Conor es un pobre diablo que se dedica a la reventa de entradas, las apuestas, y ahora, además, se acaba de convertir en el entrenador del equipo infantil de béisbol del peor barrio de Chicago. Y es que su mejor amigo, Jimmy, le ha prometido pagar sus deudas de juego, a condición de que Conor haga llegar a buen puerto el proyecto de entrenar a los chavales del equipo, del cual la empresa de Jimmy es patrocinadora.
Para sorpresa de todos, especialmente él mismo, Conor va paulatinamente haciéndose con los chicos (y con su atractiva maestra), llegando incluso a involucrarse en sus duras y a veces trágicas vidas, donde el béisbol es la única pasión.
Finalmente, la experiencia cambiará su vida, aportando a sus jóvenes y pandilleros jugadores una razón por la que sentirse orgullosos y esperanzados.