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  El último rey de Escocia  (Last King of Scotland)
  Dirigida por Kevin Macdonald
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Basada en la premiada novela de Giles Foden del mismo título, El último rey de Escocia ha sido dirigida por el realizador de documentales Kevin Macdonald (Touching the void – Tocando el vacío, Un día de septiembre) sobre la base de un guión de Peter Morgan y Jeremy Brock. Con un reparto que incluye a los actores Forest Whitaker, James McAvoy, Kerry Washington Simon McBurney y Gillian Anderson, el filme ha sido producido por Andrea Calderwood (El perdón - The claim) de Slate Films, y Lisa Bryer y Charles Steel de Cowboy Films (WASP, The hole, Goodbye Charlie Bright). Como productores ejecutivos figuran Tessa Ross (Billy Elliott, El intruso) de Film Four; Andrew Macdonald (productor de 28 días después, Trainspotting) y Allon Reich (LAS Cuatro plumas, Negocios ocultos) de DNA.

Rodada en Gran Bretaña y Uganda con el apoyo de la población ugandesa, el muy poco visto mundo de la Uganda de Idi Amín ha sido plasmado por un equipo en el que figuran el director de fotografía Anthony Dod Mantle, DFF BSC, (Millones, 28 días después), el diseñador de producción Mike Carlin (Adventures in digital comics), el premiado montador de cine independiente británico Justine Wright (Un día de septiembre, Touching the void – Tocando el vacío) y el diseñador de vestuario Michael O'Connor (Harry Potter y la cámara secreta, Prueba de vida).

¿Cómo reaccionarías frente al seductor influjo del poder? ¿Te plegarías a él u olvidarías tu propio código moral para lograrlo? ¿Qué pasa si alguien empieza con buenas intenciones y termina convirtiéndose en un animal sediento de sangre? Éstas son las preguntas que plantea el fascinante thriller El último rey de Escocia, el cual lleva a los espectadores a un viaje adrenalínico e impactante al mundo de uno de los líderes más aterradores y cautivadores de todos los tiempos: Idi Amín, famoso por su electrizante magnetismo, pese a que su brutal régimen causó medio millón de muertos en su propio país.

La película también supone la primera cinta dramática del oscarizado documentalista Kevin Macdonald. Conocido por su cine de suspense, las dos anteriores películas de Macdonald han sido Touching the void – Tocando el vacío, una conmovedora historia de supervivencia en la montaña, y el oscarizado Un día de septiembre, un emocionante análisis del ataque terrorista que se produjo en la Villa Olímpica durante los Juegos de Múnich. Cuando Macdonald leyó la premiada novela de Giles Foden, inspirada en hechos reales, El último rey de Escocia, pensó de inmediato que tenía toda la enorme tensión de una historia real de terror y supervivencia, junto con la perspicacia humana y la riqueza textural de un thriller de ficción.

"La vi como una historia clásica sobre un hombre joven que empieza buscando aventuras, vive más aventuras de las que había previsto y, en el proceso, descubre quién es en realidad”, explica Macdonald. “En cierto modo, podría ser una historia sobre cualquier líder tiránico que hubiera en el mundo; pero también la encontré convincente porque nadie ha hecho nunca realmente una película como ésta sobre África".

Macdonald continúa: "Siempre me han atraído los proyectos que llevan a los espectadores a nuevos lugares, que les descubren un mundo que no les resulta familiar, y espero que, aunque nunca hayas oído hablar de Idi Amín, El último rey de Escocia te haga pensar: ‘Vaya, ahora veo las cosas de otra forma’".

Hay pocos nombres en la historia tan reconocibles como Idi Amín. Figura, junto a Hitler, Stalin, Mao, Pol Pot y Sadam Hussein, entre otros, en el ranking de dictadores que aparentemente no han conocido límites humanos. Pero Amín es también un caso único; un antiguo boxeador y soldado que surgió literalmente de la nada, sedujo a un país con su vibrante orgullo y personalidad y que para muchos parecía ser la gran esperanza de convertir una Uganda recién independizada en una nación verdaderamente africana. Cuando llegó al poder en 1971 mediante un golpe de estado contra el corrupto y pro-comunista Milton Obote, Amín encontró el apoyo generalizado de los medios de comunicación y en todo el globo – el Ministerio de Asuntos Exteriores Británico le describió de forma optimista como "un tipo espléndido y un gran jugador de fútbol" -, hasta que empezó a verse que estaba asesinando a sus enemigos sin piedad y gobernando de acuerdo con sus propios estrafalarios gustos, sus "visiones" místicas y sus miedos paranoicos.

La peligrosa naturaleza de Amín emergió cuando empezó a abrazar un nacionalismo extremista, expulsando del país a 50.000 asiáticos, instigando la guerra contra sus países vecinos, ofreciendo ayuda en el secuestro de un Airbus de la compañía aérea Air France por miembros de la Organización para la Liberación de Palestina y creando las condiciones que condujeron a la muerte y desaparición de cientos de miles de ugandeses. Exilados de Uganda contaban historias que revolvían el estómago; de tortura, de crueldad e de incluso rumores de canibalismo en las más altas instancias del gobierno.

Pese a todo ello, incluso todavía hay gente hoy en día en Uganda que habla con reverencia de Amín. Kevin Macdonald señala: "Una de las cosas más sorprendentes que hemos descubierto en Uganda es que hay un montón de gente que todavía muestra un gran respeto hacia Amín. La gente en Occidente no entiende que alguien que ha usado la violencia tan indiscriminadamente tenga una imagen tan ‘positiva’. Lo que quizás sea más atractivo y peligroso de Idi es lo voluble que podía resultar. Era alguien que comenzó con fantásticas intenciones, pero al que le mató su carácter. La gente pensaba al principio que era afectuoso y divertido. Pensaban que este hombre no podía matar ni a una mosca. Creo que todas esas contradicciones son fascinantes".

Era obvio que se iba a requerir a un actor de enorme talento para reflejar todas las inmensas paradojas de Amín, dentro de los límites de un thriller lleno de tensión. Los productores de El último rey de Escocia siempre habían tenido a un nombre en mente para la tarea: el de Forest Whitaker, el cual no es sólo considerado uno de los actores cinematográficos de mayor talento sino que además guarda un sorprendente parecido con Amín. Con papeles en películas que van desde la epopeya del jazz de Clint Eastwood, BIRD, al oscarizado largometraje de Neil Jordan JUEGO DE LÁGRIMAS, pasando por GHOST DOG, EL CAMINO DEL SAMURAI, de Jim Jarmusch, Whitaker se ha labrado la reputación de encarnar los papeles más diversos y exigentes.

Para El último rey de Escocia, Whitaker fue capaz de evocar la doble personalidad de Amín (su atractivo y su poder de intimidación) con tanta autenticidad que muchos de los que estuvieron en el set de rodaje lo encontraron absolutamente escalofriante. "La interpretación de Forest fue extraordinaria", dice Charles Steel. "Ha captado tanto la grandeza del personaje como su peligro. Hay un tremendo realismo y alcance en su interpretación".

Whitaker llegó al proyecto con la imagen habitual que se tiene de Amín, la de un bufón y un asesino, pero pronto su perspectiva fue mucho mas profunda. "Al principio, tenía sólo imágenes muy tenebrosas de este hombre", admite. "Le veía como un gran y colérico maníaco. Pero cuando leí la novela e investigué más a fondo, empecé a verlo de otro modo. Cuando ves viejas imágenes, te das cuenta de que Idi era también un hombre extraordinariamente encantador. El reto para mí como actor era interpretar un personaje realmente complejo, no sólo una imagen estereotipada".

Al indagar en la historia de Amín, Whitaker llegó a la conclusión de que era un hombre que deseaba ser un visionario, pero que fue víctima de sus propias desilusiones.

La banda sonora
Accede a la información sobre la banda sonora Last King of Scotland BSO.