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  Las aventuras de Peabody y Sherman  (Mr. Peabody & Sherman)
  Dirigida por Rob Minkoff
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LAS AVENTURAS DE PEABODY Y SHERMAN es una comedia de aventuras que combina ciencia ficción, viaje en el tiempo, personajes excéntricos y un diálogo inteligente, unidos por la extraña relación de nuestros héroes: un perro y su hijo humano.

LAS AVENTURAS DE PEABODY Y SHERMAN es al fin y al cabo la historia de la relación entre un padre y su hijo. "El Sr. Peabody adoptó a Sherman y lo crió lo mejor que pudo", explica el director de la película, Rob Minkoff, autor de otros éxitos como la película de animación El rey león y la película de carne y hueso/animación Stuart Little. "Como en cualquier familia, las cosas se complican; así que los dos tienen que crecer y aprender de las experiencias para conseguir ser una familia más unida".

Hasta un genio mundial como el Sr. Peabody tiene mucho que aprender sobre la paternidad. "El Sr. Peabody tiene que admitir que no siempre puede comprender a su hijo", añade el productor Alex Schwartz. "Peabody descubre que dejar de controlar es uno de los mayores desafíos a los que se tiene que enfrentar un padre".

No hay duda de que algunos de los métodos que utiliza el Sr. Peabody para educar a su hijo son poco tradicionales, como viajar con Sherman a través del tiempo en una serie de increíbles aventuras. El viaje en el tiempo es un tema absorbente, de una dimensión fascinante, que deriva en historias llenas de aventuras. Los personajes contemporáneos de la película interactúan con personajes famosos de la historia, una dinámica que provoca situaciones ridículas e infinidad de choques culturales.

Pero para viajar a través del tiempo hay que seguir unas reglas, como no encontrarte contigo mismo y tener el mínimo impacto posible en el pasado.

La puerta de entrada del Sr. Peabody y Sherman a las infinitas capas de la historia es un artilugio asombroso llamado el Vueltatrás, la inigualable creación del inventor más importante del mundo: el Sr. Peabody. El sagaz canino construyó el aparato para que Sherman pudiera vivir la historia de cerca y en persona.

El Vueltatrás es mucho más que un vehículo, es un personaje por derecho propio, que se convierte en un jugador esencial en las aventuras de Peabody y Sherman a través del tiempo.


De tal palo, tal astilla
Rob Minkoff afirma que el Sr. Peabody y Sherman son un equipo clásico de película, "al igual que lo eran Laurel y Hardy (el Gordo y el Flaco), Batman y Robin o Sherlock Holmes y Watson". Son unas sociedades emocionantes, pero el Sr. Peabody no es el típico perro de raza beagle; es un titán de los negocios, inventor, científico, ganador del premio nobel, medallista olímpico y genio… que resulta ser un perro.

Peabody posee la brillantez de Einstein, el ingenio de Oscar Wilde, la valentía de Indiana Jones, las habilidades deductivas de Sherlock Holmes, la clase de James Bond y la destreza culinaria de Mario Batali. El único desafío que le queda a Peabody es su hijo adoptivo Sherman. Peabody se desvive por Sherman, del que aprende algo que hasta un genio tiene que descubrir: cómo ser un buen padre.

Ty Burrell, que pone la voz original a Peabody, le añade matices adicionales a este personaje ya de por sí completo. Sin embargo, el director Minkoff no estaba seguro de la elección de la estrella de la serie Modern Family. "Ty es famoso por su papel del padre sobrecargado Phil Dunphy en Modern Family y no es precisamente el más listo de los personajes. Pero cuando unimos su representación al personaje de Peabody, realmente encerraba la personalidad de Peabody".

"Si te paras a pensarlo, el Sr. Peabody y Sherman eran la Modern family original", bromea Minkoff. "¿Qué hay más moderno que tener un padre perro?".

El productor Alex Schwartz (Viaje al centro de la Tierra) apunta que Burrell "le da humanidad y calidez al personaje de Peabody, así como muchísimo humor y una cadencia vocal única".

La verdad es que el trabajo le venía a Burrell como anillo al dedo. Después de todo, tiene que interpretar un personaje al que él mismo describe como "alguien perfecto, un personaje muy interesante de interpretar porque yo soy imperfecto. Peabody no comete casi ningún error; sólo como padre, al igual que todos los demás. Es capaz de resolver cualquier situación o problema, excepto si se trata de Sherman".

Burrell se preparó el papel viendo los cortos de televisión en los que se basa la película. "Gracias a ello pude encontrar la manera de hablar para la película", explica. "Peabody habla con mucha precisión, marcando mucho cada sílaba".

La voz del hijo del Sr. Peabody la pone el joven actor Max Charles (¡Vaya vecinos!, de ABC-TV; The Amazing Spider-Man), quien, según Alex Schwartz, da una voz de niño auténtica a Sherman. "Max es muy gracioso, tiene una cadencia perfecta y una voz adorable que suena como si estuviera chupando caramelos".

Además, "Max actúa con emoción, profundidad, corazón y humor, algo que no es fácil encontrar entre los actores jóvenes", añade Minkoff.

El Sherman de Charles es abierto, entusiasta y extremadamente curioso. Crecer con su padre adoptivo, el genio creador de la máquina del tiempo, el Sr. Peabody, hace que Sherman tenga la oportunidad de vivir incontables aventuras. Como cualquier niño, Sherman tiene inclinación a los problemas, y muchas veces se ve superado por ellos, pero al final acaba solucionando todos los líos en los que se mete.

"Sherman es un niño genuino", afirma Minkoff. "A veces es algo inocente, pero es un excelente pupilo del Sr. Sherman, ya que una de las cosas que hacen es viajar en el tiempo a través de la historia. Peabody tiene la oportunidad de enseñarle a Sherman algunos de los eventos más importantes de la historia".

"Sherman es un niño de la cabeza a los pies", reafirma Schwartz. "Es inteligente y aprende con rapidez pero, al mismo tiempo, no siempre piensa las cosas antes de hacerlas y da el salto antes de mirar".

Como cualquier padre sabrá, ese tipo de "salto" puede suponer un daño. Para Sherman, romper las reglas del viaje en el tiempo tiene unas consecuencias importantes. Según Max Charles, Sherman es "un niño normal que hace cosas poco normales, como viajar en el tiempo".

Sherman aprende muchísimo del Sr. Peabody, pero ese aprendizaje es mutuo. "Peabody también aprende muchas cosas de Sherman, como ser un poco menos estricto y tener más confianza en él", reflexiona Charles.

"Peabody se da cuenta de que las imperfecciones de Sherman son las que le hacen tan maravilloso y que merece la pena intentar ser un poco más vulnerable", añade Burrell.


Nuevos amigos
Aparte de Peabody, la persona más importante para Sherman es su compañera de clase Penny Peterson. Penny supone una doble amenaza: es guapa y lista. Penny reina en su colegio hasta que aparece Sherman, que es aún más "cerebrito" que ella. Pero su carisma natural y su naturaleza intrépida, así como su compresión y lealtad, la llevan a una amistad con Sherman que resiste al paso del tiempo.

"Al principio, Penny y Sherman no se llevan bien", explica Schwartz. "Pero poco después se ve que Penny es más de lo que aparenta. Cuando pone a un lado los celos que tiene de Sherman, empieza a darse cuenta de que es un chico interesante. Lo bueno de Penny es que la vemos crecer en el transcurso de la película".

El dinamismo del personaje, su inteligencia y valentía hicieron que fuera complicado encontrar a la candidata adecuada, hasta que apareció Ariel Winter, que desempeña el papel de Alex Dunphy, la hija adolescente del personaje de Ty Burrell, Phil Dunphy en Modern Family. Minkoff, que en un principio no sabía de la conexión entre Winter y Burrell, dice que ha sido "una gran coincidencia que los dos hayan terminado trabajando juntos en LAS AVENTURAS DE PEABODY Y SHERMAN. Ariel le da muchísima energía al papel. Penny es una chica aguda e irónica, y aunque es más joven (que la actriz), brinda al personaje de naturalidad y compresión".

Penny, Sherman y el Sr. Peabody comparten varios catastróficos viajes a través del tiempo, pero la primera expedición con el Vueltatrás es un viaje padre-hijo a la Revolución Francesa y un encuentro con la reina de ese país que pierde la cabeza –literalmente– durante esa época. Sherman y Peabody chocan con el levantamiento de campesinos que cambiaría Francia para siempre, y Peabody termina con su cuello en una guillotina. Sin embargo, a diferencia de la reina, tiene la habilidad de escapar de la cuchilla gracias a unos brillantes movimientos estratégicos y a su pericia con la espada.

"Nos entusiasmaba la idea de abrir la película con una secuencia de acción", confiesa Schwartz.

Para convertir a Peabody en un maestro espadachín, los directores contaron con la ayuda de expertos de la espada y la batalla, que enseñaron a los animadores cómo se sostiene un arma, se ataca y se mantiene el equilibrio.

Pero incluso con esa aventura de acción y llena de peligros y de una carrera a través del sistema de alcantarillado de París, lo mejor para el dúo (y Penny) estaba aún por llegar. En un paseíto que hacen Sherman y Penny por su cuenta, acaban llegando al antiguo Egipto, donde Penny acaba prometida con el faraón de nueve años de edad Tutankamón.

Poco despúes, Peabody, Sherman y Penny le hacen una visita al antiguo amigo de Peabody y polímata original Leonardo Da Vinci, con la divertidísima representación del nominado al Óscar Stanley Tucci. Nuestro trío va a encontrar al artista/científico/ingeniero/inventor/investigador/etc. sumido en una crisis creativa, desesperado porque no puede hacer que la Mona Lisa (voz original de Lake Bell) sonría para su retrato. Después de sonsacarle su enigmática sonrisa, Peabody descubre que Sherman y Penny se han vuelto a fugar con el Vueltatrás; esta vez a mucho antes: hasta la época de la máquina voladora de Leonardo Da Vinci.

Más tarde, llegan a la antigua Troya, donde los troyanos aprendieron a tener cuidado con los griegos –y con Sherman– si les hacen regalos, especialmente si son caballos de madera gigantes que esconden en su interior un ejército de curtidos guerreros con ganas de diversión. Sherman se ve dentro del famoso caballo de Troya, donde rápidamente se hace amigo de Agamenón, el comandante en jefe del ejército griego durante la guerra de Troya.

Este último es uno de los personajes favoritos de Minkoff. De su voz se encarga Patrick Warbuton, de quien Minkoff dice que es "uno de los actores más graciosos que puedes encontrar". La secuencia del caballo de Troya es una mezcla de hechos históricos y de mucha diversión y fantasía.

Pero ésos no son los únicos personajes famosos con los que se encuentran nuestros intrépidos viajeros del tiempo; también conocen a Van Gogh, Einstein (con la voz del legendario cómico Mel Brooks), Lincoln y Shakespeare. Por supuesto, para visitar a estas súper celebridades, nada mejor que el siempre estiloso y cómodo Vueltatrás. El aparato es una esfera roja resplandeciente que flota sobre la tierra, con un interior de alta tecnología del siglo XXI en forma de huevo con asientos que planean alrededor del panel de control, pantallas táctiles flotantes y un globo terráqueo holográfico que funciona como el sistema GPS de la máquina.

Aunque el Vueltatrás es un producto de ultimísima tecnología, a veces, los chasquidos, zumbidos y chirridos que emanan de su ordenador le hacen a uno pensar si tiene sus propias opiniones.

Entre los complementos de alta tecnología del Vueltatrás se incluyen unos mandos de control de energía y unos asientos retractables que aparecen mágicamente. Es una maravilla tecnológica tan avanzada que hasta sus creadores –los directores de LAS AVENTURAS DE PEABODY Y SHERMAN– dudan a veces de para qué sirven algunos controles. Por ejemplo, el "fundibulador sincrónico", que es una especie de artefacto de arranque, según Minkoff; o el "hemidemisemiquavatron", cuya función oficial, y un tanto misteriosa es que "hace exactamente lo que dice su nombre".


Los Peterson, la Sra. Grunion y el director Purdy
Mientras Peabody, Sherman y Penny viajan por el espacio tiempo continuo, los padres de Penny, Paul y Patty, se encuentran en el moderno apartamento de Peabody. No tienen ni idea de lo que su hija y sus nuevos amigos se traen entre manos, ya que Peabody se aseguró de que el tiempo se parara para la despistada pareja. (Peabody había invitado a los Peterson a cenar para suavizar las cosas tras el incidente de los niños en el colegio).

La situación es perfecta para el Sr. Peabody: el trabajo y los hobbies de Paul le mantienen siempre ajeno de cualquier responsabilidad en casa, algo que exaspera a Patty. Además, no suele ser muy amable con los extraños, especialmente con el Sr. Peabody. Pero la perspicacia y las irresistibles habilidades del Sr. Peabody como anfitrión hacen que Paul baje la guardia y se una a la fiesta.

Stephen Colbert, el presentador ganador de un Emmy por el aclamado programa de entretenimiento The Colbert Report, representa a Paul; mientras que Leslie Mann (Rio, Lío embarazoso) pone voz a Patty Peterson.

Para Colbert, ponerle la voz a Paul fue enriquecedor por varios motivos; nada tiene que ver que según el actor "Paul Peterson es el verdadero héroe de la película. Creo que es el amor que siente por su hija lo que precipita el argumento entero, ya que si no estuviera tan enfadado por la pelea entre Sherman y Penny, no habría película".

El actor admite que todo el asunto de los viajes en el tiempo le atraía particularmente, y le hacía soñar con sus propios viajes a través del tiempo. "Si tuviera una máquina del tiempo iría al pasado, inventaría la cremallera y haría una gran fortuna", bromea.

Colbert confiesa que trabajar en LAS AVENTURAS DE PEABODY Y SHERMAN le ha traído recuerdos felices de sus incursiones clandestinas para ver los cortos de televisión Mr. Peabody and Sherman cuando era niño. "Lo ponían en la televisión después de mi hora de acostarme; recuerdo que me colaba en el salón y me escondía entre mis hermanos, tumbado con una almohada encima para que mis padres no pudieran verme".

Al director Rob Minkoff le entusiasmó la idea de trabajar con Colbert y con la actriz de comedia Leslie Mann, que pone la voz de la media naranja de Paul, su mujer Patty. "Leslie tiene un gran carisma y una actitud inesperada en su voz", afirma.

Mientras Paul y Patty se divierten en la casa de Peabody, ajenos al hecho de que su hija ha roto y trata de reparar el espacio tiempo continuo, la villana de la película, la Sra. Grunion traza un plan de consecuencias aún peores.

La señora Grunion trabaja para la oficina de protección del menor, y su ladrido es tan peligroso como su mordisco. Aunque ella insiste que sólo trabaja por el bienestar de los más pequeños, en realidad es una burócrata obsesionada con las leyes que cree que la mayoría de los padres, especialmente Peabody, no tienen la suficiente autoridad para criar a sus hijos. Su estrecha mente se ve inflamada cuando se entera de que a Peabody, ¡un perro!, le han permitido adoptar a Sherman.

"La Sra. Grunion cree que un perro, independientemente de su coeficiente intelectual, no es un padre apropiado para un niño. Cree que está haciendo lo correcto al intentar separar a Sherman de Peabody, que es sin duda alguna la peor de las fechorías", explica Alex Schwartz.

"A la Sra. Grunion no le gusta Peabody", añade Rob Minkoff. "No le gustan sus principios y, sobre todo, no le gusta el hecho de que un perro adopte a un niño".

El personaje lleva la voz de Allison Janney, múltiple ganadora del Emmy por su trabajo como secretaria de prensa de la Casa Blanca C.J. Cregg en la exitosa serie de televisión El ala oeste de la Casa Blanca.

Janney quiso aprovechar la oportunidad de hacer su primer personaje villano. "La Sra. Grunion es deliciosamente malvada", explica. "Es una persona imponente y rígida y no tolera las bromas. Como cualquier gran villano, es alguien a quien te encantará odiar".

Para Minkoff significó mucho el compromiso total de Janney con los aspectos menos atractivos de Grunion. "Allison puede darle un giro malvado a cualquier momento", apunta. "Realmente se mete en la piel de este desagradable personaje".


Animación, diseño y orígenes
Los actores y sus actuaciones son elementos críticos para dar forma a los personajes y sus relaciones, pero Minkoff y Schwartz también ofrecen mucho apoyo al equipo de animación. "Hacen un increíble trabajo que les convierte en actores con ordenadores", afirma el director.

"Son verdaderos artistas", continúa. "Cogen los personajes en tres dimensiones y los transforman para que cobren vida. Se meten en la cabeza, el corazón y el alma de los personajes para llegar a entender quiénes son y cómo se tienen que comportar".

Schwartz reafirma esta idea, asegurando que los animadores "son todos actores; es una de las cosas más bonitas de la película. Se enamoran de los personajes y los hacen reales".

El equipo de animación se aseguró de que Peabody, como cualquier súper genio, fuera un bípedo que caminara con una confianza suprema. Se guardaron momentos cuadrúpedos –típicos de un perro– para los casos en los que Peabody tiene que responder de una forma más instintiva, menos intelectual ante algunas situaciones.

Según Jason Schleifer, uno de los mayores desafíos para el equipo de animación fue el hocico de Peabody. "Si Peabody mira directamente a la cámara y sonríe, no podrías verlo porque todos los rincones de su boca están envueltos alrededor de su hocico. Pasamos mucho tiempo girándole mínimamente para que se pudieran ver las comisuras de su boca cuando sonriera. Lo pasamos muy bien y, a la vez, fue muy complicado diseñar su gestos faciales para que pareciera amable y atractivo".

"Peabody es un personaje muy controlador; siempre tiene una respuesta y un plan para cualquier situación. No importa lo que se le venga encima, nunca le pilla desprevenido. Fue divertido pensar en los métodos más eficientes que podía tener para responder a las diferentes situaciones", explica Schleifer

En cuanto a Sherman, Schleifer y su equipo se aseguraron de que parecía y se sentía como un niño. "Estuve mirando a mis propios hijos para ver cómo respondían ante ciertas situaciones y descubrí algunas cosas de niños bastante interesantes que podrían hacer que Sherman pareciera auténtico y le diera solidez a la historia, con sus aventuras y su transformación personal".

Uno de los mayores desafíos fue crear la desproporcionada cabeza –gigante la llamaba Schleifer– de Sherman, que le da al personaje un aire más divertido y atractivo. Sin embargo, el más mínimo movimiento de cabeza ya suponía un problema. "La cabeza es tan grande y se apoya sobre un cuello tan pequeño, que para cada movimiento teníamos que incluir el cuerpo entero, si no parecía que la cabeza se le iba a desprender", explica.

Tanto el padre como el hijo llevan unas prominentes gafas. Los animadores tuvieron que maniobrar con mucho cuidado para asegurarse que las cejas de los personajes expresaran las emociones y expresiones correspondientes. "Las gafas les cubren las cejas, por lo que si no hiciéramos nada, no se vería ningún cambio en la expresión", explica Schleifer. "Así pues, cuando Peabody y Sherman tenían que expresar emoción, teníamos que hacer que sus cejas sobresalieran por encima de la cabeza; y cuando las cosas se ponían serias, hacíamos que bajaran hasta tapar los ojos".

LAS AVENTURAS DE PEABODY Y SHERMAN está basada en los queridos personajes que aparecían en las series animadas de televisión de finales de 1950 y principios de 1960 Rocky and His Friend y The Bullwinkle Show, producidas por Jay Ward. Estos mismos personajes, aparecieron en los segmentos de Peabody’s Improbable History creados por Ted Key. Bill Scott era el encargado de poner la voz a Peabody y Walter Tetley (un adulto) la de Sherman. Se produjeron 98 cortos de una duración de cuatro minutos y medio aproximadamente cada uno.

La película actual renueva el clásico equipo padre-hijo para la audiencia de hoy en día con un equipo de animación de última generación y tecnología 3D, pero mantiene el encanto de los personajes originales. "Nuestra película le rinde un bonito homenaje a los cortos originales, desde el Vueltatrás hasta los asombrosos juegos de palabras de Peabody, que se repiten en toda la película. El ADN del original impregna la película actual", asegura Alex Schwartz.

La hija de Jay Ward, Tiffany, es la heredera del legado de su padre, e incluso trabajó estrechamente con los directores para asegurarse de que LAS AVENTURAS DE PEABODY Y SHERMAN eran fieles a la visión de Jay. "El resultado es justo lo que esperaba", afirma.

"La película, al igual que los cortos de Jay, nunca emplea un lenguaje infantil para los niños", asegura Tiffany Ward, productora ejecutiva de la película. "Se ha hecho igualmente para adultos. Es un sueño hecho realidad para mí y para mi familia que se haya hecho esta película 50 años después de que lo hiciera mi padre, y que haya sido producida por DreamWorks Animation en 3D para el cine. Es increíble. Jay se habría sentido muy orgulloso. Y para mí personalmente, es algo muy emotivo, ya que para mí, mi padre era Peabody: un verdadero genio".

A su vez, Minkoff le está muy agradecido a Tiffany por sus ideas y su apoyo. "Tiffany ha sido una verdadera triunfadora para la película y para mí personalmente. Ha sido una colaboración maravillosa".

Algunos de los directores y actores recuerdan con mucho cariño y admiración la serie original. Stephen Colbert ya mencionó sus travesuras de cómo se colaba en el salón para ver los cortos. Y Rob Minkoff también recuerda que solía ver la serie y que le encantaban los personajes. "Me siento muy afortunado por haber tenido la oportunidad de llevarlos a la gran pantalla y en nuestra sociedad actual".

En un guiño a los cortos de televisión originales, Minkoff y el diseñador de producción David James adoptaron un diseño de mediados del siglo XX. "Consideramos importante que pareciera que la película es de esa época y, a la vez, que fuera nueva", explica el director.

Ese diseño estético queda reflejado en el ático de Peabody, según Tiffany, hasta tal punto que verlo por primera vez fue una experiencia escalofriante. "Es prácticamente igual que la casa de mi padre: las sillas Eames, las lámparas de arco, las obras de arte y las estanterías. Me recorrió un escalofrío por la espalda".

En las secuencias de los viajes en el tiempo, siempre estaba presente el arte de cada periodo histórico. "En la Italia renacentista, por ejemplo, podemos ver una paleta típica de las pinturas renacentistas", apunta Minkoff. "En la Francia del siglo XVIII, utilizamos un diseño que recuerda a la corte de María Antonieta; aunque nos tomamos algunas libertades con el sistema de alcantarillado parisino, que hicimos mucho más luminoso que el original".


Cuando la producción de LAS AVENTURAS DE PEABODY Y SHERMAN se acercaba al final, el afamado compositor Danny Elfman empezó a escribir la banda sonora, que se grabó en los estudios AIR, una antigua iglesia que el legendario productor de los Beatles George Martin transformó en un estudio de grabación.

Minkoff afirma que Elfman era la elección perfecta porque "le encanta lo poco convencional; supo entender lo rara que era la relación entre Peabody y Sherman y utilizó eso para hacer su música. Es una capa más que se suma a la historia".

"La banda sonora es extravagante, imaginativa y divertida y se convierte en una voz más de la película", añade Schwartz.

Por su parte, Elfman confiesa que le encanta escribir para películas de animación, porque le permite "tocar todos los aspectos, musicalmente hablando, desde lo más grande hasta los más pequeño e idiosincrático, de un momento escandaloso hasta algo muy emotivo. A mí me encantan los extremos cuando escribo, así que éste es el tipo de banda sonora que me gusta componer".

Otro aspecto a destacar es el acertado título de la canción final Way Back When, de la banda Grizfolk. La banda no sabía nada del Vueltatrás, así que fue una feliz coincidencia que el título de la canción y el nombre de la máquina del tiempo en inglés (WABAC) fueran tan parecidos. Pero la intención de los temas de la película era transmitir la historia del Sr. Peabody y Sherman y los recuerdos de todas las experiencias compartidas".

Además, hay un paréntesis muy emotivo en el que Peabody se acuerda de cuando adoptó a Sherman con la balada de John Lennon Beautiful Boy.