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  Half Nelson  Dirigida por Ryan Fleck
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Drama contenido sobre un maestro desilusionado y autodestructivo cuya relación con una estudiante precoz le inspira para retomar el rumbo de su vida errante. Protagonizan la cinta el incomparable Ryan Gosling dando vida a un joven atenazado por las conflictivas y opuestas fuerzas del idealismo y el cinismo, y Shareeka Epps, toda un descubrimiento entre las actrices adolescentes de nuestros días, encarnando a su pragmática pero optimista alumna. Coronando este estallido de emocionante talento joven está el director y guionista Ryan Fleck y la productora y coguionista Anna Boden, realizadores que nos transportan al tenso paisaje urbano que actúa como marco para esta historia cargada de emociones, provocativa y actual acerca de la amistad y de la aún posible redención en un mundo que no perdona.

En el lenguaje de Ia lucha libre, un "Half-Nelson" es una llave inmovilizante de la que no es fácil, sino imposible, librarse. Fleck y Boden han entendido el título como una metáfora referida al hecho de hallarse estancado en una situación nada agradable, que es donde precisamente sitúan a su personaje, Dan Dunne (Gosling) cuando el film se inicia. Dunne es un profesor de historia carismático y brillante con capacidad para transformar las vidas de sus alumnos adolescentes. Pese a que su escuela se halla en un desolado lugar de Brooklyn, donde todo es triste y deprimente, la clase de Dunne es como un oasis ilustrado. Cuando imparte clase, se muestra animado, brillante, fuerte y con pleno control. Pero la vida personal de Dunne se precipita hacia la tragedia. El asfixiante "half-nelson" del que no puede escaparse es su adicción a la droga. Al canto de sirena, la pipa de crack le ayuda a olvidar las terribles verdaderas que le obsesionan a diario: Que los ideales mueren, que en la vida hay más cul-de-sacs que puertas abiertas, y que la recuperación siempre está ahí saludando, pero nunca se deja coger del todo.

Sin embargo, Half Nelson no es una historia acerca de la adicción. La película más bien explora temas filosóficos y políticos de carácter universal, como la importancia del idealismo y la caída del sueño liberal. Los personajes descubren, y nosotros viéndoles a ellos, que la gente puede triunfar donde los movimientos fracasan.

Tras pasar por la Escuela de cine de la Universidad de Nueva York, Fleck y Boden estaban ansiosos por comenzar su primer proyecto cinematográfico. Escribieron Half Nelson a principios de 2002. Disponiendo de poco dinero y recursos para producir la película, decidieron reformar la historia hasta reducirla a un guión corto con rodaje en soporte digital, contando con amigos y chicos locales para integrar el equipo técnico y el reparto. Half Nelson fue rebautizada como Gowanus, Brooklyn, como el vecindario del Brooklyn industrial donde vivían en aquel momento. El corto devino un debut impresionante para los jóvenes cineastas, quienes se hicieron acreedores del Gran premio del jurado en el Festival de Sundance de 2004.

Animados para afrontar el futuro por lo que se refiere a su largometraje, Fleck y Boden pasaron el guión a Ryan Gosling, protagonista de El creyente (The Believer, 2001) y de El diario de Noa (The Notebook, 2004), con la esperanza de que encarnara a Dan Dunne, el profesor de un instituto en pleno Brooklyn, brillante e idealista, aunque con graves problemas. Fleck sabía que Gosling encajaba a la perfección en el papel de Dunne, pese a ser mucho más joven que el personaje que inicialmente había escrito. "Tiene una enorme intensidad con potencia para estallar en cualquier momento, lo que era emocionante de ver" —recuerda Fleck. Él y Boden se encontraron con Gosling, a quien Time Out New York describió como "uno de los actores con menos de 30 años de mayor talento." Cuando discutieron el proyecto, se hizo meridianamente claro que Gosling, quien gravita en torno a papeles desafiantes, sentía una identificación inmediata con el material. "Simplemente, se lo apropió" —recuerda Boden.

Gosling se trasladó a Nueva York más de un mes antes de que se iniciara el rodaje y se sumergió en la vida de su personaje. Gosling vivió en un pequeño apartamento realquilado en la sección Fort Greene de Brooklyn e invirtió tiempo en la clase de un instituto, y para preparar el papel se convirtió en la sombra de David Easton, profesor de 8º grado. Easton enseñaba con el tipo de pasión que Gosling esperaba captar para su personaje; observar aquella clase fue de mucha mayor utilidad que lo que Gosling había esperado.

El encuentro entre Gosling y Easton fue también afortunado por otro motivo. "Ryan (Gosling) me dijo que nos encontráramos en la escuela" —comenta Boden—. "Así que cuando fui a la clase, vi a Ryan avanzar para abrirme la puerta. Solo que Ryan estaba sentado al fondo de la clase! Resulta que Easton era la mismísima imagen de Ryan." Como todavía se estaba buscando a alguien que encarnara al hermano de Dan Dunne, Fleck y Boden muy satisfechos incluyeron a Easton en el reparto para ese papel.

La fascinación que Dunne siente por la dialéctica de Hegel —un tema que trata repetidamente en su clase— la inspiró el padre de Fleck, un ingeniero de tráfico para la ciudad de San Francisco. "Mi padre ha creado un website, www.dialectics4kids.com, que resulta bastante sorprendente" —explica Fleck—. "Mucho del material de la película se tomó directamente de su site." Sintiendo curiosidad por la dialéctica, Gosling empleó varias horas al teléfono discutiendo filosofía con el padre del director. "Tras esa conversación, Ryan se sintió desbordado. Dijo que sólo había arañado la superficie y que quería aprender más" —informa Fleck—. "Lo mejor de Ryan es que no cesa de profundizar y profundizar. Le embarga un inmenso deseo de aprender y crecer."

El otro papel esencial en Half Nelson es Drey (abreviación de Audrey), la remarcable niña que hace que el personaje de Gosling la atienda y, con ello, también acabe por cuidarse él mismo. Drey tenía que ser sabia e ingenua al tiempo, todo un desafío para una actriz que empieza. Mientras se ocupaban del reparto de su película, los realizadores recurrieron nuevamente a Shareeka Epps, quien ya había encarnado el papel en Gowanus, Brooklyn (2004). Mientras realizaban el corto, Fleck y Boden habían visitado escuelas de arte dramático locales, e invitaron a los estudiantes a que asistieran a sus audiciones de puertas abiertas. "Hubo una chica que despuntó por encima de los demás" —recuerda Boden—. "Tenía un aspecto magnífico y no se comportaba como los demás actores infantiles. Era una chica corriente con una gran mezcla de inocencia y sabiduría de las calles."

Los realizadores estuvieron ensayando mucho con Gosling y Epps. "Más que leer el guión, creo que lo más importante era que se conocieran mutuamente. Estuvimos pasando el tiempo durante un largo periodo, yendo a lugares divertidos como el Salón de la Ciencia de Nueva York, permitiendo que Ryan y Shareeka lograran desarrollar una relación propia" —recuerda Fleck. Lo que hace que funcione su amistad tan poco usual, es la increíble química que se produce entre ambos. Gosling llena la pantalla con su extraordinaria inteligencia, talento, y rapidez, mientras Epps logra hacer notar su presencia con intensidad impresionante y una madurez superior a la edad que tiene. Tan sólo la especie de piruleta que le acompaña como si de un manto protector se tratara, nos recuerda que todavía es una cría. Pero va a dejar de ser una niña ya para siempre. Para Drey, es tiempo de tomar decisiones importantes sobre la dirección en que su vida debe ir.

Un tercer personaje importante en Half Nelson es Frank, un camello astuto y exitoso que se preocupa por Drey porque es responsable de que su hermano mayor esté en prisión. Frank, encarnado por Anthony Mackie, es la cara opuesta a la de Dan Dunne.