Protagonizada por Kate Hudson y Anne Hathaway, Guerra de novias, en el reparto también aparecen Kristen Johnston, Bryan Greenberg y Candice Bergen. La comedia ha sido dirigida por Gary Winick según un guión de Greg DePaul, Casey Wilson y June Diane Raphael, basado en un relato de Greg DePaul. La película está producida por Julie Yorn, Kate Hudson y Alan Riche; los productores ejecutivos son Arnon Milchan, Jay Cohen, Tony Ludwig, Matt Luber y Jonathan Filley. La dirección fotográfica corre a cargo de Frederick Elmes, ASC; Dan Leigh es el diseñador de producción y la montadora es Susan Littenberg Hagler. Del diseño de vestuario se ocupa Karen Match; la música ha sido compuesta por Edward Shearmur y supervisada por Linda Cohen.
Cada boda tiene su historia, pero ésta no trata de un novio y una novia, sino de una novia
y otra novia. Las damas que nos ocupan son Liv y Emma, amigas de toda la vida que no podrían ser más íntimas ni más diferentes. Liv, una abogada de altos vuelos, ha nacido para dirigir, sabe lo que quiere y cómo lograrlo exactamente. Emma, una devota maestra, tiene empatía y generosidad para convidar ella es el tipo Z si Liv es el tipo A; una es el yin y otra el yang. Pero todo eso está a punto de cambiar cuando un espantoso error provoca un duelo de bodas, un creciente conflicto plagado de ingeniosas diabluras que pretenden arruinar el Gran Día de la otra, y por el que su amistad está a punto de hacer implosión.
A Kate Hudson le inspiró la idea de dos novias enzarzadas que le fue presentada hace varios años en el relato y el borrador de guión de Greg DePaul. Creyendo que brindaba la oportunidad de ver a las mujeres de forma singular e irreverente, Hudson no sólo decidió quedarse con uno de los papeles principales de lo que acabó llamándose Guerra de novias, sino debutar en ella como productora. "Lo que de verdad quería hacer era rodar una película que tratase de mujeres que intentaran sobrepasar los límites de la comedia", dice Hudson. "Y qué mejor ambientación que una boda para hacerlo realidad. Me encanta este tipo de comedia y disfruté viendo hasta dónde podíamos llevar el humor. Es una historia divertida que también tiene mucho corazón".
Hudson aceptó las responsabilidades de producir una gran película, asemejándolas a los retos a los que se enfrenta Liv Lerner, su personaje en la pantalla, que ataca los problemas de frente y sabe cómo hacer que las cosas salgan. "[Como productora] yo tenía que ser Liv crear unión entre todos los participantes en la producción, formar una familia de realizadores y dejar que cada uno hiciera lo que mejor sabía hacer", comenta la novel "actriz-productora".
Pero durante un tiempo, dice Julie Yorn, que acompaña a Hudson en la producción de Guerra de novias, los realizadores no acababan de decidirse sobre el papel que debería desempeñar Hudson. "Al final, nos dimos cuenta de que la parte de Liv tiene tanto que corresponde a la personalidad de Kate que comenzamos a elaborar el papel específicamente para ella".
Aparece entonces Anne Hathaway, que se incorporó al proyecto mucho antes de que las cámaras comenzaran a rodar, para dar vida a Emma. Los dos personajes no podían estar más próximos como amigas ni ser más distintos por temperamento. "Creo que Emma ha ido por la vida con un poquito demasiado de pasividad", afirma Hathaway, que recientemente dio vida a la Agente 99 en el exitazo cómico "Superagente 86 de Película", y ofreció una memorable interpretación de la atribulada hermana de la novia en "Rachels Wedding".
"Emma es una amiga verdaderamente buena y leal, y se siente muy cómoda permaneciendo en un segundo plano", prosigue Hathaway. "Pero cuando el día de su boda se ve amenazado, está dispuesta a luchar para defenderlo. Por primera vez en su vida, quiere ser la número uno. Emma descubre su fibra y su lado oscuro. Al final, aprende que es posible compatibilizar ambos aspectos de su personalidad".
"Sabíamos que en Anne habíamos hallado a la Emma perfecta", asegura Yorn. "Anne tiene un toque de inocencia que complementa la personalidad de Kate. Tuvimos la suerte de encontrar a dos actrices con rasgos tan encantadores y agradables, pero que nos convencen de que los personajes que encarnan en la pantalla pueden hacerse mutuamente mil faenas a cual más horrible. Y sin embargo las queremos. La sonrisa de Kate y los enternecedores ojos de Anne hacen que sea imposible no perdonarlas".
Mientras Hudson supervisaba el trabajo adicional sobre el guión, el argumento evolucionó, trasladando su centro de atención de la "guerra", y dedicando más tiempo a la compleja y profunda amistad de Liv y Emma. Se decidió que las dos mujeres compartieran, desde su infancia, el sueño de una boda perfecta; este elemento creó más oportunidades para un humor basado en el argumento y desarrollado en torno a los personajes.
Los realizadores se hicieron con los servicios de las guionistas Casey Wilson y June Diane Raphael, amigas íntimas ellas mismas, para examinar más profundamente la antigua relación de Liv y Emma a través del prisma de la locura reinante antes de una boda. "Guerra de novias es un telón de fondo sobre el que se interpreta su amistad", explica Wilson, guionista y actriz de "Saturday Night Live". "Detrás de la preparación de una boda hay una tenebrosidad cómica, y nos inspiramos en la locura que puede desencadenar semejante proceso". Raphael añade que "Guerra de novias trata de la amistad y de las descabelladas formas como tu mejor amigo esa persona que te conoce tan bien puede igualmente sacar a relucir lo peor que hay en ti. Y eso puede meter mucho miedo. En ocasiones es difícil sortear los obstáculos de la amistad; en especial, cuando conocemos exactamente dónde están los defectos e inseguridades de la otra persona".
"A Liv y a Emma su enfrentamiento las hace mejores personas y mejores amigas", explica Anne Hathaway. "Era importante que su Guerra de novias tuviera para ellas una compensación emocional. Emma era una incauta que dejaba que la gente la pisoteara. Explotando la noviasauria que lleva dentro, se volvió más fuerte y más sincera y evitó cometer un terrible error. Necesitaba que la echaran a empujones de su zona de comodidad y Liv era la única persona que podía hacerlo".
Kate Hudson observa que la evolución de Liv es muy distinta de la de su amiga. "Liv necesita que la pongan un espejo delante para obligarla a darse cuenta de que su propia conducta agresiva había invadido su vida mucho antes de la boda, y que ya era tiempo de compartir un poco. Luego ambas mujeres salen reforzadas".
Fue la compleja amistad que une a los dos personajes lo que atrajo la atención del director Gary Winick, quien declara que "la amistad es lo más importante de mi vida. Por eso quería yo hacer Guerra de novias; trata de una amigas íntimas de dos personas incompletas que, juntas, se complementan. Pero tienen que estar separadas para aprender a desarrollarse como personas y como amigas".
A Winick el tema no le es desconocido si se advierte que un trabajo anterior de dirección, la película de animación y acción real "La Telaraña de Carlota", era en el fondo la historia de la amistad entre un cerdo y una araña. Y le quita importancia al hecho de que la mayoría de los miembros de su equipo de creación sean mujeres, incluidas Hudson, Hathaway, Yorn, las guionistas Wilson y Raphael, así como las principales ejecutivas del estudio encargadas del proyecto. Después de todo, fue él quien dirigió "El Sueño de mi Vida", la popular comedia de 2004 protagonizada por Jennifer Garner, escrita y producida por mujeres; además del episodio piloto de "Lipstick Jungle", que trata de tres poderosas mujeres de Nueva York. "Yo no escojo el material [en el que trabajo] basándome en el sexo de su equipo de creación y sus personajes", afirma Winick. "Estos proyectos eran historias que yo quería contar".
Con Winick a los mandos, Guerra de novias pasó rápidamente a la fase de producción. Hudson y Hathaway, que no se conocían antes de encontrarse en la película, se hicieron grandes amigas y admiradoras recíprocas. "Las dos somos mujeres dogmáticas", dice Hathaway. "Por lo que fue verdaderamente divertido consultarnos sobre los personajes. El de Kate es exactamente tal y como lo imaginé divertido, desbordante, inteligente y lleno de vida". A lo que Hudson añade: "Anne y yo nos tomamos con calma el conocernos y creo que hemos entablado una amistad muy real [en la pantalla]. Anne es auténtica, por no hablar de su enorme talento. Ha sido un verdadero placer trabajar con ella".
De incrustar algo muy distinto del placer en las vidas y las próximas nupcias de Liv y Emma, se encarga Marion St. Claire, la oficiosa planificadora de bodas que se transforma en el catalizador de la guerra entre las novias, cuando su ayudante embarulla las fechas de las bodas.
El mundo de Marion se compone de tartas nupciales de tres pisos, de montones de revistas de novias, de listas de comprobación de bodas con una cuenta atrás de 87 días, de muestras de tejidos, de vestidos exclusivos de novia y, por supuesto, del destino más ansiado de toda boda en Nueva York: el Hotel Plaza. Candice Bergen interpreta a Marion, a quien la actriz, ganadora del Emmy® y del Globo de Oro®, describe como "extremadamente precisa, casi estrafalaria". Pero, al igual que sus compañeros de reparto y su director, Bergen opina que la película trata tanto de relaciones como de novias enfrentadas. "Trata de la fragilidad y la capacidad de resistencia de la amistad", resume.
El creciente abismo que se abre entre Liv y Emma coloca a sus amigos comunes en una situación violenta. Desde que las dos eran adolescentes, cada una había planeado ser la dama de honor de la otra. Pero gracias al duelo de bodas y a los conflictos y la jarana de que va seguido, Emma y Liv se ven obligadas a cazar a alguien quien sea que ocupe ese puesto. Después de la tormenta, Emma pide a regañadientes a su colega Deb Delgado que sea su dama de honor. Deb representa una triple amenaza: es desorganizada, perezosa y completamente egocéntrica. "Es un personaje de escándalo", afirma Kristen Johnston ("3rd Rock from the Sun"), quien encarna a la dama de honor salida del Averno. "Es una ególatra total, de pies a cabeza, y yo nunca me he divertido más con un personaje".
Atrapados entre los dos fuegos de unas novias enzarzadas, se encuentran los tres principales personajes masculinos los dos novios y el hermano de una de las novias. Bryan Greenberg se hace cargo del papel del Nate, el hermano de Liv, la voz de la razón en medio de la creciente acritud y locura de las novias. Nate se debate entre la hermana a la que quiere y su amiga Emma, a la que también conoce de toda la vida. "Nate se ve atrapado en el medio", dice Greenberg, "que no es el lugar donde ni él ni nadie en semejantes circunstancias querría estar. El trabajo de Nate consiste en tratar de controlar a Liv y a Emma. De hecho, todos los personajes masculinos de la película son anclas que aseguran el mundo real mientras que las mujeres pierden los estribos".
Al igual que Nate, Daniel, el novio de Liv, es una fuerza estabilizadora en medio de un conflicto muy inestable y que se intensifica por momentos. "Ser el novio significa realmente agradar a los demás, en especial a la novia", observa Steve Howey, que interpreta a Daniel. "Es el día de la novia y lo mejor que uno puede hacer es mantenerse en segundo plano y dejar que todo suceda. Hay que dejar que la novia sea la novia. Y en cuanto a entrometerse en la guerra entre Liv y Emma, la actitud de Daniel es la de apoyar a Liv y hacerse a un lado, dejando que ocurra lo que tenga que ocurrir".
El trío de hombres en guerra (nupcial) se completa con el novio de Emma, Fletcher, interpretado por Chris Pratt. Mientras que Daniel es estable, comprensivo y apoya a Liv, a Fletcher le sorprende un tanto el caos y la fortaleza interior que Emma acaba de descubrir. "Fletcher y Emma estaban en esa zona verdaderamente cómoda en la que las parejas se encuentran a menudo después de haber estado juntos durante mucho tiempo", dice Pratt. "Cuando a Emma empieza a entrarle el ataque de la boda, todo cambia y él ya no está tan seguro de quién es su media naranja".
El ojo del huracán de la Guerra de novias es Nueva York, donde la producción rodó algunos momentos críticos de exteriores en el recién restaurado hotel Plaza y su Patio de las Palmeras, así como en Central Park, Bloomingdales y en la Quinta Avenida. La mayor parte de la acción fue rodada en Boston, haciendo el Fairmount Copley Plaza Hotel de esa ciudad, el papel de su establecimiento hermano de Manhattan.
El diseñador de producción Dan Leigh no sólo recreó en Boston escenarios clave de Nueva York, sino que también diseñó las bodas de la película, esforzándose por que cada acontecimiento fuera singular. Leigh explica que "la primera boda de la película se narra de forma retrospectiva, cuando Liv y Emma eran niñas. Ésta era la fantasía que hizo que el sueño arraigara en sus mentes y marcó el tono de lo que iba a seguir. Creamos un reluciente acontecimiento tradicional con color blanco, plata y cristal. La segunda, tenía un tema portuario, y las dos últimas bodas eran las de Liv y Emma, ambas creaciones insuperables de la visionaria [y ficticia] planificadora de bodas, Marion St. Claire".
"Las películas de bodas son peliagudas", prosigue Leigh. "Todo el mundo tiene un concepto de boda, o una opinión de lo que funciona y lo que no. Por ello es importante tratar de ser imaginativo. Las flores, la música, las personas que preguntan: ¿Por qué ese tono de lavanda? y ¿No podía ese oro brillar un poco más? Las bodas parecen activar los resortes de todos".
La diseñadora de vestuario Karen Patch, que se encargó de la ropa de Hudson en "Cómo Perder a un Chico en Diez Días", apunta que las futuras novias Liv y Emma son personas muy diferentes la primera vez que nos las tropezamos, pero al final de la película acaban pareciéndose más. "Liv se ablanda y Emma descubre un lado más fuerte de sí misma", dice Patch. "Los vestidos y los espacios que habitan estos dos personajes reflejan claramente sus personalidades respectivas".
No hay mejor ejemplo de lo anterior que los vestidos de novia de Liv y Emma, en los que Patch colaboró con la afamada diseñadora Vera Wang. Emma, una maestra, no tiene tanta seguridad económica como la abogada Liv, por lo que opta por llevar el vestido de su madre. Aunque no era una prenda antañona, Patch dice que podía haber pertenecido a otra época. "Es un exquisito vestido de tafetán de muchas capas, complementado con una esclavina de época que se echa sobre los hombros", explica. "Liv, por otro lado, era como la novia que corona el pastel. Su vestido estaba diseñado en un clásico escote de novia, con capas y más capas de faldas de tul, una cola larga y un canesú de encaje".
No se escatimaron esfuerzos para evitar que estas creaciones fueran fotografiadas antes del comienzo de la campaña de marketing de la película. "Confeccionamos enormes capa blancas que cubrieran los vestidos en cualquier momento en que Kate y Anne estuvieran fuera de sus caravanas o trasladándose de los camerinos al plató", recuerda Patch. "No queríamos que salieran a la luz antes del momento indicado".
Sea lo que sea lo que Liv y Emma lleven independientemente de que estén en guerra o en paz su amistad será siempre su prioridad número uno. Y Guerra de novias, a pesar de su título, es, en el fondo, un canto a la amistad. "La película dice que tus amigos siempre van a estar ahí para ti, y esa idea no pudo gustarme más", dice Anne Hathaway. Kate Hudson abunda en su opinión: "Ese tipo de amistad importantísima, no sólo en hitos como las bodas, sino en cualquier situación. Todos la necesitamos".