Hace tiempo, en el lejano reino de Dor flotaba la magia en el aire, todos reían con ganas y había litros y litros de deliciosa sopa. Pero una terrible desgracia destrozó el corazón del Rey, llenó a la princesa de añoranza y dejó al pueblo sin sopa. Desapareció el sol. El mundo se tornó gris. La esperanza se fugó... hasta el día en que nació Despereaux Tilling.

Despereaux Tilling, un diminuto ratón con enormes orejas, es demasiado grande para el pequeño mundo al que llama hogar. Desde el momento de su nacimiento, con los ojos bien abiertos y las orejas muy tiesas, siempre dispuesto a escuchar un cuento, vio y oyó más que nadie. No podía controlar sus ganas de aventuras ni podía imaginar un mundo donde no ocurrieran.

Un día, el valiente ratón se deslizó en la biblioteca real y aprendió a leer (en vez de roer) los libros que allí había. Descubrió historias acerca de los caballeros a los que quería unirse, dragones a los que quería vencer y hermosas doncellas a las que quería rescatar. Durante sus visitas a la parte noble del castillo, se hizo amigo de una princesa llamada Esperanza, que soñaba con escapar del aburrimiento y de la monotonía que se había apoderado de su vida después de la muerte de su madre. El padre de Esperanza y todo el reino estaban sumidos en el luto más profundo, y masas de nubes grises cubrían el cielo permanentemente.

Sin embargo, cuando los otros ratones descubrieron que Despereaux había hecho caso omiso de las reglas de Mundo Ratón y había hablado con una humana, le exiliaron al terrible Mundo Rata donde nunca penetra la luz. Allí se hizo amigo de otro marginado, la rata Roscuro, un visitante de tierras lejanas que también soñaba con cuentos de caballería y valientes hazañas. Amante de la buena mesa y de los largos viajes, Roscuro no encajaba con las demás ratas y deseaba sobre todo escapar de la oscura mazmorra para volver a la luz que tanto añoraba.

Pero la princesa Esperanza, por temor, rechazó la amistad que le brindó Roscuro, por lo que este se convirtió en una auténtica rata. Su corazón se rompió y se soldó mal, por lo que planeó vengarse con la ayuda de Mig, una sirvienta que soñaba con ser princesa, incapaz de darse cuenta de que cualquier chica es una princesa.

Después del secuestro de la princesa Esperanza, el ratón Despereaux descubrió que sólo él podía salvarla y que incluso el ratón más diminuto podía reunir el valor de un caballero de brillante armadura. En esta historia de coraje, perdón y redención, una diminuta criatura demostró a todo un reino que sólo hacía falta un pequeño rayo de luz para desvelar la verdad. La apariencia no tiene nada que ver con lo que uno es realmente.