Cinemanía > Películas > Ciudad en celo > Comentario
Destacado: En cines comerciales 'Anora' Palma de Oro en Cannes
  Ciudad en celo  Dirigida por Hernán Gaffet
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

Hernán Gaffet (director y guionista)
Nacido en Buenos Aires, Argentina, el 18 de enero de 1964, se tituló como realizador cinematográfico del CERC (hoy ENERC), la escuela de cine del INCAA. Colaboró en las revistas Cine en la Cultura y Videolínea. Coordinó el taller de cine para adolescentes de Colegio Nacional de Buenos Aires y dio clases particulares de Historia del Cine e Introducción al Lenguaje Cinematográfico. Ha publicado el cuaderno de poesía Poemas breves (1985). Guionista y director de siete cortometrajes. Su primer largo fue el documental biográfico Oscar Alemán - Vida con swing (2002), que obtuvo el Premio al Mejor Documental en el Festival de Cine Latinoamericano de Trieste, Italia (2002), y el Cóndor de Plata al Mejor Video Film (2003) Argentina. Argentina Beat (2006) sobre los inicios del rock argentino, es su segundo largometraje documental hoy en posproducción. Es cofundador y miembro de la Comisión Directiva de APROCINAIN, Asociación de apoyo al patrimonio audiovisual. CIUDAD EN CELO (2006) es su primer largometraje de ficción.

Filmografía
2006 - Ciudad en celo
2006 - Argentina Beat (documental - en posproducción)
1985 - Oscar Alemán - Vida con swing (documental biográfico)

Notas del director
El guión de un cortometraje se transformó en el punto de partida para Ciudad en celo cuando me di cuenta de que sería un buen vehículo para hablar del amor, la amistad y la solidaridad, imprescindibles para sobrevivir en cualquier gran ciudad. Esa ciudad es Buenos Aires, tierna e implacable, inmensa y asfixiante. Quise hacer una película sobre mi ciudad y poner el acento en aquellas cosas que me hacen amarla y que lentamente parecen extinguirse.

Los protagonistas se encuentran en un bar de barrio, uno de esos bares hoy desolados desde que los monstruosos shoppings aspiran gente, tiempo y dinero. Una mesa de café es un buen lugar para encontrar refugio en el otro, remendar corazones y planificar la reconstrucción del mundo que se derrumba a nuestro alrededor.

El reto fue narrar por el placer de narrar, los pequeños grandes acontecimientos que sin plan alguno nos llevan de las narices a donde creemos haber elegido ir. Y esto sin la contaminación del suspenso, buscando los "efectos especiales" en el brillo de los ojos, en silencios como caricias, y el humor acechando bajo las piedras cuando todo parece un desierto.

Y el tango. Si hasta creo que la película transcurre en el tango y la música es Buenos Aires. Los instrumentos fueron los actores. Si todo suena bien es por ellos. Por eso la cámara los devoró. No hubo forma de apartarla y, a decir verdad, ni lo intenté. Me dediqué a narrar por el placer de narrar.