Los niños de Huang Shi narra la historia real del joven periodista inglés George Hogg (Jonathan Rhys Meyers), que llega a China en los años 30 cuando el país está siendo tomado por las tropas japonesas. Hogg se libra de la muerte gracias a un líder de la resistencia china, Jack Chen (Chow Yun Fat) y, en su huida, acaba refugiándose en el orfanato de Huang Shi. Con el ejército japonés cada vez más cerca, Hogg intenta salvar a los sesenta niños del orfanato embarcándoles en un agotador viaje a través de montañas y desiertos, acompañados por Jack y una enfermera norteamericana (Radha Mitchell). Por el camino descubrirán el verdadero significado del amor, la res-ponsabilidad y el valor.
Sinopsis larga
China 1938. Tras licenciarse en Oxford, un joven inglés llamado George Hogg llega a Shangai cuando el país está siendo tomado por los japoneses. Ávido de aventuras, se lanza a la vorágine tras lograr un puesto como redactor adjunto.
A los pocos días, él y Barnes (David Wenham), un experimentado corresponsal de guerra, utilizan sus dotes comunicativas para adentrarse en el territorio ocupado de Nanjing y allí se separan. Hogg explora la ciudad en ruinas y es testigo de la matanza de doscientos chinos, hombres y mujeres disparados e incinerados por los soldados japoneses. Aterrorizado, fotografía los hechos. Hogg es capturado e interrogado por los japoneses. Cuando descubren sus fotos, sabe que le espera una ejecución inmi-nente pero segundos antes de morir es rescatado por un grupo de la resistencia china encabezado por Jack Chen y consiguen huir.
Hogg despierta días más tarde en un hospital de campaña provisional atendido por Lee Pearson, una enfermera americana amiga de Chen. Lee propone a Chen que Hogg se recupere en un lugar conocido como Huang Shi.
Al llegar, Hogg se encuentra con sesenta chavales que viven en un colegio abando-nado e infestado de ratas. La única persona que se preocupa por ellos es una anciana llamada LO SAN (Shuyuan Jin).
Hogg, viéndose incapaz de estar al frente del orfanato decide marcharse para comba-tir en la guerra real que se desarrolla más allá de Huang Shi, pero Lee quiere que se quede e intenta animarle a ayudar a los niños. Hogg se queda y convierte el abando-nado orfanato en un lugar cada vez más agradable.
Tras una temporada de calma, Chen llega a Huang Shi para advertir a Hogg de que los japoneses están avanzando y que los nacionales chinos están reclutando a niños para el ejército. Hogg se da cuenta de que los niños ya no están a salvo y pone en marcha un plan.
Mientras tanto, los japoneses se acercan a marchas forzadas y Hogg decide que su única opción para sobrevivir es partir hacia el oeste, cruzando montañas de 3.000 me-tros, hasta ponerse a salvo en una aldea en la zona oeste del desierto de Gobi. Ayu-dados por Madame Wang, que los equipa para el viaje, Hogg, Lee, Chen y los huérfa-nos se disponen a viajar en pleno invierno, con carros tirados a mano, provisiones y mulas.
Tras un viaje durísimo y extenuante rodeado de peligros, llegan triunfantes a la aldea de Shandan, habiendo sufrido únicamente una baja en todo el viaje. Pero su alegría se desvanece rápidamente cuando Hogg contrae tétano y muere a pesar de los inten-tos desesperados de Lee por salvarle.
En la actualidad existe en Shandan un imponente monumento que honra la figura de George Hogg, el joven inglés que salvó tantas vidas.