".

Muy acostumbrado a sumergirse profundamente en la realidad de sus papeles, Brody también recibió de muy buena gana el enfoque existencial del rodaje. "Todo lo que se ve en la película pasa en la realidad, cuando nos ves helándonos de frío en un río de la India, es que estamos helándonos de frío en un río de la India, no en algún lugar de Colorado. Creo que eso de verdad te ayuda a ponerte literalmente en los zapatos de tu personaje porque te sientes muy inmerso en ese ambiente".

Efectivamente, Brody cree que es el ambiente de la India, tanto como sus hermanos, lo que al final ejerce un efecto que desarma tanto a su personaje. "Peter entra en contacto con tanta vida en la India que en cierta manera lo despierta", observa Brody. "Quiero decir que la cuestión acerca de la India es que la vida es muy precaria y cualquier sitio al que te giras ves a gente a punto de morir o una belleza extraordinaria y existe esa especie de fluidez en todo, y yo creo que el rechazo de Peter le ha impedido experimentar esta parte de la vida, hasta que va a la India".

En una de las escenas más conmovedoras de la película, Peter se enfrenta a la posibilidad real de morir y de sufrimiento por su accidente. "Rodar esa escena fue bastante fuerte", dice Brody acerca del funeral que tiene lugar en el pueblo en el que los hermanos son invitados de lujo. "Es un momento muy devastador para Peter, pero dentro de esa congoja aparece un momento de aprecio por la vida y por alimentarla".

Para Brody, la capacidad de Anderson de combinar los momentos más destructivos con los más absurdos en un tapiz vital singular, es la clave del tono del argumento. "Wes tiene una interpretación muy específica, aunque extraña, de la vida, por lo que la secuencia de sucesos de esta película los hace cómicos, aun cuando lo que los hermanos están experimentando no sea ninguna broma", observa Brody. "En cierto sentido, somos hombres más o menos rectos en una situación divertida".

Pero eso no resultó necesariamente sencillo para Brody. "En la escena del río, la manera de Wes de dirigirme era básicamente todo lo contrario a lo que yo haría normalmente, lo opuesto a estar muy presente, y bloqueando algo las emociones y ser práctico. Así es como yo reaccionaría personalmente. Pero resulta casi más triste porque ves la incapacidad del personaje para hacerse cargo de lo que pasa".

Por último nos queda el menor, el más pequeño, y tal vez el más conseguido de los hermanos Whitman: Jack, el escritor que ha utilizado a la familia como materia prima para sus novelas y cuentos cortos. Estaba claro desde el comienzo que el co-guionista Jason Schwartzman era perfecto para interpretar al personaje.

La relación de Schwartzman y Anderson se remonta a tiempo atrás, comenzando su colaboración con la película que llamaría la atención internacional sobre ambos: RUSHMORE, en la Schwartzman interpreta a Max Fischer, el rebelde y decidido estudiante de 10º grado de la academia de elite Rushmore que lucha con Bill Murray para hacerse con los afectos de una atractiva profesora de primer grado. Schwartzman continuaría con su carrera trabajando en películas tales como CQ, SLACKERS, EXTRAÑAS COINCIDENCIAS, SHOPGIRL de Roman Coppola y, más reciente, interpretó a Luis XVI en MARÍA ANTONIETA, pero estaba loco por trabajar otra vez con el director que le dio su primera posibilidad y que se convirtió en amigo íntimo.

"Siempre veré a Wes como mi mentor, alguien a quien respeto y aprecio mucho", dice Jason. "Resulta maravilloso trabajar con alguien en quien crees realmente, y con Wes, estoy muy contento de ponerme en marcha e intentar hacer el mejor trabajo que pueda". Habiendo pasado tanto tiempo reflexionando sobre los personajes, Schwartzman tiene debilidad por Jack. "Lleva bigote, no usa zapatos y tiene grandes, grandes sueños. Realmente es un buen tío pero creo que aún le hace falta crecer un poco", observa Jason.

Siendo uno de los guionistas, Schwartzman también era muy consciente de lo sutil que deberían ser los apuntalamientos de la epifanía de cada uno de los personajes durante el curso de la expedición a medida que se desarrollaba el viaje. Jason explica "Yo creo que es como cuando vives con alguien que está perdiendo peso y no te das cuenta necesariamente de que adelgaza hasta que pasas un tiempo sin verlo. De la misma manera estos tres tíos no son realmente conscientes de la velocidad con la que experimentan las cosas y de su cambio, hasta dónde podrían haber llegado, hasta que ha pasado mucho desde la escena con la que se inicia la película".

Sobre todo, Schwartzman cree que la sincera camaradería que existía entre los tres actores ayudó a dar vida a los hermanos en la pantalla. "Lo más importante para mí siempre fue que los tres actores que interpretaban estos papeles se interesaran unos por otros, y tengo que decir con placer que Owen y Adrain y yo nos llevábamos muy bien, y que nos lo pasamos muy bien juntos, que verdaderamente fue como una hermandad" y añade: "Además, al estar en el tren ¡no teníamos ningún otro sitio donde ir! Estábamos ahí con toda la gente, hombres, mujeres y las cabras y no había dónde esconderse, así es que teníamos que llevarnos de maravilla".

En cuanto a trabajar con Anderson, Schwartzman destaca que esta vez fue una experiencia totalmente diferente, en parte porque Anderson ha crecido creativamente como director en esta última década y en parte porque la preparación de la película era tan fuera de lo convencional. "Creo que Wes está más centrado y sabe más, supongo", comenta Schwartzman. "Pero de lo que sí me di cuenta respecto a Wes en esta película fue de su capacidad de enrollarse con cualquier cosa que sucediera y dejar que las cosas fueran impredecibles y accidentales. Eso es lo que quería conseguir al rodar en un tren en la India, y eso es lo que hemos experimentado".